Los extranjeros que deseen estudiar en una universidad suiza deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos demostrar que dominan una de las lenguas en las que se imparten los cursos.
Los requisitos dependen del tipo de escuela y programa que el estudiante elija. En algunos casos es posible que el solicitante tenga que someterse a un examen de ingreso.
Requisitos
Los estudiantes extranjerosEnlace externo que quieran completar su formación universitaria en Suiza deben disponer de un certificado de estudios secundarios que les garantice el acceso a la universidad en su país de origen. Consulte la más abajo la sección dedicada a los diplomas requeridos. Además, los estudiantes extranjeros deberán demostrar que dominan alguna de las lenguas en las que se dictan las clases, disponer de un certificado que acredite esos conocimientos y demostrar que han sido aceptados en una universidad reconocida en su país de origen. Visite la web de las universidades suizas para más información sobre las condiciones de admisiónEnlace externo.
Escuelas Universitarias
Un requisito para ser admitido es que los estudiantes puedan certificar que disponen de al menos un año de experiencia laboral en el respectivo campo de estudios, así como un certificado de estudios secundarios. Es posible que tengan que aprobar un examen de ingreso, dependiendo del país donde el estudiante haya obtenido su diploma.
Para ser admitido en los cursos de maestría o doctorado, los estudiantesque posean un grado universitario obtenido en una universidad extranjera (no suiza) necesitan, como mínimo, que el diploma extranjero sea reconocido. Generalmente, esta decisión depende de la universidad en la que el estudiante desee matricularse. Le aconsejamos que el estudiante contacte a la universidad en cuestión para obtener más información.
Reconocimiento de diplomas
Las autoridades suizas reconocen los diplomas de múltiples escuelas de todo el mundo. Para más información sobre los diplomas que reconocen las autoridades suizas visite la web de las universidades suizasEnlace externo o esta otra para los títulos españolesEnlace externo.
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Cómo ser admitido en una universidad suiza
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Los estudiantes internacionales pueden solicitar las becas de excelencia del gobierno suizoEnlace externo para terminar un doctorado, un posdoctorado o llevar a cabo una investigación. Por lo general, esta beca incluye una cantidad mensual, exención de determinadas tasas, el seguro de salud obligatorio y una tarifa aérea. Las dos escuelas politécnicas de Lausana y Zúrich…
Qué lenguas es necesario conocer para estudiar en una universidad suiza
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Suiza cuenta con cuatro idiomas nacionales: alemán, francés, italiano y romanche. El inglés, aunque no es un idioma oficial, se usa a menudo como lengua de apoyo, y una gran parte de la documentación oficial suele estar disponible en inglés. El alemán, tanto el alto alemán (Hochdeutsch) como el dialecto suizo alemán, es hablado aproximadamente…
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El proyecto de Felix Briza de estudiar en el extranjero pendió de un hilo. La aprobación en las urnas (09.02) de la reintroducción de cuotas a la inmigración de la Unión Europea había llevado a la expulsión de Suiza como miembro de pleno derecho del programa de intercambio universitario Erasmus +.
“El plazo para la presentación de candidaturas había concluido, con lo que ya no tenía posibilidad de optar por otro país”, señala. El estudiante alemán había solicitado un intercambio, en el marco de Erasmus +, para estudiar en la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL). “No me quedaba más que esperar”.
Para Briza, estudiar en Suiza significaba la oportunidad de aprender otro idioma, tener la experiencia de una nueva cultura y enriquecer sus estudios de Ingeniería Mecánica con los conocimientos en otra universidad. Además, quería disfrutar del “sinfín de posibilidades para el esquí y el ciclismo” que ofrece Suiza.
Sus sueños se hicieron realidad cuando el Gobierno suizo introdujo una nueva red, el Programa de Movilidad Suizo-Europeo (SEMP) para salvar el intercambio universitario. El SEMP asume los costos para los estudiantes que vienen a o van de Suiza, con subsidios del Gobierno suizo en lugar de aquellos entregados previamente por Erasmus +.
Briza pudo cristalizar su proyecto.
“Nadie se queja de que de que ya no se trate de Erasmus”, observa el estudiante. Sobre todo porque la mensualidad es superior a través del SEMP, precisa, además de que:
“Erasmus tiene la reputación de que sus estudiantes trabajan poco y festejan mucho. Decir que se es becario suizo, suena mucho mejor”.
SEMP parece dar frutos. Las estadísticas iniciales mostraron descensos de entre 10 y 38% en el número de estudiantes extranjeros en universidades suizas. Sin embargo, Gaëtan Lagger, consejero científico del secretariado suizo para la Formación, espera que el intercambio se recupere en breve, merced a los esfuerzos de comunicación con las escuelas europeas.
La Universidad de Glasgow, que debió suspender el intercambio de estudiantes con Suiza en el semestre de otoño de 2014, reanudará el programa el próximo semestre gracias a la solución aportada por Berna. Elizabeth Buie, portavoz de la universidad, explica lo anterior y precisa que el número de estudiantes es el mismo que con Erasmus.
Angelika Wittek, responsajefa de la oficina de intercambio de estudiantes en la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (ETH), dice que hasta ahora, la universidad no ha visto ninguna disminución dramática en el número de estudiantes que entran y salen de intercambio y que ha sido capaz de mantener la gran mayoría de su partenaires.
