El presidente de Israel dice que lo último que necesita el país es «agitación y ruptura»
Jerusalén, 5 nov (EFE).- El presidente de Israel, Isaac Herzog, aseguró este martes tras el súbito cese del ministro de Defensa, Yoav Gallant, el cual ha desatado una ola de protestas en todo el país, que «lo último que el Estado de Israel necesita ahora es una agitación y una ruptura en medio de la guerra».
El primer ministro Benjamín Netanyahu anunció esta noche la salida de Gallant de su Gobierno debido a discrepancias y «brechas significativas» con el ministro relacionadas con la gestión de la guerra en Gaza.
«¡No debemos retroceder hacia el abismo! Los enemigos de Israel sólo esperan una señal de debilidad, desintegración o división dentro de nosotros», dijo Herzog en X que evitó citar por nombre a ninguno de los protagonistas de esta última crisis gubernamental.
Su mensaje de conciliación es similar al repetido durante las protestas masivas de principios de 2023 contra la reforma judicial impulsada por Netanyahu, a la que también se opuso Gallant costándole su puesto, para ser readmitido poco después debido a la creciente presión en las calles.
Herzog subrayó, además, que «la guerra aún continúa y los objetivos aún no se han logrado por completo» y concluyó asegurando que «el papel de la dirección es actuar con gran responsabilidad» en un momento como este y que «la seguridad del Estado de Israel debe estar por encima de todas las consideraciones».
Tras el anuncio de Netanyahu, alabado por sus socios de Gobierno, miles de manifestantes han salido a protestar cerca de su residencia en Jerusalén y en Tel Aviv, pero también en las ciudades israelíes cercanas a Líbano pese al temor del lanzamiento de cohetes por la milicia Hizbulá.
En Jerusalén, manifestantes entre gritos de ‘corrupto’ -dirigidos al primer ministro- reprochaban una decisión que creen únicamente favorece la supervivencia política de Netanyahu, pero no al país, desgastado por una guerra en Gaza desde hace más de un año.
En esta línea, el líder de la oposición israelí, el centrista Yair Lapid, tachó de “acto de locura” la salida de Gallant en medio de la guerra y consideró que Netanyahu está asegurando su “supervivencia política” por encima de la seguridad de Israel y la del Ejército.
El propio Gallant acusó hoy en un discurso a Netanyahu de haberle cesado por oponérsele en tres cuestiones: el reclutamiento universal (incluido el de judíos ultraortodoxos), el compromiso de devolver a los rehenes y la necesidad de una comisión estatal de investigación sobre los ataques y la brecha de seguridad el 7 de octubre. EFE
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