El Defensor del Pueblo ucraniano pide que la ONU investigue la masacre de Olenivka

Kiev, 29 jul (EFE).- El Defensor del Pueblo de Ucrania, Dmitró Lubinets, pidió este lunes a Naciones Unidas que vuelva a poner en marcha la investigación sobre la masacre de más de cincuenta prisioneros de guerra ucranianos en la localidad de Olenivka hace hoy dos años, que fue cancelada por alegaciones de falta de garantías de seguridad para sus expertos.

“Rusia no ha permitido el acceso a Olenivka a organizaciones ucranianas o internacionales. Pero otro factor que podría ser la razón para la disolución de la comisión (de investigación de la ONU) es que de los tres ciudadanos extranjeros que formaban parte de ella prácticamente todos estaban bajo la influencia de Rusia”, dijo Lubinets en un mensaje publicado este lunes en sus redes sociales.

El Defensor del Pueblo ucraniano denunció asimismo que la comisión -creada en agosto de 2022 por el secretario general de la ONU Antonio Guterres y disuelta también por él en enero de 2023- “nunca aceptó leer el material ucraniano sobre la explosión en el campo de prisioneros”.

“Yo intenté repetidamente reunirme con sus integrantes y expresé mi disposición a entregarles personalmente el material que tenemos en Ucrania”, agregó Lubinets, que ya recriminó en el pasado a los miembros de la comisión su benevolencia con Rusia, en referencia a la información en manos de Kiev sobre la muerte de sus soldados en una explosión en un centro ruso de detención de prisioneros de guerra.

“Ucrania pide que la comisión de la ONU reanude su trabajo lo antes posible o que se cree una nueva comisión para investigar exhaustivamente el ataque terrorista en Olenivka”, remachó el Defensor del Pueblo.

Rusia atribuyó la explosión que mató a más de cincuenta prisioneros de guerra ucranianos en Olenivka a un cohete HIMARS lanzado por Ucrania. Kiev y varias investigaciones independientes concluyeron que la explosión fue provocada desde dentro del campo de prisioneros.

El centro de detención de Olenivka está situado en la localidad homónima, en la parte ocupada por Rusia de la región ucraniana oriental de Donetsk, y cerca del frente, lo que constituye una práctica prohibida por el derecho internacional debido al riesgo que representa para los prisioneros de guerra. EFE

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