En el Lugar más Pequeño, vida y muerte fraternizan

Cinquera, un paraíso que devino infierno y que Tatiana Huezo llevó a la pantalla. elccc.com.mx

Cuando regresaron, muchos años después, Cinquera había desaparecido. Nada de casas. Nada de iglesia. Pero ahí estaban sus muertos. Hallaron sus restos y los lamentos de sus almas llegaron en ecos al caer la noche.

Tatiana Huezo habló con los que volvieron. Filmó sus parajes y reunió imágenes y recuerdos en El Lugar más Pequeño, un documental premiado en Suiza.

“Esta película, confía la cineasta al público en Ginebra de Filmar en América Latina, está hecha con el corazón y con las tripas”.

Se advierte, más aún, se siente. La realizadora, salvadoreña y mexicana, aborda con una enorme sensibilidad  la guerra civil que estalló en 1979 y que a lo largo de doce años desplegó un abanico de horrores en El Salvador con un saldo fatal de 80 mil víctimas. Las heridas siguen abiertas…

 

“Todavía tengo pesadillas, aunque no haiga (sic) guerra, yo los balazos los oigo. Ya no me compongo”, narra uno de los ‘protagonistas’ de este retazo de la Historia latinoamericana hecha de luchas, de explotación e inequidades.

 

“Lo que más miedo me da es que el pueblo vuelva a lo de antes por la pobreza y la religión”, advierte otra voz. Relata que el cura del pueblo exhortaba a sus fieles a dar gracias a Dios por la existencia de privilegiados. “¿Qué tal si no hubiera ricos? ¿Quién nos daría trabajo…?”

Devoción guerrillera

Tatiana Huezo nació en El Salvador pero desde pequeña vive en México. Al espanto de la guerra se enfrentó hace siete años, cuando llegó al pueblo de su abuela paterna. Entró a la iglesia y en lugar de las habituales imágenes de santos encontró los retratos de las y los jóvenes guerrilleros asesinados. Quiso conocer sus historias, saber lo que les había pasado. Habló con sus familiares.

“Por los años 70 descubrimos que éramos oprimidos. El nuevo párroco que llegó, uno joven, era otra cosa. ‘No confundan la humildad con ser pendejos’, nos decía”. Don Pablo, “el intelectual” de Cinquera, el que se pasea por las páginas del Larousse para aprender palabras, continúa: “En el pueblo se fueron formando clarito dos grupos, los dormidos y los que tomamos consciencia, ¡los subversivos!”.

¿Qué es un subversivo? Habían preguntado los campesinos al cura. Para explicarles, el sacerdote pidió a uno de ellos que colocara en posición correcta una silla que estaba patas arriba. Al que lo hizo, le dijo: “Ahora eres un subversivo. El que cambia las cosas para hacer que sirvan, es un subversivo”.

Y Cinquera, explican los testimonios del documental, tenía fama de subversivo. “Por eso mataron a la mayoría. Por eso desapareció como pueblo, arrasado bomba tras bomba”.

Más que un bosque

Antes del rodaje, explica Tatiana a swissinfo.ch, hubo un trabajo intenso de preparación con el fotógrafo, Ernesto Pardo. ¿El resultado? La amalgama excepcional de un paisaje idílico y un torrente de dolorosas evocaciones que es el documental. Sus interlocutores la habían prevenido: “Está muy bonito el bosque, sí, pero éste no es un simple bosque. Es la tumba de nuestros padres, nuestras hijas, nuestros hermanos. Está sembrado de muertos”.

 

La cineasta, nos lo dice, tuvo buen cuidado de mantener la atmósfera del lugar, su magia. Desde el principio supo que “de alguna manera, el bosque era el alma de esta historia” y ahí, bajo la espesura del bambú, instaló su “confesionario”, y pasó horas enteras con los sobrevivientes. Las entrevistas se convirtieron en un ejercicio de catarsis en el que los personajes hablaban ya no con ella, sino con ellos mismos, “y ese era el tono que yo quería para la película”.

