Eric Trump se reúne con el ministro principal escocés para tratar inversiones en golf
Glasgow (R. Unido), 13 mar (EFE).- Eric Trump, hijo del presidente estadounidense Donald Trump y alto ejecutivo de la Trump Organization, se reunió este jueves con el ministro principal de Escocia, el independentista John Swinney, para discutir las inversiones de la empresa en sus campos de golf en Turnberry (Ayrshire) y Trump International (Aberdeenshire).
El encuentro en Bute House, la residencia oficial de Swinney en Edimburgo, duró unos 50 minutos y, según Eric Trump, fue “muy cálida y amistosa» y se limitó al ámbito empresarial y de inversión de los resorts que la familia tiene en la nación histórica británica.
La reunión ha generado críticas de la colíder de los Verdes Escoceses, Lorna Slater, quien la calificó como «totalmente inapropiada» y afirmó que «envía un mensaje terrible».
«Eric Trump no es un empresario común. Es un extremista de derechas que ha difundido desinformación y teorías de la conspiración. Representa a una administración que destruye el planeta mientras se acerca a Vladimir Putin y muestra desprecio por los derechos humanos y la democracia», dijo Slater en un comunicado.
El encuentro ocurre después de que Swinney rechazara la posibilidad de que el rey Carlos III del Reino Unido ofreciera una visita de Estado a Donald Trump en Escocia, argumentando que no veía posible que esta tuviera lugar si el presidente de EE.UU. «no es un firme aliado nuestro para proteger el futuro de Ucrania».
Sin embargo, unos meses atrás, el líder escocés señaló que la relación de Trump con Escocia podría ayudar a evitar aranceles sobre exportaciones clave, como el whisky escocés.
Tras la reunión, en la que también participó Sarah Malone, vicepresidenta ejecutiva de Trump International, un portavoz del gobierno escocés dijo que el ministro principal «se reúne periódicamente con empresarios».
La visita coincide con el reciente vandalismo en el resort de Turnberry, donde un grupo pro-palestino pintó de rojo uno de los edificios y dañó un ‘green’ con el mensaje «Gaza no está en venta». EFE
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