EEUU renuncia a sancionar a Nord Stream 2, constructor de un gasoducto entre Rusia y Alemania
La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, renunció el miércoles a aplicar sanciones contra Nord Stream 2, la empresa controlada por Moscú que construye un gasoducto entre Rusia y Alemania, un proyecto que Washington había declarado anteriormente como un riesgo geopolítico para la seguridad.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una carta al Congreso que la renuncia a las sanciones originales establecidas para Nord Stream 2 AG, con sede en Suiza, y su director ejecutivo, Matthias Warnig, «está en el interés nacional de los Estados Unidos».
La medida alivia las crecientes tensiones entre Washington y Berlín en torno al proyecto, que Alemania y otros países europeos consideran crucial para garantizar el suministro de energía a largo plazo en la región.
Alemania había rechazado la inminente imposición de sanciones por considerarla una injerencia en sus asuntos internos.
En un comunicado, Blinken dijo que la administración Biden sigue, no obstante, comprometida con su posición contra Nord Stream 2.
«Seguiremos oponiéndonos a la realización de este proyecto, que debilitaría la seguridad energética europea y la de Ucrania y los países del flanco oriental de la OTAN y la UE», afirmó.
«Nuestra posición está en línea con nuestro compromiso de fortalecer nuestras relaciones transatlánticas como una cuestión de seguridad nacional».
El gasoducto de 1.200 kilómetros, que está completado en más de un 95%, discurrirá bajo el mar Báltico y duplicará los envíos de gas natural ruso a Alemania, la mayor economía de Europa.
El gigante ruso Gazprom tiene una participación mayoritaria en el proyecto, junto con un consorcio internacional que incluye a los grupos alemanes Wintershall y Uniper, el gigante holandés-británico Shell, la francesa Engie y la austriaca OMV.
Gazprom también controla Nord Stream 2 AG, cuyo director ejecutivo, Warnig, es supuestamente cercano al presidente ruso, Vladimir Putin.
– Un cambio de postura –
La decisión del miércoles supone un importante cambio en la postura anterior de Washington.
En 2020, la posibilidad de que Estados Unidos impusiera sanciones frenó la construcción del gasoducto durante casi un año.
A primera hora del miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, acogió la esperada medida como un paso conciliador.
«Entendemos que las decisiones que se han tomado en Washington tienen en cuenta la relación realmente extraordinaria que se ha construido con la administración Biden», declaró Maas.
El Departamento de Estado sí aprobó sanciones contra varios buques y pequeñas empresas y organizaciones implicadas en la construcción y administración del gasoducto.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también acogió con satisfacción la esperada medida: «Es mejor que leer anuncios de nuevas sanciones, es ciertamente positivo».
Pero la medida fue fuertemente criticada por el senador republicano Jim Risch, que la calificó como «un regalo para Putin que sólo debilitará la influencia de Estados Unidos en la preparación de la inminente cumbre Biden-Putin».
«La administración está priorizando los supuestos intereses alemanes y rusos sobre los de nuestros aliados en Europa Central, Oriental y del Norte», dijo Risch en un comunicado.