Culpable de homicidio involuntario un empresario en sonado caso de Miami
Miami, 30 mar (EFE).- El jurado en el caso del empresario de origen cubano Manuel Marín que estuvo ligado a la cadena Presidente Supermarkets, acusado de encargar el asesinato en 2011 en Miami de un hombre que mantenía una relación sentimental con su entonces esposa, lo declaró este jueves culpable de homicidio involuntario.
Tras una deliberación que se prolongó durante cerca de 5 horas, la decisión del jurado, divulgada hoy por medios locales, encontró al empresario no culpable del cargo de asesinato en segundo grado, pero sí de homicidio involuntario, conspiración criminal para cometer secuestro y secuestro.
Marín, conocido en Miami por haber estado ligado a esa cadena hispana de supermercados de Florida, estaba acusado de organizar el asesinato de Camilo Salazar, un diseñador de interiores de 43 años en esa época que estuvo relacionado sentimentalmente a su entonces esposa, Jennifer Marín.
La decisión del jurado llegó después de que esta semana un detective testificara que el teléfono de Marín estaba cerca de la escena del crimen en 2011 cuando se encontró el cuerpo de Salazar.
Los detectives que participaron en el juicio acusaron a Roberto Isaac, Alexis Vila Perdomo y Ariel Gandulla de secuestrar a Salazar en el área de Coconut Grove de Miami para torturarlo y matarlo antes de usar gasolina para quemar una parte de su cuerpo, cerca de la zona de los Everglades, humedal al sur de Florida.
El empresario, quien huyó del país poco después de que se encontrara el cuerpo de Salazar, fue detenido en agosto de 2018 en España, y extraditado a EE.UU. para comparecer ante un tribunal de Florida en octubre de ese año.
Los familiares y la viuda de la víctima siguieron personalmente esta semana el testimonio de Emma Lew, ex médico forense de Miami-Dade que dijo que Salazar fue atado y golpeado con un objeto lo suficientemente fuerte como para fracturarle la mandíbula y el cráneo.
Señaló además que sus secuestradores le cortaron la garganta y lo quemaron, todo mientras aún estaba vivo.
El cuerpo de la víctima fue encontrado a las afueras de Miami con señales de haber sido golpeado con brutalidad y posteriormente quemado.
Fueron condenados en diciembre de 2019 en este caso el exmedallista olímpico cubano en los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996) Alexis Vila Perdomo, y el entrenador Roberto Isaac, a 15 años de prisión y a cadena perpetua, respectivamente.
La Fiscalía mantuvo que Marín contrató a Perdomo, Isaac y también al exluchador de artes marciales mixtas cubano Ariel Gandulla para cometer el asesinato.
Gandulla fue sentenciado en 2019 a tres años de cárcel tras declararse culpable de secuestro en el caso.
Este último aseguró esta semana que vio a Marín en su automóvil, un Mercedes-Benz de color azul, durante el secuestro de Salazar.
El abogado José M. Quiñón, ex fiscal adjunto del estado en el condado de Miami-Dade, que defiende a Marín, dijo que había pruebas de que su cliente estaba en Bimini (una isla del archipiélago de Bahamas) el día del asesinato.
La entonces esposa del empresario, Jenny Marín, testificó la semana pasada y señaló que Salazar, un diseñador de interiores de Coconut Grove que estaba casado con Daisy Holcombe, fue asesinado después de que su esposo descubriera que ella tuvo una aventura con él que duró unos dos años.
El hijo de Marín, Yaddiel Marín, fue arrestado en 2018 en el condado de Miami-Dade bajo la acusación de que ayudó financieramente a su padre mientras su progenitor permanecía huido.
La Fiscalía de Miami-Dade señaló durante el juicio de 2019 que el crimen involucró temas de «dinero, infidelidad, furia, conspiración y homicidio». EFE
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