Suiza teje alianzas científicas con México y Bogotá
Berna es puntera mundial en materia de investigación y desarrollo. Pero su estrategia internacional posee un talón de Aquiles: Se centra esencialmente en Europa y Norteamérica.
A partir del 2011, Latinoamérica se ha sumado a la agenda de prioridades. Mario Dell’ Abrogio, secretario de Estado de la Educación de Suiza (SER) y el EPFL hacen un balance para swissinfo.ch sobre su más reciente misión en México y Colombia.
La investigación y el desarrollo científico es una prioridad para los países industrializados ya que de ello dependerá la capacidad de innovación que tendrán sus economías.
En 2011, Suiza ocupa la segunda plaza mundial en materia de innovación, solo superada por Japón y seguida de cerca por Alemania, Suecia y Finlandia, según el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) y su índice de competitividad internacional.
La calidad de sus científicos también ubica a Suiza en la segunda plaza mundial, después de Israel y seguida por Reino Unido, Suecia y Bélgica.
Pero la estrategia internacional de cooperación científica requiere diversificación, una premisa de la que está consciente la Secretaría de Estado de la Educación y la Investigación (SER) y la razón de ser de los pasos que da para acercarse a América Latina.
En busca de acuerdos
Mauro Dell´Ambrogio, titular de la SER, encabezó en septiembre pasado una misión de trabajo en México y Colombia; una gira en la que participaron el Fondo Nacional Suizo de Investigación Científica, la Comisión para la Tecnología y la Innovación, las escuelas politécnicas federales de Lausana y Zúrich, y las universidades de Ginebra y San Gallen.
El balance de los siete días de gira allende el Atlántico es positivo. Entrevistado por swissinfo.ch, Mauro Dell’ Ambrogio explica que en ambos países la delegación suiza visitó universidades, centros de estudio e instituciones, para discutir sobre fondos y proyectos.
“México y Colombia son socios económicos con los que hemos tenido relaciones por años y el interés es recíproco y a muy diversos niveles. Así que hay espacio para intensificar la cooperación con ellos”, cita.
Auditoria del presente
La SER detalla a swissinfo.ch que entre 2005 y 2010, un total de 33 proyectos se pusieron en marcha entre científicos suizos y mexicanos vía la Fundación Nacional de Ciencia Suiza.
“El financiamiento canalizado a dichos proyectos sumó 11,2 millones de francos suizos en ese lapso”, detalla la secretaría.
Adicionalmente, se han realizado acciones a pequeña escala como el otorgamiento de becas a estudiantes mexicanos para estudiar en universidades suizas. Y acercamientos del Instituto Federal Tecnológico de Lausana (EPFL) o de la Universidad de Ginebra para trabajar conjuntamente.
En el caso de Colombia, el número de proyectos con Suiza suma 16, que recibieron un presupuesto de solo 4,1 millones de francos. No obstante, en el caso colombiano existe también la colaboración de Cosude –Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo- que ha operado algunas estrategias adicionales con presupuesto independiente.
La conclusión de la SER es que, si bien la relación bilateral existe, el camino por andar aún es largo.
La misión helvética
En México sostuvieron encuentros con representantes de la Secretaría de Educación Pública, concretamente, con el subsecretario Rodolfo Tuirán Gutiérrez; del Consejo Nacional para las Ciencias y la Tecnología (CONACYT), la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), entre otras entidades, recapitula el secretario Dell’ Ambrogio.
En Colombia, la delegación helvética visitó instituciones como el Ministerio de Educación, en donde se reunió con su titular, María Fernanda Campo Saavedra; el Departamento Administrativa de Ciencia, Tecnología e Innovación (Colciencias), la Universidad de los Andes, la Universidad Nacional de Colombia y la de Cali, entre otras, añade.
Para Suiza, refiere el Secretario de Educación, “fue satisfactorio observar que muchos de los socios de siempre siguen interesados en el trabajo común”. El resultado fue reconfortante para la comunidad científica suiza porque se perfilaron asociaciones de largo plazo, continúa.
Ahora lo que necesitamos es diversificar las fuentes de financiamiento, y esta misión permitió justamente realizar los contactos –muchos de ellos a nivel ministerial- indispensables para que fluya la cooperación institucional”, sintetiza.
