El pueblo de Salò, último bastión fascista, retira los honores a Mussolini
Roma, 27 feb (EFE).- La localidad italiana de Salò (norte), «capital» del último bastión fascista durante la II Guerra Mundial, ha retirado la ciudadanía honorífica al dictador Benito Mussolini más de un siglo después de concedérsela.
La junta municipal aprobó la pasada noche por doce votos a favor, tres contrarios y una abstención la moción que retira la ciudadanía honorífica al dictador fascista, concedida el 24 mayo de 1924.
El alcalde de Salò, Francesco Cagnini, que en 2024 logró arrebatar el poder a la derecha tras dos décadas con una lista cívica de centroizquierda, aseguró que no busca «dividir», como reprochaba parte de la derecha, sino defender «la libertad y la democracia».
«Este alcalde nació casi cincuenta años después de la liberación de 1945 por lo que esto no puede verse como una contraposición ideológica sino como un momento de unión y pacificación que reafirma el amor por la libertad y la democracia. Es una medida que mira al futuro», refirió ante el pleno.
Y subrayó que la ciudadanía honorífica a Mussolini fue otorgada en 1924, dos años después de su toma del poder, obligados por los escuadrones fascistas, como muchos otros municipios.
Asimismo, su concejal Tiberio Evoli, promotor de la moción, sostuvo que se inspiró en «los valores constitucionales».
La retirada de la ciudadanía se produce cuando se cumplen 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial, la «liberación» italiana del nazi-fascismo y de la ejecución del tirano que gobernó con puño de hierro el país durante dos décadas y que acabó fusilado en 1945 por partisanos y expuesto colgado en la Plaza Loreto de Milán (norte).
Desde entonces, numerosos municipios han ido renegando del legado del dictador, pero cobra un especial significado en Salò, pues fue en esta localidad de la provincia de Brescia, a orillas del lago de Garda, donde los últimos fascistas intentaron resistir.
El pueblo fue la capital de lo que se conoció como la República social Italiana, el bastión fascista controlado por la Alemania nazi que gobernó parte del norte del país tras la rendición del Reino de Italia a las fuerzas aliadas en septiembre de 1943.
La ‘República de Salò’, que en realidad incluía este pueblo y otros de las inmediaciones, fue un último intento desesperado del dictador y de los nazis de mantener el control de parte del país, aunque los fascistas fueron definitivamente derrotados en 1945.
Sin embargo, algunos de estos últimos fascistas que formaron parte de la República Social Italiana, como Giorgio Almirante, siguieron en política con la democracia fundando el Movimiento Social Italiano, partido en los orígenes de los actuales Hermanos de Italia de la primera ministra, Giorgia Meloni. EFE
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