“Incluso podría ser que tengamos suerte, dadas las circunstancias, ya que podemos volver a la forma en que el programa era manejado antes de 2011, cuando Suiza era un ‘socio silencioso’ dentro de Erasmus”, precisa. “Erasmus es cada vez más complicado. Por ejemplo, los estudiantes deben aprobar exámenes de lengua (para participar en los intercambios)”.
Todo el programa había sido sujeto a una revisión el 1 de enero, cuando se convirtió en ‘Erasmus +’ con el objetivo de incluir los múltiples programas de intercambio y colaboración bajo un mismo techo. Suiza solo participó como socio de pleno derecho en el predecesor de Erasmus +, el Programa de Aprendizaje Permanente, entre 2011 y 2013.
Golpe a asociaciones lideradas por Suiza
Pero algunos estudiantes, como Michael Hayes y Claudia Dietschi han visto los beneficios de una plena participación de Suiza en los programas europeos de intercambio. Aunque el primero, procedente de Canadá, no participa en Erasmus +, ha podido advertir la oportunidad que el programa ofrece a sus compañeros de universidades europeas.
“Yo pude realizar este intercambio porque mis padres son generosos y me gustaría que todo el mundo pudiera tener la oportunidad”, comenta.
Cuando Dietschi quería ir a estudiar en Viena, hace más de una década -antes de que Suiza tuviera acuerdos bilaterales con la UE y fuera parte de Erasmus - debió abrirse camino: convenció a su universidad de incluirla en un programa de intercambio sin estipendio de Erasmus y asumió la totalidad de la matrícula.
“Pensaba que era mucho más difícil para nosotros (suizos) ir al extranjero antes de los acuerdos bilaterales”, subraya.
El intercambio de estudiantes es solo una parte de lo que Suiza pierde sin Erasmus +. Las instituciones suizas ya no pueden dirigir proyectos de cooperación y reforma y diversos programas se han quedado a mitad de camino.
Previo a la aprobación de las cuotas para la UE, “muchas instituciones suizas de educación y formación se preparaban para coordinar un proyecto”, puntualiza Lagger. “En cuestión de semanas, tuvieron que pasar su tarea de coordinación a un socio europeo y quedar invitados como socios silenciosos en su propio proyecto, o abstenerse de participar”.
Tales asociaciones pueden incluir el desarrollo de nuevos currículos, compartiendo mejores prácticas y aumentando la cooperación entre universidades europeas y las empresas que eventualmente contratarían a los egresados, de acuerdo con Florencia Balthasar de SwissCore, la Oficina de Contacto para la Innovación Europea de Investigación y Educación, con sede en Bruselas .
“Cuando nos asociamos plenamente al Programa de Aprendizaje Permanente, pudimos coordinar y ejecutar proyectos de cooperación”, dice. “Ahora, si queremos participar, venimos en silencio con nuestro propio dinero, al no obtener el reconocimiento oficial. O si nos atrevemos a participar plenamente, no podemos coordinar proyectos”.
Convencer a la gente de que Suiza está perdiendo al ser excluida de este tipo de proyectos no es una tarea fácil, ya que el país solamente fue socio con pleno derecho entre 2011 y 2013. En ese breve lapso, muchas instituciones empezaban apenas a explotar las posibilidades ofrecidas.
Para Lagger, las consecuencias del cambio de estatus de Suiza en Erasmus + se puede sentir principalmente en universidades de ciencias aplicadas, escuelas técnicas y las empresas, ya que las universidades e institutos tecnológicos tienden a tener redes y proyectos más consolidados.
El control de daños
Peter Eigenmann, titular de la oficina de relaciones internacionales en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Berna, dice que su personal ha tenido que hacer un gran esfuerzo para preservar la mayor cantidad posible de asociaciones con universidades europeas, pero no todos los esfuerzos han tenido éxito. La participación en un programa de intercambio y de asociación en una red de profesores y de personal escolar con otros países europeos “se redujo drásticamente” a pesar de su éxito en los últimos años.
La pregunta ahora es cómo se financiará y preservará la participación de Suiza en los programas europeos de intercambio en los próximos años, más allá del ámbito de aplicación de las medidas provisionales del gobierno.
“Exploramos todas las opciones posibles y todavía tenemos un mandato para negociar la plena asociación (en programas de la UE)”, dice Lagger. “Eso sigue siendo nuestro objetivo”.
“Sin embargo, la Comisión de la UE ha manifestado muy claramente que seremos plenamente asociados solamente si el tema de la libre circulación de personas es resuelto”.
Suiza cambia de estatuto en Erasmus +
Tras la aprobación en las urnas, el pasado 9 de febrero, de la reintroducción de cuotas para los inmigrantes de la Unión Europea, Suiza dejó de ser país miembro para convertirse en mero socio. Dennis Abbott, portavoz de la Comisión Europea, explica:
“Bajo Erasmus +, como país socio, Suiza vuelve a la situación que tenía antes de unirse al Programa de Aprendizaje Permanente de la UE en 2011. Eso significa que ahora la participación de las organizaciones suizas está esencialmente limitada a actividades de cooperación, donde se demuestre que tienen un claro valor añadido para la UE”.
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La reacción de Bruselas tras la aceptación de la iniciativa Contra la inmigración masiva el pasado 9 de febrero ha sido inmediata. La Unión Europea (UE) ha confirmado que Suiza pierde su acceso privilegiado al programa de intercambio de estudiantes Erasmus+, en el que participará en calidad de tercer Estado durante el año académico 2014-15.…
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