Nos hemos dado cuenta que instrumentos como las becas deben ser fortalecidos, así como los talleres de trabajo comunes.
“Con cada institución visitada fuimos capaces de identificar un área de oportunidad y desarrollo, y realizaremos las acciones conducentes”.
Traducir en hechos
Jean-Claude Bolay, Director para la Cooperación del EPFL y experto de la UNESCO en materia de Tecnologías para el Desarrollo, coincide con el optimismo de Dell´Ambrogio, pero también pone sobre la mesa los riesgos de las misiones científicas.
“Encontramos contrapartes entusiastas, cálidas y rigurosas en materia de trabajo.
Investigadores listos para hacer equipo. Ahora hace falta que los organismos destinados al apoyo de la investigación, como SER en Suiza, o como CONACYT y Colciencias, en México y Colombia, respectivamente, reserven presupuestos para el trabajo bilateral”, dice el experto a swissinfo.ch
Bolay, decano estudioso de Latinoamérica –su tesis de doctorado fue dedicada a México hace tres décadas- añade que como investigador y como Director de Cooperación del EPFL está convencido de que “el potencial de trabajo colegiado es enorme, especialmente en temas como medioambiente, energías renovables, planificación urbana y otro tipo de tecnologías. Por lo que espero sinceramente que las autoridades federales no tomarán demasiado tiempo en tomar decisiones”.
Y aboga por la elección de proyectos con implicación social. En el presente, detalla, Suiza tiene en marcha programas comunes con universidades colombianas como Univalle, Uniandes, la Universidad Nacional, la Universidad de Antioquía, en temas sensibles como el procesamiento de aguas, los biocarburantes y la detección de minas. Y debe hacerse más”.
Y finalmente refiere: “Si de una misión de este tipo Suiza no consigue acuerdos concretos de cooperación en lo inmediato, no es grave. Pero las partes involucradas deben asumir retos y compromisos para el futuro, esa es la clave, y estoy convencido de que SER hará lo que le corresponde a Suiza al respecto”.
En 2011, los 10 países más innovadores del mundo (en orden decreciente de importancia), según el WEF, son: Japón, Suiza, Alemania, Suecia, Finlandia, Israel, EEUU, Francia, Dinamarca y los Países Bajos.
Por la calidad de sus investigadores y científicos, los 10 países más destacados del mundo son: Israel, Suiza, Reino Unido, Suecia, Bélgica, Qatar, EEUU, Países Bajos, Canadá y Alemania.
Universidades suizas lideran programas bilaterales de promoción de la investigación científica con países latinoamericanos como Brasil, Chile, México o Colombia, y trabajan cada vez más en el desarrollo de proyectos con gigantes emergentes como India o China.
En México y Colombia solo entre 15 y 20% de los profesores universitarios tienen un doctorado. Un esfuerzo importante debe realizarse para insertar a más académicos en la investigación –y el doctorado es un primer paso en ese sentido-, estima Jean-Claude Bolay.
Los investigadores suizos llevan al mundo la reputación helvética de calidad, rigor y pragmatismo, y son con frecuencia “embajadores” informales de la plaza suiza en el extranjero, un impacto que no debe olvidarse, opina el EPFL.
Entre los participantes de la gira realizada por funcionarios y científicos suizos a México y Colombia: Elisabeth Schenker (SNF), Jean-Claude Bolay (EPFL), Abdeljalil Akkari (Unige), Alfredo Brillembourg (ETHZ) e Yvette Sánchez (UniSG).
En innovación, el Índice de Competitividad del WEF 2011-2012 ubica a Colombia en el lugar número 59 y a México en el 76 dentro de un universo de 142 países.
La Academia Mexicana de Ciencias (AMC) estima que durante los últimos 30 años el país ha comprado 96% y vendido solamente 4% del conocimiento que utiliza.
En 2012, el rubro de investigación y desarrollo recibirá solamente 21.000 millones de pesos (unos 1.400 millones de francos suizos), equivalentes a 0,4% del PIB.
Proporcionalmente, un presupuesto 13 veces inferior al de Suiza a pesar de que la población de México es 12 veces mayor que la helvética.
En Colombia investigación, ciencia y tecnología promedia 0,4%, según el Observatorio de la Ciencia y la Tecnología de Colombia, y el propio Observatorio reconoce que si Bogotá no invierte en innovación, perderá competitividad económica futura.
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