Ejército de Sudán ordena la liberación de cuatro ministros y promete un gobierno
El jefe del ejército sudanés, el general Abdel Fattah al Burhan, ordenó el jueves la liberación de cuatro ministros detenidos el día del golpe de Estado, el 25 de octubre, en medio de esfuerzos internacionales para restaurar restaurar el gobierno civil.
En el marco de estas presiones, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló por teléfono con el jefe militar para solicitar la «restauración inmediata del gobierno dirigido por civiles».
Antes, el ejército anunció la «inminente» formación de un ejecutivo, diez días después de que Burhan disolviera el gobierno, detuviera a los líderes civiles y declarara el estado de emergencia.
Desde entonces, Sudán, sumido en la crisis política y económica, está bloqueado en un tira y afloja entre los militares y los manifestantes contra el golpe.
El jueves, el general Burhan ordenó la liberación de cuatro ministros: Hamza Baloul (Información y Cultura), Hachem Hassabarrasul (Telecomunicaciones), Ali Jeddo (Comercio) y Yusef Adam (Juventud y Deportes).
La fecha efectiva de su excarceración no se precisó.
La mayoría de los ministros fueron detenidos el 25 de octubre, incluido el primer ministro Abdallah Hamdok, que fue trasladado a su casa en Jartum al día siguiente, donde se encuentra bajo arresto domiciliario desde entonces.
El anuncio del general se produjo poco después de una conversación con el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que pidió a su interlocutor liberar a los dirigentes detenidos y restaurar con urgencia el gobierno civil.
– EEUU pide más –
Antes del golpe, Sudán estaba gobernado por autoridades civiles y militares de transición: un Consejo Soberano presidido por el general Burhan e integrado por militares y civiles y un gobierno presidido por Hamdok.
Tras el golpe, los sudaneses salieron a la calle en masa para denunciar al poder militar. Al menos 12 manifestantes murieron y cientos resultaron heridos en la represión, según un comité de médicos prodemocracia.
Pero las protestas siguen –este mismo jueves hubieron concentraciones en Jartum–, lo mismo que la presión internacional.
Estados Unidos, que justo después del golpe suspendió parte de su ayuda económica a Sudán, dijo haber «tomado nota» de la liberación de ministros, pero aseguró que espera más pasos por parte de las fuerzas armadas.
Blinken «instó al general Burhan a liberar inmediatamente a todas las figuras políticas detenidas» y a «retomar un diálogo que devuelva al primer ministro Hamdok a su cargo», indicó su portavoz en un comunicado.
Todavía hay importantes personas detenidas, entre ellas el miembro del Consejo Soberano Mohammed al Fekki, el consejero del primer ministro Yasser Arman, o el ministro de Asuntos del Gabinete, Khaled Omar Youssef.
Según Tut Gatluak, emisario de Sudán del Sur en Jartum para mediar en la crisis, hay negociaciones para formar un gobierno, pero las posiciones son distantes entre ambos bandos.
«Burhan no tiene problema para un regreso de Hamdok a su puesto de primer ministro, pero no quiere un retorno a la situación de antes del 25 de octubre», dijo.
Un consejero de Burhan, Taher Abu Haga, citado por la televisión estatal, aseguró el jueves que «la formación de un gobierno es inminente».
El miércoles, el general Burhan se había encontrado con el emisario de la Unión Africana (UA), Olusegun Obasanjo, y afirmó que «un gobierno de tecnócratas estaba a punto de ponerse en marcha», según la agencia sudanesa SUNA.
Este país situado al sur de Egipto (este de África) es uno de los más pobres del mundo y ha vivido la mayor parte de sus 65 años de independencia bajo poder militar.
Las fuertes protestas de la población en 2019 acabaron desembocando en la caída del general Omar al Bashir tras 30 años dictadura y la conformación de este gobierno transitorio que debía conducir a unas elecciones democráticas.