La Fiscalía salvadoreña pone bajo secreto información de fosas clandestinas
San Salvador, 28 jun (EFE).- La Fiscalía de El Salvador puso bajo secreto por dos años la información estadística relaciona con las fosas y cementerios clandestinos diseminados en el país, a causa de que su publicación supuestamente pone en riesgo las investigaciones.
Efe revisó el índice de información reservada de la Fiscalía en el que se indica que quedaron bajo reserva, desde el 3 de junio pasado, «los datos estadísticos que ser deriven de información contendida en expedientes de investigación o que se encuentren en sede judicial» relacionadas con estas fosas.
Es decir, que la población no tendrá acceso a las estadísticas de estos cementerios clandestinos, atribuidos a las pandillas y en los que se han localizado personas reportadas como desaparecidas.
Dicho índice especifica que no se podrá conocer públicamente la cantidad de fosas y cementerios clandestinos, su ubicación, fecha del hallazgo y los delitos investigados.
La Fiscalía también declaró que no son públicos los datos del número de cuerpos, restos u osamentas localizadas, además del sexo, edad y número de personas identificadas.
La Fiscalía justificó la decisión bajo el artículo 19 de la Ley de Acceso la Información Pública (LAIP), que señala en su litera «f» indica que es reservada la información que cause «un serio perjuicio en la prevención, investigación o persecución de actos ilícitos».
El institución también citó el literal «g», que permite poner en reserva la información que pueda comprometer «las estrategias y funciones estatales en procedimientos judiciales o administrativos en curso».
Si embargo, esta misma ley señala que es «información oficiosa» (pública) la «estadística que generen, protegiendo la información confidencial» las entidades obligadas, incluida la Fiscalía.
La institución afirmó que esta información «constituye un elemento relevante para la construcción de una línea de investigación» y que, siendo pública, «puede ser utilizada por terceros para perjudicar o poner en riesgo la investigación».
«La divulgación de la información trae como consecuencia que organizaciones criminales interfieran en el curso de los procedimientos, al ocultar, eliminar, destruir o mover de lugar evidencias relevantes», sostuvo la Fiscalía.
La información que la Fiscalía tradicionalmente ha entregado a ciudadanos que solicitan estos datos, principalmente periodistas, no incluyen ubicaciones especificas de las fosas o de las identidades de las víctimas.
Israel Ticas, uno de los forenses más reconocidos en el país y que trabaja para la Fiscalía, ha señalado en diferentes ocasiones que si una persona pasa más de ocho días desaparecida existe una alta probabilidad de que haya sido asesinada y enterrada en un cementerio clandestino. EFE
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