El Gobierno colombiano firma acuerdos con indígenas que pedían salud, educación y tierras
Bogotá, 29 nov (EFE).- El Gobierno colombiano e indígenas embera del departamento de Risaralda (centro) firmaron este viernes en Bogotá acuerdos en los que el Ejecutivo se comprometió a mejorar el acceso a salud, educación, vivienda y tierras productivas, por lo que 4.000 de ellos regresarán a sus lugares de origen.
Así lo informaron el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Felipe Harman, y el Consejero Mayor del Consejo Mayor Indígena de Risaralda, Marco Fidel Guasarave, quienes estuvieron al frente de las negociaciones que permitieron finalizar las protestas que duraron cuatro días en Bogotá.
«Hay una agenda robusta de más de 10 propuestas concretas de las autoridades indígenas que se desarrollarán» en los próximos dos años, según explicó Harman.
El funcionario destacó que los diálogos para llegar a los acuerdos duraron cuatro días sin que hubiesen presentado desórdenes en los lugares ocupados.
El martes pasado, cuando los indígenas llegaron a Bogotá en 60 autobuses, instalaron carpas frente al edificio de la Agencia Nacional de Tierras y dijeron que estarían allí «el tiempo que fuera necesario».
Además de exigirle al Gobierno de Gustavo Petro cumplir con los apoyos que les prometió en áreas como salud, educación y vivienda, también denunciaron que en los últimos dos años han muerto por lo menos 110 niños indígenas menores de cinco años por desnutrición.
En los acuerdos firmados este viernes el Gobierno se comprometió a ofrecer seguridad a los indígenas en el retorno a sus zonas, fortalecer el Programa de Acceso a Tierras, con compromisos detallados para 2024, 2025 y 2026, y la ampliación del Resguardo Indígena Kurmadó de Marsella, en el departamento de Caldas (centro).
Además, el Gobierno dijo que garantiza el acceso a servicios básicos como salud y educación, y el fortalecimiento de proyectos productivos en las zonas en las que viven los indígenas para promover su autonomía.
En agosto más de 800 indígenas embera retornaron a sus territorios desde Bogotá tras casi un año viviendo bajo carpas de plástico y precarias condiciones en el céntrico Parque Nacional para reivindicar las garantías de paz en sus tierras, de los que salieron debido al conflicto armado y la violencia. EFE
ocm/gbf