El PMA denuncia el saqueo de sus almacenes en el este de RDC tras el avance de rebeldes
Kinsasa, 17 feb (EFE).- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU denunció este lunes el saqueo el pasado fin de semana de sus almacenes en la ciudad de Bukavu, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), coincidiendo con la toma de la urbe por parte del poderoso grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23).
«El PMA condena el saqueo de sus almacenes en Bukavu, en (la provincia de) Kivu del Sur, en el este de la RD del Congo, durante el fin de semana. Los alimentos almacenados estaban destinados a proporcionar apoyo vital a las familias más vulnerables que se enfrentan a una crisis humanitaria creciente», dijo esta agencia de la ONU a través de la red social X.
«Mientras la violencia se extiende y que el acceso a los alimentos es cada vez más difícil, el PMA está preparado para reanudar la asistencia alimentaria esencial para los más vulnerables tan pronto como sea seguro hacerlo», añadió.
La agencia hizo «un llamamiento urgente a todas las partes en conflicto para respetar sus obligaciones según el derecho internacional humanitario, incluida la protección de los civiles y los trabajadores humanitarios».
El M23, que cuenta con el apoyo de Ruanda -según la ONU y países como Estados Unidos, Alemania y Francia-, tomó este fin de semana Bukavu, estratégica capital de Kivu del Sur y donde los rebeldes empezaron a acceder el pasado viernes.
El grupo ocupó Bukavu, de algo más de un millón de habitantes, pese a asegurar el pasado 3 de febrero que no pretendía tomar la ciudad.
Así, el M23 controla ahora las dos capitales de las provincias vecinas de Kivu del Norte y Kivu del Sur, fronterizas con Ruanda y ricas en minerales como el oro o el coltán, fundamental en la industria tecnológica y en la fabricación de teléfonos móviles.
Los rebeldes tomaron este 27 de enero Goma -capital de Kivu del Norte, de unos dos millones de habitantes y sede de ONG internacionales y agencias de Naciones Unidas-, tras intensos combates con el Ejército congoleño que causaron cerca de 3.000 muertos, casi 2.900 heridos y cientos de miles de desplazados, según la ONU.
La ofensiva del M23 -formado principalmente por tutsis que sufrieron el genocidio ruandés de 1994- ha incrementado la tensión entre la RDC y Ruanda, ya que el Gobierno congoleño acusa a Kigali de apoyar al M23, un extremo que ha confirmado la ONU.
Por su parte, Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo fundado en el año 2000 por cabecillas del genocidio y otros ruandeses exiliados para recuperar el poder político en su país, una colaboración corroborada también por la ONU.
La actividad armada del M23 se reanudó en noviembre de 2021 con ataques relámpago contra el Ejército congoleño en Kivu del Norte y, desde entonces, avanzó por varios frentes hasta tomar Goma y Bukavu.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco). EFE
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