El empresario del escándalo inmobiliario del Vaticano dice que afecta a su «integridad»
Londres, 27 jun (EFE).- El empresario Raffaele Mencione, centro de un escándalo por un negocio inmobiliario con el Vaticano, dijo este jueves ante un tribunal de Londres que las acusaciones de que infló el valor de una propiedad afectan su reputación profesional.
El escándalo estalló en 2019 tras salir a la luz la compra de un edificio en la calle Sloane Avenue, del barrio londinense de Chelsea, pero que fue una operación especulativa al dejar un agujero negro de unos 136 millones de euros para las cuentas vaticanas.
El inmueble costó a la Santa Sede 350 millones de euros, pero años después fue vendido por unos 214 millones de euros.
El Tribunal Superior de Londres empezó ayer a atender este caso, en el que Mencione ha pedido a la corte que dictamine que él actuó de buena fe en el negocio con la Secretaría de Estado del Vaticano.
Los abogados de la Secretaría, que forma parte del gobierno de la Santa Sede, afirman que Mincione «se benefició a expensas de la Secretaría» a través del acuerdo, que, según dijeron, «implicaba un fraude», pero el empresario señaló en unos documentos judiciales presentados al tribunal que tales acusaciones son falsas.
«Mi nombre ha aparecido en numerosos artículos de prensa en relación con las falsas acusaciones de la Secretaría sobre fraude y corrupción en relación con la venta de la propiedad», señaló.
«Estas acusaciones afectan tanto mi integridad personal como mi reputación profesional como empresario dentro del sector financiero», puntualizó.
El abogado Charles Samek, representante de Mincione, dijo a la corte que las acusaciones contra el empresario, que tiene pasaporte británico y ha vivido en Chelsea durante más de 30 años, eran «infundadas» y «carecían de fundamento».
El financiero Raffaele Mincione y su firma luxemburguesa Athena Capital Fund actuaron como gestores de inversiones para la Secretaría de Estado del Vaticano entre 2014 y 2018.
La intención de la propiedad del oeste de Londres era convertirla en 49 apartamentos de lujo, pero después de que surgieron problemas con el proyecto, el Vaticano la vendió con una pérdida sustancial.
El organismo que forma parte del gobierno de la Santa Sede compró una participación del 45% en la propiedad en 2014 y la compró totalmente en 2018.
El proceso continuará hasta finales de julio. EFE
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