El Clan del Golfo, la banda criminal que amenaza la paz total en Colombia
Bogotá, 22 mar (EFE).- El Clan del Golfo, también conocido como Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), es la mayor banda criminal del país y amenaza el sueño de «paz total» del Gobierno con una ola de violencia en el noroeste que llevó al presidente Gustavo Petro a suspender el cese el fuego bilateral con esa organización.
«Son un grupo que tiene una naturaleza que no es política, pero eso no desconoce que tienen un ejercicio de control social territorial en vastos territorios de Colombia», así definió en una entrevista con EFE la pasada semana el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda, a esta banda que nació tras la desmovilización en 2006 de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Este grupo tiene «gran capacidad de despliegue bélico, por eso es catalogado como grupo armado organizado por las autoridades», explica por su parte a EFE el analista Diego Alejandro Restrepo, de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).
Se calcula que el Clan del Golfo está compuesto por entre 8.000 y 9.000 integrantes y tiene presencia en 14 de los 32 departamentos del país donde se dedica principalmente al narcotráfico, la extorsión, la minería ilegal y el tráfico de migrantes.
MUESTRAS DE PODER
Una protesta de mineros de la región del Bajo Cauca, en el departamento de Antioquia, en rechazo a las operaciones militares y policiales contra la minería ilegal, desembocó en una ola de violencia instigada por el Clan del Golfo, según el Gobierno.
«Tiene negocios en los principales mercados criminales de Colombia como el narcotráfico, también de la minería criminal a gran escala, también tiene tentáculos en áreas de construcción, sectores madereros y otros negocios», así como nexos con organizaciones de otros países, añadió Restrepo.
Tras la extradición a EE.UU., en mayo del año pasado, de su máximo jefe, Dairo Antonio Úsuga, alias «Otoniel», el Clan del Golfo mostró los dientes al paralizar once departamentos con acciones violentas que dejaron 24 muertos.
A pesar de esa muestra de control territorial, el Gobierno insiste en que no tienen estatus político, al contrario de otras organizaciones como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) o las disidencias de las FARC.
Es por ello que el Gobierno no habla de acuerdo político sino de sometimiento a la justicia para este grupo, con el que ya tuvo conversaciones exploratorias que ahora quedan en vilo tras la suspensión del cese al fuego bilateral.
FUERZA CRIMINAL DOMINANTE
Según el centro de investigación InSight Crime, el Clan del Golfo es la «fuerza criminal dominante en Colombia, con alcance a nivel nacional».
Luego de la extradición de «Otoniel» comenzó una pugna interna por el poder que acabó en las últimas semanas con el asesinato de Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, alias «Siopas», segundo cabecilla de las AGC, y la victoria de Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias «Chiquito Malo».
Sin embargo, la influencia de los cabecillas sobre cada una de las células que conforman esta red nacional es «cada vez más débil, y el grupo tiene el riesgo inminente de dividirse en facciones independientes», según InSight Crime.
Las AGC, que nacieron en la región de Urabá (noroeste) controlan sobre todo la región Caribe y gran parte del Pacífico, zonas estratégicas para enviar drogas a Estados Unidos y otros países.
Los orígenes del Clan del Golfo, que inicialmente se conocía como «Los urabeños», se remontan al paramilitar Vicente Castaño, quien en 2006 abandonó el proceso de desmovilización de las AUC y rearmó una unidad paramilitar.
Después de luchas internas que terminaron con el asesinato de Castaño en 2007, quedó al mando Daniel Rendón Herrera, alias «Don Mario», quien monopolizó la importante ruta del tráfico de drogas por Urabá, cobrándole un impuesto a los traficantes por cada kilo de cocaína que pasaba por la zona.
«Don Mario» fue capturado en abril de 2009 con lo que las Autodefensa Gaitanistas de Colombia quedaron bajo el control de «Otoniel» y de su hermano Juan de Dios Úsuga, alias «Giovanni». Ambos comenzaron su carrera criminal en la guerrilla del Ejército Popular de Liberación (EPL), ya desmovilizada, y también pasaron por las AUC.
Los hermanos Úsuga sumaron a guerrilleros del EPL y comenzaron su expansión en áreas estratégicas para el narcotráfico, pero «Giovanni» fue abatido en 2012 con lo cual «Otoniel» quedó como único jefe de esta organización criminal y amplió su espectro a la minería ilegal, el secuestro y la extorsión, entre otros delitos.
OPERACIÓN AGAMENÓN
Para contrarrestar al Clan del Golfo, el Gobierno colombiano puso en marcha en la década pasada las operaciones Agamenón I y II con la cual logró abatir o capturar a más de una veintena de mandos de ese clan criminal.
Poco a poco fueron cayendo piezas del Clan del Golfo, un buen número de ellos familiares o personas cercanas a alias «Otoniel», entre ellas su hermana Nini Johana Úsuga David.
Ese debilitamiento condujo en octubre de 2021 a la captura de «Otoniel» en lo que el entonces presidente colombiano, Iván Duque, llamó «el golpe más duro que se le ha propinado al narcotráfico en este siglo en nuestro país». EFE
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