La adopción en Suiza, ¿un modelo rebasado?
El boom de las adopciones suizas en el extranjero ha quedado atrás. Hoy, los suizos ya no tienen las mismas posibilidades. Una suma de factores explica este fenómeno.
El avión estaba lleno de niños. Sus nombres eran Elena, Tom y Rhea*. En el caso de Myra, era tan pequeña cuando esto sucedió, que no consigue acordarse. Los cuatro menores abandonaron Corea del Sur para encontrarse con sus padres adoptivos suizos en los años 70. Sus padres biológicos no podían, o no querían, hacerse cargo de ellos.
Alrededor de 200 menores surcoreanos fueron adoptados en Suiza en aquella época. Algunos de ellos son miembros de la asociación DongariEnlace externo, cuya misión es reunir a los coreanos adoptados para intercambiar experiencias. Elena, Tom, Rhea y Myra son miembros del citado club y aceptan compartir con swissinfo.ch sus testimonios.
A pesar de su doloroso pasado, todos ríen de las numerosas situaciones que han vivido cuando han viajado a su país natal. “No me gustan los coreanos”, admite Myra. “Soy suiza y doy mi opinión, a diferencia de los coreanos que esquivan las cosas, y no quiero comenzar a hablar de su actitud machista…”. Los demás ríen de buena gana y parecen compartir su opinión. Rhea confirma esta visión: “como mujer, no soy tomada con seriedad por los hombres”.
Mostrar más
Cuatro destinos
La creación de la asociación Dongari tiene su origen en una tragedia: una sucesión de suicidios. En 1994, la cuarta persona de origen coreano adoptada por suizos puso fin a sus días y de ahí surgió la inquietud de un pastor coreano -radicado en Suiza- de crear esta asociación. La entidad recibe financiamiento de Seúl. “El país tiene la culpa”, dice Myra, “en vez de ofrecer ayuda social a las madres solteras y a las familias pobres, Corea del Sur favoreció las adopciones masivas por parte de padres extranjeros durante los 80”.
Los suizos pueden adoptar extranjeros
Corea del Sur no es el único país que durante años dio niños en adopción a Suiza. Las parejas helvéticas también volvieron la mirada hacia India, Sri Lanka, Colombia, Rumania, Rusia, Ucrania o Etiopía. El número de adopciones internacionales fue relativamente alto en Suiza durante los últimos años, según el periodista Eric Breitinger -hijo adoptivo y autor de un libroEnlace externo sobre el tema- porque “las adopciones realizadas en el extranjero eran costosa. Y los suizos podían darse el lujo, incluso, de organizar viajes al extranjero para realizar adopciones independientes”.
De acuerdo con Eric Breitinger, los niños extranjeros se adaptan más fácilmente a un proceso de adopción que los nacionales. En general, las personas adoptadas en el extranjero comprenden fácilmente porqué sus padres biológicos los abandonaron, por ejemplo, en casos de pobreza, dice. Por otra parte, los padres adoptivos no pueden disimular la adopción de sus hijos. En el pasado, era común que Suiza adoptara infantes. Pero ya no es posible en el presente.
Pero la apariencia exótica también supone inconvenientes. “Muchos suizos me hablan en alemán porque piensan que no comprendo el suizo-alemán”, dice Elena. “Esto me parece ofensivo”. Asimismo, cuando la “ola tailandesa” llegó a Suiza -muchos helvéticos partieron a Tailandia en busca de esposa-, Elena fue acosada sexualmente en público, situación que, reconoce la entrevistada, ha ido mejorando con el tiempo.
“Yo jamás he experimentado ningún tipo de discriminación”, expresa Tom. En su opinión, los asiáticos gozan de una buena reputación en Suiza “porque comparten características comunes como la puntualidad, la fiabilidad o la limpieza”. Y asegura que un amigo suyo, originario de África, se ha topado con muchas más dificultades.
