España solo tiene un 5,1 % del volumen de importación de vino en EEUU y un 5,5 % en valor
Nueva York, 13 mar (EFE).- España resultaría relativamente perjudicada si el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumple con su amenaza de subir al 200 % los aranceles al champán y los vinos europeos, en mucha menor medida que Francia e Italia, que serían los más afectados.
Los vinos españoles vendieron en 2023 un total de 63 millones de litros en Estados Unidos, lo que supuso un 5,1 % del mercado en volumen y lo situaron en la séptima posición de países exportadores, según la cifras del último estudio sectorial de la oficina neoyorquina del Instituto Español de Comercio Exterior.
A título de comparación, Italia aporta un 27 % del volumen de vinos importados en EEUU (10 % del total) y Francia lo hace en un 13 %, muy por delante de España. Incluso los vinos de Chile y de Nueva Zelanda exportan más en volumen que los españoles.
Sin embargo, si el criterio es el valor de las importaciones, España escala hasta el cuarto lugar, con un 5,5 % del valor de importaciones (364 millones de dólares en 2023). Es significativo que Francia aparece aquí como el primer exportador en valor (37 % del mercado), por delante de Italia (31 %) y muy por delante de Nueva Zelanda (9 %) y España.
La razón que explica este desajuste entre volumen y valor es que Francia exporta vinos de mayor gama (entre ellos el champán) que los vinos italianos. En cuanto a España, su posición casi humilde en estos dos listados se debe a la ausencia en EEUU de bodegas de gran tamaño, que son las que mueven millones de botellas, según explican expertos en el mercado.
Con respecto al tipo de vino que exporta España a Estados Unidos, un 71 % es de la categoría «embotellado» (tintos, blancos y rosados) y un 27,70 % de espumosos. El vino a granel (o en grandes briks de 10 litros) en el caso de España es casi testimonial.
Por regiones españolas, lideran las exportaciones a Estados Unidos los caldos de Cataluña (un 22 % del total de los españoles), La Rioja (un 16 %) y el País Vasco (un 11 %).
El mercado estadounidense está dominado por diez distribuidoras que acaparan un 70 % de las importaciones. Es interesante el caso de los vinos con origen ‘Canadá’, que en realidad son vinos europeos o de otros orígenes reexportados hacia Estados Unidos.
En este sentido, la guerra arancelaria, que tiene en Canadá una de las principales víctimas, también afectaría a esos vinos ‘falsamente canadienses’.
El consumo del vino en Estados Unidos está en contracción por segundo año consecutivo: en 2023 cayó un 3,1 %, por segunda vez tras otra bajada en 2022: de los 356 millones de cajas vendidas en 2021 se pasó a 341 en 2023.
El estudio lo atribuye a que los ‘millenials’ muestran mayor interés por destilados, cócteles o bebidas sin alcohol, y cada vez menos por el vino.
En conjunto, la población estadounidense consume 12,6 litros por persona y año, lo que la sitúa en el puesto 17 a nivel mundial. EFE
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