El informe previo a la Conferencia de Múnich ve un mundo polarizado y con incertidumbres
Rodrigo Zuleta
Berlín, 10 feb (EFE).- El informe previo a la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) -que prepara cada año un grupo de expertos- muestra un mundo polarizado y lleno de incertidumbres, con un gran número de actores con capacidad de influir en los asuntos globales y con el liberalismo político y económico puesto en duda en muchas partes del mundo.
‘Multipolarizaciónon’ es el título del documento que debe servir como orientación para muchas discusiones en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
«Se puede discutir si estamos en un mundo multipolar, pero es claro que asistimos a una multipolarización», dijo este lunes en Berlín en la presentación del informe uno de sus responsables, Tobias Bunge.
De un lado, el liberalismo es cuestionado tanto en lo político como en lo económico por el crecimiento del populismo y del nacionalismo. De otro lado, hay una tensión ideológica entre democracias y autocracias.
Ante la multipolarización hay en el mundo una postura optimista que ve las posibilidades de una mayor gobernanza global y de una mayor resistencia al poder de EE.UU., visto durante mucho tiempo como demasiado dominante por algunos.
En la lectura pesimista, en cambio, la multipolarización aumenta el riesgo de desórdenes y conflictos y socava las posibilidades de una cooperación efectiva.
El informe apunta a que mientras que en los países del G7 (las siete economías más ricas del mundo) hay poco optimismo frente a un mundo multipolarizado en los países BICS, los BRICS sin Rusia, se ve en un mundo multipolar la posibilidad de que haya distintas perspectivas sobre el orden internacional vigente y un futuro deseable.
El efecto Trump y el fin de una narrativa
La victoria electoral de Donald Trump, según el informe, representa el entierro del consenso que había en la política exterior estadounidense de la posguerra, según la cual un internacionalismo liberal era lo que mejor servía a los intereses estadounidenses. Para Trump y muchos de los que lo apoyan el orden internacional creado por EE.UU. ha sido un mal negocio (bad deal).
La consecuencia de ello puede ser que EE.UU. renuncie a su papel histórico en Europa como garante de paz, lo que puede tener consecuencias importantes para Ucrania. En la política exterior estadounidense de los próximos años podría verse una perspectiva bipolar frente a China. Esto sin embargo puede acelerar la multipolarización del sistema internacional.
China es el promotor más destacado de un orden multipolar definiéndose a si misma como abogado de los países del llamado sur global. En Occidente muchos ven la defensa de Pekín de la multipolaridad como un disfraz retórico en su competencia por el poder con Estados Unidos.
Aunque bajo la presidencia de Trump la competencia con EE.UU. puede intensificarse, Pekín a la postre puede verse beneficiado por el abandono estadounidense de compromisos internacionales o el alejamiento de sus socios tradicionales.
La UE ante graves retos
La Unión Europea (UE) está ante graves y difíciles retos con los desafíos a que está siendo sometido el orden internacional. La guerra de agresión de Rusia contra Ucrania y el crecimiento del populismo nacionalista dentro de las sociedades europeas ponen en cuestión elementos centrales de la visión liberal de la UE.
La reelección de Trump puede intensificar estos retos y reanimar el debate acerca de que la UE tiene que convertirse en un polo autónomo en la política internacional. Pero también puede fortalecer los movimientos populistas que profundizarían la división europea interna y socavan la capacidad de la UE de hacer frente a las crisis.
Los mayores ataques al orden internacional en este siglo han venido de Rusia. Su visión es la de un mundo multipolar alrededor de Estados civilizadores entre los que Rusia se cuenta. Países más pequeños -entre los que Rusia cuenta a Ucrania- caen con ello en una esfera de influencia de los Estados civilizadores.
Al margen de las discrepancias entre la visión que tiene Rusia de si misma y su verdadero poder, Moscú ha tenido cierto éxito en sus esfuerzos por desestabilizar el orden internacional. Sin embargo, Rusia está ante problemas económicos crecientes y ante las consecuencias de sus excesos imperialistas. Con todo, la capacidad rusa de implementar su visión de un mundo multipolar con diversas esferas de influencia depende de la reacción de los otros. EFE
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