Los niños deben ser adoptados en su propio país
Sin embargo, de un tiempo a la fecha, han aumentado los obstáculos para las adopciones. La Convención de la HayaEnlace externo estipula que un niño puede ser adoptado en el extranjero solo si no es posible encontrarle padres en su propio país. Una restricción que busca frenar la trata de infantes. En Suiza, este acuerdo entró en vigor en el año 2003.
Por lo tanto, las adopciones han disminuido paulatinamente, pasando de 1 583 en 1980 a solo 363 en 2016. La Oficina Federal de Estadística (OFS) considera que esta reducción es resultado también de las reformas legislativas que el compromiso con La Haya provocó al interior del país.
Eric Breitinger considera que la Convención de La Haya es positiva en la teoría, pero en el terreno práctico, estos principios no se aplican en los países pobres y con malos gobiernos. “La pregunta central que debe hacerse es: ¿qué sucederá entonces con esos niños?”, refiere. “¿Son las autoridades quienes se ocuparán de cuidarlos o simplemente los abandonarán con cualquier familia?”.
¿Un modelo de adopción obsoleto?
Pero la Convención de la Haya no es la única explicación de la reducción de las adopciones suizas. Cada vez menos niños suizos son dados en adopción en la actualidad. Por ejemplo, la Suiza alemana da solo 15 bebés al año en adopción. Y la razón es positiva: pocas madres helvéticas abandonan a sus hijos por falta de recursos económicos o problemas de carácter social. La mayoría de las mujeres que entregan a un menor en adopción son más bien madres muy jóvenes que provienen de una cultura extranjera, afirma la organización Pach (Pflege und Adoptivkinder Schweiz). En su turno, la oficina responsable de las adopciones del cantón del Tesino añade que la mayoría de los casos de adopción corresponden a padres que tomaron esta decisión de forma libre y razonada, y no por problemas sociales.
De acuerdo con Karin Meierhofer, de Pach, sería previsible que el número de niños adoptados fuera de su círculo familiar sea aún menor en el futuro. “Actualmente, las soluciones son cada vez más flexibles”. Por ejemplo, las relaciones de acogida remplazan a las adopciones tradicionales. “Actualmente, la gente busca ante todo la mejor solución para el niño. Y es un gran paso”, añade Meienhofer.
Pero, ¿qué piensan al respecto los cuatro miembros de Dongari? Elena asegura que es importante que los niños sean adoptados cuando aún son bebés, y no a la edad de seis años, como le sucedió a ella. En tanto, Myra estima que colocar a un infante con una familia de acogida es mejor que una adopción porque limita los derechos de los padres. Tom considera que las adopciones deben reservarse para casos realmente excepcionales: “la adopción implica enfrentar numerosos desafíos”, afirma.
*Nombre ficticio.
La adopción en Suiza
En el siglo XIX, las adopciones eran casi inexistentes en Suiza. Una situación que cambió a partir de 1912, cuando entró en vigor un nuevo Código Civil. Los hijos podían ser retirados de su hogar, sin consentimiento de los padres, por razones como la pobreza o la negligencia. La adopción era una solución atractiva para las autoridades porque era una forma gratuita de encontrarles un hogar.
Entre 1950 y 1970, miles de hijos ilegítimos fueron dados en adopción en Suiza -a veces, sin la aprobación de sus propias madres. No se sabe lo suficiente sobre las adopciones forzadas en Suiza, pero son reconocidas como un hecho histórico real.
Con la llegada de la píldora anticonceptiva, a finales de los años 60, se redujo la estigmatización de las madres solteras, hecho que, sumado a la mejora en la situación económica y social, hizo que cada vez menos niños suizos estuvieran disponibles en adopción.
Los padres adoptivos comenzaron pues a mirar hacia los países del Tercer Mundo, así como de Europa del Este a partir de 1989. La Convención de La Haya puso fin a esta tendencia.
Actualmente, son cada vez menos comunes las adopciones “reales”. Dos tercios de las que tienen lugar en el presente son conocidas como “del hijo de la pareja”, es decir, son familias recompuestas en donde, por ejemplo, la nueva pareja de una mujer acepta a los hijos que esta tuvo en una relación precedente.
Traducido del francés por Andrea Ornelas
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.