Eletrobras inicia privatización de distribuidoras con venta de Cepisa
La brasileña Equatorial Energia compró este jueves Cepisa, la primera de las seis endeudadas distribuidoras de la estatal Eletrobras que el gobierno puso a la venta en el marco de un polémico programa de privatizaciones.
Equatorial Energia, un holding que controla ya dos compañías de generación y distribución en Maranhao (noreste) y Pará (norte), fue la única ofertante en la subasta celebrada en la Bolsa de Sao Paulo para hacerse con el control de Cepisa, la Companhia Energética del empobrecido estado de Piauí.
La subasta, que se inició en base a un precio simbólico de 50.000 reales (13.500 dólares, al cambio del jueves), se atribuyó en base a un índice técnico que incluía una flexibilización tarifaria, un compromiso de aporte de capital de 720 millones de reales (unos USD 195 millones) a la compañía y un pago al Tesoro brasileño de 95 millones de reales por el derecho de operación.
Otras cinco distribuidoras -Amazonas Energía, Boa Vista Energía, Ceal, Ceron y Eletroacre- en el norte y el nordeste de Brasil, consideradas financieramente «inviables» por sus abultadas deudas, serán subastadas el próximo 30 de agosto.
«Tomamos la decisión de acabar con el verdadero apartheid energético que se vive en nuestro país», expresó poco antes de la subasta el ministro de Minas y Energia, Moreira Franco, que garantizó «una energía de calidad para todos y de precios justos para todos».
Al inicio de la tarde, las acciones de Eletrobras en la Bolsa de Sao Paulo caían más de 4%, en tanto que las de la empresa compradora subían un 3%.
– «Parte del ajuste neoliberal» –
Cepisa, finalmente vendida tras semanas de bloqueo judicial, es parte del ambicioso y controvertido programa de privatizaciones lanzado por la administración del conservador Michel Temer en 2016, que incluye decenas de activos del estado, entre ellos la propia Eletrobras.
El gobierno calcula que la venta de la mayor generadora de energía de América Latina podría aportar unos 12.000 millones de reales (unos 3.100 millones de dólares) a sus necesitadas arcas.
Pero esa operación está en veremos, debido a su sensibilidad política a menos de tres meses de las elecciones generales de octubre.
Desde Johannesburgo, Temer destacó que en una reunión con su homólogo chino Xi Jinping al margen de la cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), se discutió acerca de «las concesiones y privatizaciones que estamos realizando en Brasil».
Para el economista y consultor independiente Felipe Queiroz, la subasta de Cepisa forma parte del «duro ajuste neoliberal» impuesto por Temer y otros interesados en el «desmonte del Estado».
«Hay un capital financiero internacional que presiona de todas las maneras posibles para que las principales estatales brasileñas sean privatizadas. No podemos perder de vista que Eletrobras es una de las principales empresas del sector eléctrico del mundo», dijo Queiroz a la AFP.
La subasta se llevó a cabo en el segundo día de una huelga de 48 horas convocada por los sindicatos de Eletrobras contra la privatización, en la que ven una amenaza de «despidos masivos» y un riesgo para el programa Luz para Todos, lanzado por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) para llevar electricidad a las zonas más remotas del país.
«Van a sacar a trabajadores que cobran 2.000 reales para poner a otros con salario mínimo [de menos de 1.000 reales]. Una región con tantas carencias va a quedar peor parada con el alto desempleo del país», dijo a la AFP Emanuel Mendes, director de la Asociación de Empleados de Eletrobras.