El M23 desmantela campamentos de desplazados en Goma y obliga al regreso de los refugiados
Kinsasa, 11 feb (EFE).- La administración impuesta por el grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23) en Goma, al noreste de la República Democrática del Congo, ordenó el desmantelamiento de los campamentos de desplazados en las afueras de la ciudad, obligando a miles de refugiados que huyeron del conflicto a volver a sus hogares, confirmó a EFE este martes una ONG local.
La coalición que ahora intenta gobernar Goma, la Alianza Río Congo (AFC-M23), que integra a los rebeldes del M23, dio un ultimátum a las personas que se refugiaban en los dos mayores campos de desplazados, en Kanyaruchinya y Bulengo, para que abandonen sus instalaciones en un plazo de 72 horas, explicó a EFE un voluntario de la organización humanitaria Adif, De Paul Bukulu.
Según Bukulu, los desplazados de Kanyaruchinya aceptaron abandonar el campamento, ahora destruido, pero los de Bulengo «se resistieron a este ultimátum».
«Dicen que no saben adónde ir, sus casas fueron destruidas durante los enfrentamientos, sus negocios han sido destruidos, sus campos bombardeados. Todo está destruido y no saben qué hacer», explicó este voluntario en una conversación telefónica.
Desde el AFC-M23 justifican esta decisión argumentando que ya no hay enfrentamientos de los que huir, dijo Bukulu.
«Es una victoria que las autoridades quieren presentar: ya estamos aquí, ya no hay enfrentamientos. Ahora, calma y a casa», señaló el voluntario, al tiempo que aseguró que el M23 debería, para ello, «reparar el tejido humanitario» con «fondos o herramientas» para que los desplazados, que lo han perdido todo, «puedan emprender algún tipo de actividad».
Por su parte, el director adjunto de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en Goma, Bounena Sidi Mohamed, aseguró a EFE, en una llamada telefónica, que están «muy preocupados por esta salida forzosa».
«Estamos en contacto con el punto de enlace de las autoridades sobre el terreno, para ver cómo podemos aliviar el sufrimiento de estos desplazados y crear las condiciones adecuadas (para el retorno a sus hogares), pero eso no es lo que está ocurriendo sobre el terreno», dijo Mohamed.
«Se trata de un retorno forzoso que está provocando otro desplazamiento forzoso porque no se dan las condiciones de seguridad», denunció.
Asimismo, aseguró que este desplazamiento forzado ha provocado que la población desplazada saquee los almacenes de diversas organizaciones humanitarias.
Según un informe de la OCHA, los combates entre el Ejército congoleño y el M23, que culminaron con la toma de Goma, capital de la provincia Kivu del Norte, por parte de los rebeldes el pasado 27 de enero, dejaron a casi 3.000 muertos y 2.900 heridos.
Además, desde principios del año, cerca de 700.000 personas han huido del conflicto, lo que eleva a 6,3 millones la cifra de personas desplazadas dentro de la RDC.
En un intento por desescalar el conflicto, los líderes de África oriental y África meridional, reunidos en una cumbre conjunta celebrada el pasado sábado en Tanzania, ordenaron que los jefes militares de los países de ambas regiones se reúnan en un plazo de cinco días para dar instrucciones «técnicas» para el cese inmediato de las hostilidades en el noreste de la RDC.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército de la RDC en Kivu del Norte y, desde entonces, ha avanzado por varios frentes hasta situarse en Goma, capital de unos dos millones de habitantes que es sede de ONG internacionales e instituciones de la ONU y que el grupo ya ocupó durante diez días en 2012.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco. EFE
py/pga/av