El bailaor Amador Rojas sigue su gira de homenaje y retrospectiva a lo mejor del flamenco

Ginebra, 29 sep (EFE).- El bailaor Amador Rojas ha echado anclas brevemente en Suiza, una de las paradas de su gira de «Authentic Flamenco», un espectáculo de homenaje y retrospectiva a lo mejor que el flamenco tiene que ofrecer y en el que deja claro «de dónde venimos… del pueblo, de los dolores, las alegrías y los festejos».

Esta gira está creando precedentes por su longevidad y su éxito, tras más de medio centenar de países recorridos y unos 150.000 espectadores que van mucho más allá de comunidades de españoles y ha llegado a un público internacional muy diverso.

Rojas se encuentra este domingo en Ginebra, segunda ciudad de Suiza donde presentará «Authentic Flamenco» y donde conversa con EFE en una pausa de los preparativos de la noche que promete música, danza y cante.

El artista describe el espectáculo como un esfuerzo de usar el arte «para unir a la humanidad que tenemos todos… porque todos somos flamencos» y que ha podido hacerse realidad gracias al apoyo institucional que ha recibido para desarrollar y poner su concepto sobre los tablones.

«Estoy súper agradecido, nada sería posible sin el apoyo que nos ofrece el Teatro Real, así como SO-LA-NA Producciones», subrayó.

Con el espectáculo que presenta en Suiza, en el que Rojas no solo es bailarín, sino también coreógrafo y director artístico, el sevillano ha hecho una apuesta comprometida por lo que -a partir de sus cuarenta años de experiencia en el mundo del flamenco- considera como la esencia de esta tradición artística, reconocida como patrimonio cultural de España.

«Es bonito enriquecerse, engrandecer el arte y verlo avanzar, pero al mismo tiempo hay que mantener la esencia a partir de lo que dejaron los más grandes artistas porque, verás, hay mucha desvirtuación», comentó.

Aclara enseguida que no se trata de frenar la evolución, pero tampoco de tildar de flamenco contemporáneo «una danza que ya ni parece flamenca ni refleja la realidad del pueblo» y que es en este esfuerzo de preservación que se erige «Authentic Flamenco».

Rojas y su equipo llevan tres años consecutivos de gira internacional y, aunque son muchas las satisfacciones, el ritmo físico, mental y emocional es exigente, con los constantes cambios de países, ciudades, salas de espectáculo, de husos horarios, tipos de comidas y costumbres.

«Se extraña mucho a la familia, tu casa, tu gente, pero también se hacen amigos en todos lados porque amantes del flamenco hay en el mundo entero», recuerda.

El bailaor reivindica un «baile de carácter», expresado «de manera natural, como lo es andar por la calle, irte a cenar con un amor, tus amigos o con tu familia para celebrar algo… para eso no ensayas».

Describe en este sentido el flamenco como una emoción, en la que el bailarín o bailarina no interpreta un papel, sino simplemente baila y se expresa con autenticidad, como lo dice el nombre del espectáculo.

Es por ello muy probable que sean justamente su naturalidad y espontaneidad, el mover gracioso y tierno de sus manos o la impotencia por una pérdida que deja escapar en un rabioso zapateo, los fundamentos del éxito de Amador Rojas. EFE

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