Suiza sueña con convertirse en ‘hub’ del renminbi
La noticia de que los bancos centrales de Suiza y China iniciaron conversaciones para intercambiar divisas aumenta la esperanza de que la plaza financiera helvética se convierta en un nuevo centro de operaciones para el renminbi. Y Suiza redobla esfuerzos para conseguirlo.
A medida que las transacciones globales denominadas en renminbis (RMB) aceleran el paso, emerge con mayor fuerza la percepción de que las reservas internacionales de los bancos centrales necesitan una nueva divisa que compita con el dólar, el euro y la libra esterlina. Los principales centros financieros del mundo rivalizan por ganar el prestigio y las utilidades que se derivarían de ser un nuevo canal para la moneda china.
En diciembre de 2012, el Gobierno suizo anunció oficialmente su intención de convertirse en un hub del renminbi. Con ello se sumó a Gran Bretaña, Canadá, Alemania y Francia en el proceso de cortejar a Pekín.
La firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China en 2012 podría jugar a favor de Suiza, opina Felix Sutter, jefe del Grupo de Negocios Asiáticos de la consultora PricewaterhouseCoopers Suiza. Pero encontrar la forma correcta de ganar los favores chinos -para conseguir el estatus de hub monetario- es algo difícil de predecir.
Sutter explica a swissinfo.ch que en el proceso de selección de socios para el yuan China ha apostado por las negociaciones bilaterales, lo que hace que estos procesos no sean completamente transparentes. Y en su opinión, el desenlace no es claro, porque “cada país, en un momento y circunstancias específicos, posee su propio atractivo”.
Para ganar puntos ante el gigante asiático, además de asegurarse de que el TLC se ejecute sin contratiempos, Sutter considera que Suiza debería conceder más visados a los inversores chinos.
La moneda fue introducida en 1949 para financiar a la República Popular Comunista de China bajo el nombre oficial de renminbi. Sin embargo, la divisa se denomina en una unidad conocida como yuan.
Una dualidad semejante existe en Gran Bretaña, que tiene el término esterlina (equivalente a renminbi) y libra (equiparable con el yuan).
Generalmente, el término renminbi es traducido por los chinos como “moneda del pueblo”.
La palabra yuan –que data del siglo XVI- era el término local que se asignaba al dólar de plata español que durante siglos utilizaron los extranjeros que comerciaban con China.
Alcanzando a los rivales
Existen temores de que Suiza quede rezagada frente a otros rivales, sobre todo Gran Bretaña, que ha aprovechado sus lazos históricos con Hong Kong para pactar un acuerdo de divisas recíproco con China y para animar a los bancos de este país a establecerse en territorio británico.
Tener vigente un acuerdo de intercambio de divisas con el banco central de China permite la entrada masiva de renminbis –o yuanes como se los conoce internacionalmente- a un país extranjero. Pero son las sucursales que tienen en otros países los bancos comerciales chinos las que permiten procesar las transacciones en renminibis. Y por el momento, Suiza no cuanta ni con lo primero ni con lo segundo.
“Desde un punto de vista financiero, el renminbi es una divisa que no sería difícil de adoptar, aunque a Suiza le tomaría algún tiempo actualizarse en términos operacionales”, explica a swissinfo.ch Kerry Goh, jefe de consultoría en inversiones en mercados en expansión de Julius Baer.
Pero esto no ha frenado a la plaza financiera suiza para crear y comercializar productos financieros denominados en RMB -como derivados, bonos o fondos diversos.
Los bancos privados han abierto también miles de cuentas en Suiza que hoy administran alrededor de 20.000 millones de yuanes (3.300 millones de dólares), según la Asociación Suiza de Banqueros (ASB). Y existen varios miles de millones adicionales que gestionan fondos suizos, o comerciados a través de otros productos financieros ofrecidos en territorio helvético.
La Sociedad de Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (SWIFT), que procesa transacciones financieras globales, realiza una medicion de la popularidad de las diversas divisas.
El renminbi pasó del lugar número 20 en enero de 2012 -entre las divisas más populares para los pagos internacionales- al número 12 en octubre de 2013.
Actualmente ocupa la 8ª posición en la lista de transacciones cambiarias en moneda extranjera, frente a la 11ª que tenía en enero de 2012.
El renminbi está considerado hoy como la segunda divisa que más utilizan los operadores de materias primas – negocio que vive un boom en Suiza- para las llamadas transacciones de financiación del comercio.
La Asociación Suiza de Banqueros cree que para el año 2020 el yuan se habrá convertido en una de las tres principales divisas utilizadas por las reservas internacionales mundiales.
Recuperando terreno
No todos los inversores están convencidos de que es posible lograr un matrimonio perfecto entre el capitalismo occidental y el comunismo chino. Pero a medida que los gobiernos occidentales persiguen con mayor ahínco el sueño renminbi, estas dudas parecen disiparse, opina Kerry Goh.
“Si Suiza se convierte en un hub para el renminbi, esto concedería cierta legitimidad a esta divisa e incentivaría la penetración de productos en yuanes”, dice a swissinfo.ch.
Y hay indicios de que Suiza avanza en su objetivo de recuperar terreno para empatar con el resto de sus rivales interesados en ser un hub del yuan.
A principios de diciembre, el BNS anunció que alcanzó un acuerdo de intercambio de divisas con el banco central de China. No obstante, declinó revelar el volumen de fondos que intercambiarán y cuánto tiempo tomará este proceso.
La ASB asegura que los bancos comerciales chinos están enviando “señales alentadoras” –de forma extraoficial- sobre el interés que tienen de establecerse en Suiza. Y se espera que dichas instituciones corran con mejor suerte que el Bank of China -uno de los cuatro principales bancos comerciales del país-, que tuvo que vender sus operaciones en Ginebra en 2012 tras cuatro años de fracasos financieros.
Ventajas de ser puntero
En julio pasado, la ASB publicó un informe con estimaciones del beneficio potencial que traería a la plaza financiera suiza y a otras industrias la obtención del estatus de hub del yuan. Entre ellos destaca la reducción de los riesgos de volatilidad cambiaria, una mayor variedad de proveedores en China y menos costos operativos para las empresas helvéticas presentes en la China continental.
Sin embargo, a diferencia del sector financiero, otras industrias que comercian intensivamente con China se han mostrado abiertamente reticentes a la posibilidad de aumentar la exposición de Suiza a la divisa china. Pero ninguna empresa contactada por swissinfo.ch aceptó hablar sobre este tema.
Hace dos años, la federación empresarial economiesuisse realizó una encuesta para conocer el porqué de este desinterés y encontró una débil respuesta por parte de los empresarios, confirma Rudolf Minsch, economista jefe de la organización.
Esto puede deberse a que las firmas que operan en China intercambian dólares estadounidenses por yuanes vía Hong Kong. “Y no hay información que permita concluir que esto les genera costos adicionales o problemas serios”. De ahí que algunas compañías no tengan claro cuál sería el beneficio de tener un hub suizo en renminbis”, explica Minsch a swisinfo.ch.
Minsch está convencido de que esta decisión sí se traduciría en ahorros para las empresas tras haber aprendido a utilizar correctamente el sistema. Y desde su perspectiva, lo mejor para Suiza sería avanzar en el establecimiento del citado centro de operaciones del yuan antes de que sea demasiado tarde.
“La historia nos demuestra que cuando los punteros han tomado la delantera a sus competidores en negocios que se manejan a una gran escala, es difícil para los otros alcanzarlos y conseguir un tamaño similar”, destaca.
Traducción del inglés: Andrea Ornelas
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