Egipto aprueba la primera ley de asilo para extranjeros en base a acuerdos internacionales
El Cairo, 19 nov (EFE).- El Parlamento de Egipto aprobó este martes un proyecto de ley que regula los asuntos de los solicitantes de asilo y personas refugiadas en el país norteafricano y que representa la primera legislación interna sobre esta cuestión en base a acuerdos internacionales.
La característica más destacada de este proyecto de ley, según la agencia de noticias oficial egipcia MENA, es que establece sus bases en los acuerdos internacionales que suscribió Egipto sobre esta materia, encabezados por el pacto de la ONU de los refugiados firmado en julio de 1951, y que hasta ahora no tenían una legislación propia en el país.
Este texto estipula el establecimiento de un comité permanente responsable de decidir la aprobación o denegación de las solicitudes de asilo en un plazo de seis meses para las personas extranjeras que entraron en el país de forma legal y de un año como máximo para quienes accedieron ilegalmente.
«Tienen prioridad aquellas solicitudes presentadas por los que tienen necesidades especiales, ancianos, mujeres embarazadas o niños no acompañados o víctimas de tráfico humano o tortura o violencia sexual», recoge la nota reproducida por MENA, que detalla que los niños refugiados tendrán derecho a la educación básica y el reconocimiento de los títulos académicos extranjeros.
La legislación reconoce al refugiado los derechos ratificados para los ciudadanos extranjeros, como el derecho a realizar trámites y procesos legales de todo tipo, el derecho al trabajo, a cobrar un sueldo digno, ejercer empleos libres, establecer empresas o unirse a otras existentes; además del derecho a la atención sanitaria adecuada y a la libertad de credo religioso, entre otros.
Asimismo, detalla que la persona que adquiera el estatus de refugiado tiene también el derecho de conseguir un documento de viaje emitido por el Ministerio de Interior, y prohíbe a las autoridades entregar o devolver al refugiado al país del que tiene nacionalidad o su país de residencia habitual para garantizar su seguridad.
Sin embargo, establece el rechazo de la petición de asilo y refugio «en el caso de que el aspirante tenga intenciones serias de cometer crímenes contra la paz, de lesa humanidad o un crimen de guerra», de la misma forma que se denegará la solicitud «si cometió un crimen grave antes de entrar a Egipto, o si está en lista de terroristas en Egipto».
«Si se rechaza una petición de refugio, el comité pedirá al ministerio competente que expulse al aspirante del país», detalla el texto.
Por otro lado, aclara que quienes entren al país ilegalmente y cumplan con los requisitos para obtener la protección internacional deben presentar su solicitud voluntariamente al comité en un máximo de 45 días desde la fecha de su llegada.
De no hacerlo, se le impondría un mínimo de seis meses de cárcel y una multa de no menos de 10.000 libras egipcias (unos 200 dólares estadounidenses) y máximo de 100.000 libras (alrededor de 2.018 dólares), o una de las dos sanciones.
Egipto se ha convertido en un socio estratégico de la Unión Europea (UE) en materia de control migratorio y evitar los flujos de migración irregular a través del mar Mediterráneo.
La UE anunció el pasado mes de marzo un paquete de 7.400 millones de euros para Egipto con el objetivo de atender cuestiones migratorias y de seguridad, además de inversiones energéticas, entre los años 2024 y 2027. EFE
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