El FMI eleva la previsión de crecimiento para EEUU en 2017 y 2018
El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó este martes su previsión de crecimiento para Estados Unidos en 2017 y 2018, pero alertó en los próximos años ese aumento podría ser más lento si no se resuelven «incertidumbres», especialmente en materia fiscal.
En su nuevo Panorama Económico Mundial el FMI proyectó un crecimiento de 2,2% para este año -0,1 punto porcentual más que la previsión divulgada en julio-, a raíz de una fuerte confianza en el mercado interno.
En 2018 la economía estadounidense deberá expandirse aún más, a 2,3%, lo que representa un reajuste de 0,2 punto porcentual sobre el estimado de julio.
De acuerdo con el FMI, estos números se apoyan en parte en una sensible recuperación en el sector de energía, un mayor nivel de gastos entre consumidores y fuertes inversiones registradas en la primera mitad del año.
Sin embargo, el órgano financiero internacional apuntó que será difícil para Estados Unidos mantener ese ritmo de crecimiento, a menos que se adopten algunas reformas para estímulo a la economía.
«Mirando hacia un horizonte de más largo plazo, se crecimiento de la economía estadounidense tenderá a la moderación», indicó el FMI, para añadir que los actuales estimados presuponen que no habrá cambios en la política fiscal.
En las previsiones que el FMI había publicado en abril de este año -cuando llegó a proyectar un crecimiento de 2,5% para 2018-, los técnicos de la entidad habían asumido que el partido Republicano, del presidente Donald Trump, no encontraría grandes dificultades en hacer aprobar en el Congreso un nuevo código impositivo.
– Incertidumbre fiscal –
Sin embargo, el FMI ahora menciona que Estados Unidos enfrenta «significativa incertidumbre en materia de política», y menciona que el aumento en el promedio de edad de la mano de obra empleada así como una baja productividad podrían actuar como un freno al crecimiento de la economía más allá de un 1,8% al año.
Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, a inicios de este año, prometió crear 25 millones de nuevos empleos en una década y hacer que la economía estadounidense crezca a un ritmo de 3% al año mediante una rebaja generalizada de impuestos, eliminación de regulaciones y pesadas inversiones en infraestructura.
En agosto, líderes de la Casa Blanca y del partido Republicano lanzaron una propuesta fiscal que incluye fuertes recortes, especialmente a las grandes empresas, y esperan alcanzar algún tipo de acuerdo en enero próximo.
La semana pasada, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, había formulado un llamado urgente a Estados Unidos a llevar adelante una reforma de su sistema fiscal, alegando que ello era «necesario desesperadamente» para impulsar el crecimiento.
Sin embargo, la mayoría de los analistas políticos considera que las posibilidades de aprobación de esa propuesta lanzada por la Casa Blanca pende de un hilo, en parte debido a la problemática relación entre el presidente y el Congreso.
Además de una amplia reforma fiscal, el FMI apuntó que la educación debe permanecer como una prioridad para Estados Unidos, en especial el apoyo a la educación primaria pero también en programas de soporte a las ciencias, la tecnología, ingeniería y matemática.