Ennahda llama al presidente tunecino a retractarse aunque defiende el diálogo
Túnez, 27 jul (EFE).- Tras atribuirse plenos poderes, el presidente tunecino, Kais Said, inició hoy sus primeros encuentros con la diplomacia extranjera y organizaciones nacionales para trasladarles su compromiso con la democracia, tras haber cesado el pasado día 25 al primer ministro, Hichem Mechichi, mientras el partido islamista Ennahda, principal fuerza parlamentaria y socio del Gobierno, denunció un «golpe de Estado contra la Constitución» y le instó a retractarse.
«Ennahda entiende el origen de las protestas y la legitimidad de las reivindicaciones sociales, económicas y políticas, además del peligro de la pandemia (de coronavirus) que engulle nuestro país, y admite que se trata de prioridades que deben tratarse mediante un diálogo nacional para sacarlo de la crisis», señaló la formación en un comunicado de prensa al término de una reunión urgente del equipo ejecutivo.
El partido islamista decidió adoptar un discurso más conciliador después de que anoche Mechichi saliera de su silencio para declarar que acepta la decisión del presidente de cesarlo y que está preparado para el traspaso «pacífico» de poderes.
Este es un giro argumental que Ennahda trató de evitar al anunciar horas antes que Mechichi seguiría al frente del Ejecutivo a pesar de su cese.
Said se reunió hoy con diferentes actores de la sociedad civil, entre los que se encuentra la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, que defendieron la necesidad de proteger todos los logros de la revolución tunecina «que se expresaron como una revolución de libertad y dignidad”.
En este sentido, Amnistía Internacional (AI) pidió al presidente tunecino que se comprometa públicamente a respetar los derechos fundamentales como el derecho de expresión y de reunión además de evitar toda «purga política».
«Nuestra preocupación con respecto a los derechos humanos se ha intensificado tras la irrupción de las fuerzas de seguridad en los locales de Al Jazeera en Túnez al día siguiente de la suspensión del Parlamento además de las amenazas del presidente de recurrir a la fuerza contra aquellos que amenacen la seguridad del Estado», denunció la organización en un comunicado publicado hoy.
En la escena internacional, la Unión Europea pidió hoy el restablecimiento de la estabilidad institucional y la reanudación de la actividad parlamentaria «lo antes posible» mientras que Estados Unidos recordó que Túnez «no debe poner en peligro sus logros democráticos».
Aun se conjetura sobre si Said anunciará nuevos ceses entre los miembros del actual gabinete, tras la destitución, ayer lunes, de los responsables de Justicia y Defensa, y cuándo desvelará el nombre del nuevo primer ministro, encargado de formar el cuarto gobierno de los últimos dos años.
El pasado día 25, Kais Said anunció el cese de Mechichi como del jefe de Gobierno y la suspensión de la Asamblea durante 30 días así como la retirada de la inmunidad parlamentaria de todos los diputados «para recuperar la paz social y salvar al Estado», decisión que la mayoría de fuerzas políticas, calificó de «golpe de Estado».
Said aseguró hacer uso del artículo 80 de la Constitución que le otorga el poder de tomar medidas «excepcionales» ante un «peligro inminente» tras consultar con el jefe del Gobierno y el presidente del Parlamento.
Según la Constitución, el objetivo de este texto es garantizar un funcionamiento regular del poder público «lo antes posible», sin embargo, el Tribunal Constitucional- pendiente de creación desde 2015- debe supervisar dicho proceso y decidir sobre su extensión.
Túnez inició su transición democrática en 2011 con la llamada ‘Revolución de los Jazmines’, que puso fin a dos décadas de la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali, y durante la cual se han sucedido un total de diez gobiernos que han agravado todavía más la crisis económica y social. EFE
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