El islote con 80 toneladas de basura refleja un drama sanitario en Río de Janeiro
Carlos A. Moreno
Río de Janeiro, 8 feb (EFE).- Un pequeño islote ubicado a pocos metros del puerto de Río de Janeiro y con sus playas tapizadas por unas 80 toneladas de basura es la muestra del fracaso de la renovada promesa de las autoridades de este estado brasileño de descontaminar la bahía de Guanabara.
Se trata de la Ilha de Pombemba, un islote deshabitado con cerca de 600 metros de extensión cubierto de vegetación de restinga, que se ha convertido en un indicador de la cantidad de basura que se arroja diariamente a la bahía que baña Río de Janeiro.
Pese a que a la distancia parece un punto verde en medio del mar en el que anidan garzas y gaviotas, al acercarse es posible percibir sus playas plagadas de basura, principalmente plásticos, neumáticos, textiles, amarras de barcos y hasta sofás y colchones.
En una visita de poco menos de una hora que EFE hizo a este islote de formación artificial, ya que nació del material retirado en los dragados del puerto, cuatro pescadores voluntarios consiguieron retirar 84 kilos de envases reciclables.
«La situación no es muy diferente a la de otras islas y playas en la bahía de Guanabara, pero, como Pombemba está deshabitada, la basura se va acumulando. Hicimos un estudio en el que calculamos que hay al menos 80 toneladas de basura», dijo a EFE la regatista de vela e ingeniera ambiental Juliana Poncioni Mota, fundadora y directora de la organización ecologista Nas Marés.
La nueva promesa para los Panamericanos
La situación sanitaria de la bahía salió nuevamente a flote en enero, cuando Río anunció un nuevo plan para descontaminarla como uno de sus compromisos para adjudicarse, junto con la vecina ciudad de Niterói, el derecho a organizar los Juegos Panamericanos de 2031.
Fue la misma promesa hecha antes de los Juegos Panamericanos de 2007, de los Juegos Olímpicos de 2016 y del proceso de concesión del servicio de saneamiento a una empresa privada en 2021.
Pese a los avances logrados, la promesa nunca fue totalmente cumplida.
En estos años, hubo una reducción de los índices de contaminación gracias a millonarias inversiones en tuberías para reducir los vertidos de aguas negras y en la instalación de barreras para contener la basura procedente de cientos de favelas sin saneamiento.
En consecuencia, algunas playas en las que el baño era prohibido, como las de Flamengo, Botafogo y Gloria, hoy tienen calidad de agua aceptable y atraen a cientos de bañistas.
Las deficiencias en saneamiento continúan
Aún así, mientras que en Río y Niterói la población sin servicio de tratamiento de aguas negras se limita al 4,5 %, en las otras cinco populosas ciudades ubicadas a orillas de la bahía, ese indicador varía entre el 90 % y el 100 %.
El Instituto Regional del Ambiente (INEA) asegura que actualmente hay ecobarreras en 17 ríos y canales que desembocan en la bahía y que permitieron retirar en los dos últimos años 155 toneladas de residuos sólidos tan solo en el canal do Mangue, ubicado justo al frente de la Ilha de Pombeba.
No obstante, según cálculos de la Asociación Brasileña de Empresas de Limpieza Pública, la bahía recibe 100 toneladas de basuras por día.
«La bahía de Guanabara es un ecosistema muy rico y con mucha biodiversidad, pero cada año perdemos esa riqueza por muchos impactos, como la contaminación por combustibles, los desechos y la falta de saneamiento», asegura Poncioni Mota.
Según la ecologista, uno de los principales problemas es el plástico, que es un material que usamos como descartable por pocos minutos y que dura para siempre.
«Se trata de una problema mundial, ya que el mundo produce 400.000 millones de toneladas de plásticos al año, de las que 11.000 millones terminan en los océanos, pero con un gran impacto en la bahía de Guanabara», afirma.EFE
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