Suiza vuelve a votar sobre la supresión de impuestos a las empresas
El Partido Socialista y los Verdes -en la imagen depositando firmas en abril de 2022- están detrás del referéndum contra la supresión de dos impuestos que afectan a las empresas suizas.
¿Es necesario reducir la presión fiscal sobre las empresas suizas y sus inversores? Esta cuestión es el objeto de una de las votaciones populares que tendrán lugar el 25 de septiembre. La derecha quiere facilitar la financiación de las empresas, mientras que la izquierda denuncia los privilegios de las multinacionales.
¿De qué se trata?
En Suiza existen varios impuestos que afectan a las empresas e instituciones con financiación exterior.
El primero de estos impuestos se aplica a las obligaciones, es decir, a los títulos emitidos por una empresa cuando esta pide dinero prestado. Los inversores que compran esas «porciones» de deuda prestan una determinada cantidad a cambio de una rentabilidad periódica antes de su reembolso. Por lo tanto, reciben los intereses de esos bonos, que están sujetos a una retención del 35% en Suiza. Este impuesto, destinado a evitar la evasión fiscal, puede ser posteriormente devuelto total o parcialmente.
Además, se aplica un impuesto de timbre comercial a la compra y venta de valores (bonos y acciones) realizada por gestores suizos, como, por ejemplo, bancos, gestores de activos, instituciones de pensiones e incluso autoridades públicas. Este impuesto asciende al 1,5‰ para los valores suizos y al 3,0‰ para los valores extranjeros.
El 25 de septiembre, los ciudadanos deberán votar sobre la supresión Enlace externode estos dos impuestos, que ya fueron objeto de un referéndum.
¿Qué pretende la reforma?
El Gobierno y la mayoría del Parlamento consideran que la retención fiscal hace que los bonos suizos sean poco atractivos para los inversores, ya que prácticamente el resto de países no aplica ningún impuesto similar. Añaden, además, que los grupos empresariales suizos suelen eludir esta carga fiscal emitiendo sus bonos a través de empresas extranjeras.
Lo mismo ocurre con el impuesto de timbre sobre las transacciones: el impuesto hace que esta actividad sea poco atractiva y lleva a las empresas a recurrir a gestores de valores extranjeros.
Con la supresión de estos impuestos, el Gobierno y el Parlamento quieren permitir que las empresas emitan bonos suizos competitivos y así impulsar el mercado suizo.
¿Quién ha lanzado el referéndum?
El Partido Socialista, el Partido Verde y los sindicatos recogieron las 50 000 firmas necesarias para someter el proyecto a votación popular. Aseguran que la retención fiscal se creó para evitar que los rendimientos de los bonos escaparan al fisco y que suprimirlo equivaldría, según ellos, «a dar vía libre al fraude fiscal de las grandes fortunas, tanto de Suiza como del extranjero».
Los impulsores del referéndumEnlace externo señalan que una gran parte de los inversores no realizan ninguna gestión para recuperar la retención, lo que demuestra su voluntad de evitar cualquier contacto con las autoridades fiscales. Por lo tanto, la supresión del impuesto supondrá una pérdida inmediata de ingresos sin ninguna compensación, según el comité del referéndum.
Añaden que la supresión de este impuesto no beneficiará a la economía suiza y que serán los propios habitantes del país los que soporten el peso de la subida de impuestos compensatorios. Consideran que el deseo de suprimir las retenciones y el impuesto de actos jurídicos documentados forma parte de un plan más global de la derecha y el empresariado «para reducir los impuestos a las grandes empresas y a las grandes fortunas a costa de la sociedad».
La izquierda ya lanzó un referéndum contra la supresión del impuesto de timbre sobre los valores mobiliarios, que el Gobierno y la mayoría de los partidos de derechas del parlamento querían. Los ciudadanos se manifestaron de acuerdo y rechazaron mayoritariamente la supresión de este impuesto el pasado mes de febrero.
¿Quién se beneficiaría de la desaparición de estos impuestos?
Según las estimacionesEnlace externo de la Administración Tributaria Federal, los inversores suizos obtendrán mayor beneficio de la supresión del impuesto sobre actos jurídicos documentados, mientras que los inversores extranjeros se beneficiarán más de la supresión de la retención en origen. Estas reformas podrían dar lugar a tipos de interés más bajos para los bonos suizos, lo que permitiría a las autoridades públicas y a las empresas suizas encontrar capital a precios más ventajosos.
El comité del referéndum, por su parte, argumenta que la supresión de la retención solamente beneficiaría a las 200 multinacionales, financieras y bancos que actualmente emiten bonos. Las pequeñas y medianas empresas no se beneficiarían, ya que muy pocas se financian con bonos.
¿Cuáles serían las consecuencias financieras de la reforma?
La supresión de la retención fiscal sobre los rendimientos de los bonos provocará una caída de los ingresos fiscales difícil de cuantificar, ya que depende del nivel de los tipos de interés.
Con un tipo de interés del 1%, el Ministerio de Hacienda (DFF, por sus siglas en francés) calcula que la Confederación y los cantones tendrán que prescindir de unos 170 millones de francos de ingresos anuales. Sin embargo, como se espera que la reforma cree valor y empleo a largo plazo, y por tanto nuevos ingresos fiscales, el DFF espera que pueda autofinanciarse al cabo de unos cinco años.
Se cree que solo la supresión del impuesto de timbre sobre los bonos suizos reducirá los ingresos federales en 25 millones de francos al año.
Sin embargo, el comité del referéndum considera que las pérdidas están subestimadas por la administración federal. Si los tipos de interés suben, calcula que la pérdida de ingresos para el sector público será de unos 800 millones de francos al año.
¿Cuáles son los argumentos de los partidarios de la reforma?
Los partidos de derecha y de centro, así como los empresarios, apoyan la supresión de los dos impuestos para reforzar la competitividad de la economía y la plaza financiera suizas.
La Asociación de Banqueros Suizos se congratula de la intención de «remediar una situación de desventaja que lleva a Suiza a regalar sus impuestos y puestos de trabajo a otros países extranjeros». Añade que no solo las empresas, sino también los ayuntamientos, el transporte público y los hospitales, podrán encontrar financiación con mayor facilidad y a menor coste.
El Partido Liberal Radical (PLR, derecha) señala que la retención sobre los rendimientos de los bonos es actualmente innecesaria, ya que la Confederación participa en el intercambio automático de información (AEI) internacional desde 2014. «Por tanto, un inversor extranjero no puede ocultar los intereses que recibe en Suiza por los bonos», asegura el PLR.
Los partidarios del proyecto de leyEnlace externo afirman también que se trata de una reforma «prudente», ya que se mantendrá la retención sobre los dividendos. La supresión de la retención sobre los dividendos habría supuesto un importante agujero en los ingresos del Gobierno federal. Con la única supresión de las retenciones a cuenta sobre los bonos, el comité de apoyo al proyecto de ley considera que esta reforma no supondrá una carga para los presupuestos del Estado y que, a la larga, aportará «mucho más de lo que cuesta».
Adaptado del francés por José M. Wolff
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