«En 2050 necesitaremos dos planetas Tierra»
Leonardo Boff, uno de los padres de la Teología de la Liberación, está en Suiza para recibir este fin de semana el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Neuchâtel.
«A pesar de los pronósticos sombríos tengo confianza que la esperanza vencerá al miedo y que la vida es más fuerte que la muerte», asegura el teólogo brasileño en entrevista exclusiva con swissinfo.ch.
swissinfo: Todo el mundo habla hoy de la problemática ecológica que vive el planeta. Usted fue uno de los primeros, ya en los años ochenta, en alertar sobre el tema. ¿Cuál es su análisis de la actual situación medioambiental?
Leonardo Boff: Hay muchos indicadores científicos que apuntan a la irrupción de una tragedia ecológica y humanitaria. Nada esencial ha cambiado desde la redacción de la Carta de la Tierra en 2003 que elaboramos un grupo de personalidades del mundo entero.
Decíamos en ese maravilloso documento: «Estamos en un momento crítico de la Tierra en el cual la humanidad debe escoger su futuro. Y la elección es ésta: o se promueve una alianza global para cuidar de los otros y de la Tierra o arriesgamos nuestra destrucción y la devastación de la diversidad de la vida».
swissinfo: Una afirmación tajante que no acepta términos medios ¿ Cómo se sustenta?
Leonardo Boff: En la confluencia actual de tres crisis estructurales. La crisis debido a la falta de sustentabilidad del planeta Tierra; la crisis social mundial; y la crisis del calentamiento creciente. Un ejemplo ilustrativo: la humanidad está hoy consumiendo un 30% más de la capacidad de reposición. Es decir un 30% más de lo que la Tierra misma puede reponer.
swissinfo: Sin embargo, esta tendencia consumista del planeta no es nueva…
Leonardo Boff: No. Pero lo que es nuevo son los niveles acelerados de ese deterioro. Según estudios de todo crédito, en 1961 precisábamos de la mitad de la Tierra para dar respuesta a las demandas humanas. En 1981 se daba un empate, es decir ya necesitábamos a la Tierra entera. En 1995 sobrepasamos en un 10 % la capacidad de reposición, aunque todavía era soportable. En 2008, superamos el 30%. La Tierra está dando señales inequívocas de que ya no aguanta más.
swissinfo: ¿Con perspectivas futuras todavía más preocupantes?
Leonardo Boff: Si se mantiene el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial entre 2-3% por año, como está previsto, en 2050 necesitaríamos dos planetas Tierra para dar respuesta al consumo , lo que es imposible porque contamos con sólo una.
swissinfo: ¿Eso obliga a comenzar a pensar en otro paradigma de civilización?
Leonardo Boff: En efecto. No podemos producir como lo venimos haciendo hasta ahora. El actual modelo de producción, el capitalista, parte del falso presupuesto que la tierra es como un gran baúl del cual se pueden sacar recursos indefinidamente para obtener beneficios con la mínima inversión posible en el tiempo más corto. Hoy queda claro que la Tierra es un planeta pequeño, viejo y limitado que no soporta una explotación ilimitada.
Tenemos que dirigirnos hacia otra forma de producción y asumir hábitos de consumo distintos. Producir para responder a las necesidades humanas en armonía con la Tierra, respetando sus límites, con un sentido de igualdad y de solidaridad con las generaciones futuras. Eso es el nuevo paradigma de civilización.
swissinfo: Para volver al hoy y al aquí…En pocas semanas se realiza en Copenhague la Conferencia sobre el Clima. ¿Hay perspectivas de un acuerdo?
Leonardo Boff: Hay una premisa clave. Debemos hacer todo lo posible para estabilizar el clima evitando que el calentamiento de la Tierra sea mayor a 2 o 3 grados y que la vida pueda continuar. Comprendiendo que ya ese calentamiento implicaría una devastación de la biodiversidad y el holocausto de millones de personas, cuyos territorios no serán más habitables, especialmente en África y en el sudeste asiático.
Me preocupa, en ese escenario, la irresponsabilidad de muchos Gobiernos, especialmente de los países ricos, que no quieren establecer metas consistentes para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y salvar el clima.
swissinfo: ¿Eso proviene de una falta de voluntad política para llegar a acuerdos?
Leonardo Boff: Sobre todo de un conflicto de intereses. Las grandes empresas, por ejemplo las petroleras, no quieren cambiar porque perderían sus grandes ganancias actuales. Hay que entender la interdependencia del poder político y económico. El gran poder es el económico. El político es una derivación del económico. Los Estados, en muchos casos, no representan los intereses de los pueblos sino de los grandes actores económicos.
swissinfo: ¿En caso de un fracaso de Copenhague, cuál sería el escenario para la situación climática futura?
Leonardo Boff: A mi entender, si hay una frustración política, eso puede significar un reto enorme para la sociedad civil. Para que se movilice, presiones y promueva los cambios que vienen siempre de abajo. Confío en eso: la razón, la prudencia, la sabiduría vendrá de la sociedad civil. Será, también, en cuanto al clima, el principal sujeto histórico. Ningún cambio real viene de arriba, sino de abajo.
Y a pesar de lo difícil del presente, tengo la confianza que no se trate de una tragedia que acabará mal, sino de una crisis que purifica y que nos permita dar un salto en la dirección de un futuro mejor.
Sergio Ferrari, swissinfo.ch
Leonardo Boff nació en Concordia, Estado brasilero de Santa Catarina.
En diciembre del 2008 cumplió los 70 años (nació el 14 de diciembre de 1938).
Para esa ocasión se publicó en Suiza el libro: «Leonardo Boff: abogado de los pobres», en homenaje a su trabajo pastoral y de acompañamiento de los movimientos populares y sociales de Latinoamérica.
Leonardo Boff ha escrito hasta el momento 82 libros, muchos de ellos traducidos a decenas de lenguas.
En la década de los años 70, Boff se convirtió en uno de los padres fundadores de la Teología de la Liberación, lo que le valió una primera sanción del Vaticano en 1985.
Ante una nueva amenaza de sanción, Boff renunció a sus actividades sacerdotales en 1992 y se autoproclamó al estado laico.
Además del título de Doctor Honoris Causa que recibe este sábado 7 de noviembre por la Universidad de Neuchâtel, Suiza, ha recibido este mismo reconocimiento por otras casas de estudios, tales como las universidades de Lund (Suiza); Londres (Gran Bretaña); Turín (Italia) y San Leopoldo (Brasil).
En diciembre del 2001 recibió el Premio Nobel Alternativo de la Paz por sus aportes a la lucha por la defensa del clima y su compromiso social.
En la actualidad continúa sus aportes teológicos, con un particular acento en la temática ecológica.
Es asesor del Movimiento de los Trabajadores rurales sin Tierra (MST) y de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) de Brasil.
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