Egipto renueva el Senado en unas elecciones sin grandes desafíos

Los egipcios comenzaron a votar este martes para elegir la cámara alta del Parlamento, en unas elecciones que culminan el miércoles sin grandes desafíos ni consecuencias políticas para el régimen del presidente Abdel Fatah al Sisi.
Están en juego 200 de los 300 escaños del Senado.
Los candidato son esencialmente partidarios del jefe del Estado, que amordazó ampliamente a la oposición en el Parlamento y también fuera.
Los otros 100 senadores son designados por Sisi, un exgeneral y exjefe de inteligencia militar que llegó al poder tras la destitución del islamista Mohamed Mursi, que enfrentó gigantescas manifestaciones un año después de convertirse en el primer presidente elegido democráticamente.
«No creo que esto vaya a añadir algo a un paisaje político que está inmóvil en Egipto», estima Mustafa Kamel al Sayed, profesor de ciencias políticas en la universidad de El Cairo. Según él, esta votación «podría ser útil como manera de recompensar a los que apoyan a Sisi».
En la capital y otras ciudades del país se pueden ver grandes carteles de promoción de candidatos poco conocidos para el gran público, mientras que videos publicados en internet explican el rol del Senado y llaman a votar.
La cámara alta del Parlamento, abolida tras la destitución de Mursi cuando se la llamaba Consejo Consultivo, fue restaurada a través de una polémica revisión constitucional en abril de 2019, ampliamente adoptada por referéndum.
En la época de la presidencia de Hosni Mubarak, que dimitió bajo la presión de un levantamiento popular durante la Primavera Árabe de 2011, la cámara alta estaba reservada esencialmente a la élite y a los miembros de su hoy disuelto Partido Nacional Democrático (PND).
– Libertades reducidas –
Esta votación interviene en plena pandemia de nuevo coronavirus, cuyo número de contagios va en descenso en estas últimas semanas en Egipto (178 nuevos casos el lunes para un total de 95.492 casos y 5.009 fallecido).
Los resultados se conocerán el 19 de agosto.
El Senado, cuyo mandato es de cinco años y donde el 10% de los escaños debe ser atribuido a mujeres, ejerce pocos poderes formales. Su misión es la de «examinar y proponer aquello que puede reforzar los pilares de la democracia, apoyar la paz social y los fundamentos de la sociedad».
«Las posiciones de la cámara alta deberían tomarse en consideración y raras veces han sido ignoradas en la historia de la asamblea legislativa», explica el diputado Mohamed Abu Hamed a la AFP. «Sin embargo, sus posiciones no son legalmente vinculantes», añade.
La cámara baja dispone de más poder pero los críticos denuncian desde hace tiempo el reducido rol del Parlamento, que solo cuenta con un pequeño bloque de oposición.
Bajo la presidencia de Sisi, elegido en 2014 y reelegido en 2018, Egipto lanzó una vasta campaña contra el movimiento islamista, en especial contra los Hermanos Musulmanes, pero también contra militantes de izquierda, periodistas y blogueros.
Los grupos de defensa de derechos humanos estiman que las libertades adquiridas tras el levantamiento de 2011 han sido sumamente reducidas, sobre todo manifestaciones y publicaciones en internet.