El Senado chileno aprueba la reforma de las pensiones, que llega a su último trámite
Santiago de Chile, 28 ene (EFE).- El Senado chileno aprobó este lunes por la noche la reforma de las pensiones, una de las grandes promesas de campaña del presidente, Gabriel Boric, con la que se busca mejorar las bajas jubilaciones mediante un aumento de la cotización y la creación de un seguro social.
Por 40 votos a favor y 7 en contra, procedentes en su mayoría de la oposición, la Cámara Alta despachó el proyecto que este miércoles enfrentará su tercer y último trámite parlamentario en la Cámara de Diputados.
«Este proyecto no solo está bien pensado, es absolutamente indispensable», señaló el senador Rodrigo Galilea, de la coalición de derecha Chile Vamos.
El proyecto, que ha sufrido modificaciones sustantivas desde que fue presentado por la Administración de izquierdas en noviembre de 2022, supone la mayor reforma en 40 años al sistema privado de capitalización individual creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
«Esta votación divide profundamente a la oposición (…) es un golpe a la clase media y las pymes. Una reforma donde los que ganan más pagan menos. Introduce, para una sociedad que envejece, el cáncer del reparto y relativiza la propiedad de los ahorros previsionales», dijo el senador ultraderechista Rojo Edwards, cuyo partido rechaza la propuesta por oponerse a cualquier sistema de reparto.
También la izquierda más radical rechazó en varias ocasiones el proyecto porque aspiraba a cambiar profundamente el sistema y eliminar las administradoras de fondos de pensiones (AFP) tal y como proponía el proyecto original presentado por el Gobierno de Boric.
Durante las negociaciones con la oposición el Ejecutivo también desistió de crear una gestora pública de pensiones que compitiera contra las AFP. Pese a todas las renuncias, a último momento, los senadores comunistas terminaron aprobando el texto.
El proyecto busca beneficiar a cerca de 2,8 millones de jubilados, con incrementos de sus pensiones de entre un 14 % y un 35 %. Propone aumentar la pensión básica universal de 214.000 pesos (216 dólares al cambio de hoy) hasta 253.000 (250 dólares) y subir de manera gradual la cotización del 10 % actual al 17 %, a cargo del empleador
Los empresarios pasarán a pagar entonces el 7 % adicional de cotización más el 1,5 % que actualmente pagan en concepto de seguros por invalidez, que se repartirá entre las cuentas de capitalización individual (4,5 %), un nuevo seguro social (2,5 %) y una especie de préstamo de los trabajadores al Estado que se les devolverá con intereses cuando se jubilen (1,5 %).
Las pensiones llevan años en la lista de las principales preocupaciones de los chilenos y la refundación del sistema fue una de las principales demandas en la ola de protestas de octubre de 2019, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos.
Instaurado en 1981, el sistema chileno fue pionero en la región en desechar el modelo de reparto y obligar a cada trabajador formal a aportar el 10 % de su sueldo mensual a una cuenta personal de la que puede disponer cuando se jubile (60 años las mujeres y 65 años los hombres), tutelada por una de las siete AFP existentes.
Sus defensores argumentan que el modelo ha contribuido al desarrollo del mercado nacional de capitales, mientras que sus detractores consideran que las inversiones de las AFP han beneficiado exclusivamente a las élites y que el sistema solo funciona si se tiene un empleo estable y un ingreso alto, algo impensable para la gran mayoría de los trabajadores.
Las personas que se jubilaron en 2023 recibieron una pensión promedio por parte de las AFP de 184.000 pesos (184 dólares), según la Fundación Sol.
Ninguna de las reformas tramitadas en los segundos mandatos de los expresidentes Michelle Bachelet (2014-2018) y Sebastián Piñera (2018-2022) salieron a flote y solamente obtuvieron logros parciales, como la creación de la pensión universal para aquellos sectores más vulnerables a los que no alcancen las cotizaciones. EFE
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