En el Lugar más Pequeño, el espectador comparte el dolor de la madre de Aída, cuando, casi una niña, le anuncia que se va a “trabajar con la lucha”. Cuando más tarde le llevan su cadáver ultrajado. Cuando por las noches, sola, le asalta la idea de poner fin a sus días. El espectador siente su pena. La de la hermana de Gladys, que decidió también tomar las armas: “de que me maten aquí…” Del hijo de Anselmo, asesinado a mansalva. Del padre que perdió a todos sus hijos…

 

“Nos decían: no vayan a llorar cuando nos maten… Era el amor profundo dicho en palabras fuertes”.

Entre la muerte, lección de vida

Tatiana recogió todas esas vivencias de la muerte, pero recogió también el mensaje de valor y de esperanza: “Ella (Aída) luchaba para que nosotros llegáramos a este tiempo”. “Un pueblo organizado, con memoria, es más difícil que sea sometido”.

 

El Lugar más Pequeño es el primer largometraje de Tatiana Huezo y la ópera prima, como documental, del Centro de Capacitación Cinematográfica. Merced a una beca de esa institución mexicana , la realizadora materializó su proyecto luego de cuatro años de infructuosa búsqueda de recursos.

El filme es también parte integrante de los festivales Pantalla Latinoamericana, de San Gall, y de Fimar en América Latina, de Ginebra, amén de haber sido premiado como el mejor documental del Festival Visiones de lo Real, de Nyon.

Más aún,  El Lugar más Pequeño, Cinquera, es, con su halo de muerte, una lección de vida. “Como dice Pablo, tienen esas dos realidades y en un momento han tenido que dejar de pelearse con la muerte y con esta pérdida para poder seguir adelante, lo cual no significa olvidar en lo más mínimo, sino aprender a vivir con eso”.

Desde su vuelta, la vida de Don Pablo se desliza en dos dimensiones. Su ahora y el de sus muertos “Estoy hablando con usted y estoy viendo cómo íbamos enterrar a uno de mis compañeros”. La madre de Aída exorciza “los malos pensamientos”, los de matarse, hablando a su hija muerta. “Mis muertos son parte de mi vida”, asienta otro de los sobrevivientes.

“Este fue una de los grandísimos aprendizajes y transformaciones mías porque yo sí me transformé al hacer esta película… Poder sentir de cerca esa capacidad que tiene el ser humano de reconstruirse, de aferrarse a la vida con todo, de poder sentir de cerca ese cachito que tienen las personas que no se destruye con nada”

Palmares Filmar en AmLat

As Melhores Coisas do Mundo (2010/Brasil) Laís Bodansky, Premio del Público, mejor ficción.

 

Newen Mapuche: la Fuerza de la Gente de la Tierra, (2010/Chile)  Elena Varela, Premio del Público, mejor documental.

Los Colores de la Montaña (2010/Colombia), César Arbeláez,Premio Jurado Jóvenes

Los Colores de la Montaña Premio de Brigadas Internacionales de Paz.

 

L’Essence de la Terre (2010/Francia/Guatemala), Philippe Goyvaerts, Premio de Greenpeace.

Prensa México

En el semanario Proceso, Armando Ponce escribió sobre Tatiana Huezo y El Lugar más Pequeño:

Tras los rastros y los rostros de la guerra, lo que encontró fue el más alto nivel de dignidad y solidaridad que un pueblo puede ofrecer a sus muertos.

Tatiana Huezo

 Tatiana Huezo Sánchez nace en San Salvador el 9 de enero de 1972,  a los cuatro años de edad llega a la Ciudad de México, lugar en el que reside hasta terminar sus estudios universitarios.

Directora y fotógrafa. Egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica.  Ha dirigido y fotografiado diversos cortometrajes de ficción y documental.

Ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, con el proyecto documental  “Retrato de Familia”  y posteriormente con una beca para estudios en el extranjero.

De 2004 a 2006 reside en Barcelona y realiza el Master “Documental de Creación” en la Universidad Pompeu Fabra.

Filmografía

2008   Dirección y Montaje del documental Retrato  de Familia.  

 

2001   Dirección y Fotografía del cortometraje El Ombligo del Mundo.

 

1998   Guión y Dirección del cortometraje Tiempo Cáustico.