El Salvador destaca el estoicismo de Felipe VI en su visita a zonas afectadas por temporal
Cuenca (Ecuador), 15 nov (EFE).- El Gobierno de El Salvador se solidarizó este viernes con España, en especial con la Comunidad Valenciana, por las inundaciones que dejaron 220 fallecidos y destacó el «estoicismo» del rey Felipe VI en su visita a las ciudades afectadas y recibió «la ira justa» de la población.
«Expreso la solidaridad con el pueblo español, especialmente con la Comunidad Valenciana», dijo el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, durante su intervención en el marco de la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefas y jefes de Estado y de Gobierno, que se desarrolla en la ciudad ecuatoriana de Cuenca (sur).
Además, quiso «reconocer públicamente ese alto sentido de humanismo de su majestad, Felipe VI, de la reina Letizia, de salir en momentos de angustia a consolar a su pueblo, y el estoicismo con el que recibieron la ira justa de una población que se sentía abandonada por los liderazgos políticos», dijo.
Solidaridad con los pueblos
Tras destacar que El Salvador es el país más pequeño de la América continental y que no cuenta con los recursos naturales que tienen otras naciones, han sido solidarios con los pueblos cuando han visto tragedias, tanto por fenómenos naturales como el caso de España, mientras en el tiempo de la pandemia de la covid-19, compartieron las vacunas con otras naciones centroamericanas.
El «milagro económico»
Ulloa destacó que la Cumbre iberoamericana está dedicada a la innovación, inclusión, sostenibilidad, tres elementos con los cuales El Salvador «ha estado totalmente alineado».
Haciéndose eco de palabras de Bukele, cuando asumió por segunda vez el mandato en junio pasado, dijo que en esta nueva etapa El Salvador se lanza «al despegue económico, al milagro económico (…) después de haber logrado el milagro de la seguridad».
El vicepresidente salvadoreño anotó que cualquier planificación estratégica, política pública, plan de gobierno o visión que se tenga por estratégica, por importante que sea, «si no están las condiciones de la seguridad garantizadas, es muy difícil poder alcanzar logros».
«Nosotros lo sufrimos porque tuvimos que enfrentar uno de los flagelos más grandes que sufren otros países de la región y es el flagelo de la violencia institucionalizada», indicó.
El vicepresidente comentó que el Estado en El Salvador había perdido soberanía en una gran parte del territorio, y «eran las bandas criminales las que controlaban buena parte del territorio nacional y tenía sometida a nuestra población».
En ese sentido, recordó que el Gobierno «declaró la guerra contra las pandillas» y han «podido limpiar las comunidades de esta pandemia, devolver la armonía, la tranquilidad y la paz a las comunidades», y empezar a planificar el crecimiento y desarrollo económico del país. EFE
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