España rechaza reabrir objetivos de emisión de coches para 2025, pero pide apoyo al sector
Bruselas, 28 nov (EFE).- España se opone a reabrir los objetivos de reducción de emisiones contaminantes para los vehículos fijados por la Unión Europea para 2025, que podrían acarrear multas a los fabricantes si no cumplen, pero pide que se estudien medidas para estimular al sector europeo de la automoción.
«Los objetivos marcados no deben ser reabiertos, pero somos muy sensibles y entendemos la situación difícil que está atravesando el sector del automóvil y creemos que hay que esperar e invitar a la Comisión Europea a que tenga en cuenta esta situación y valore todos los mecanismos para apoyar la oferta y la demanda en beneficio del sector», dijo el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, a su llegada al consejo de ministros de Industria de la UE.
Durante el mismo, un grupo de países -Italia, la República Checa, Polonia, Austria, Bulgaria, Rumanía y Eslovaquia- presentará una propuesta para el sector del automóvil en la que destacan que los fabricantes podrían exponerse a multas por no cumplir los requisitos debido a la lenta implantación del vehículo eléctrico que «limitarían severamente la habilidad de la industria para invertir y la competitividad de Europa».
«Apoyamos la necesidad de medidas urgentes apropiadas y medios financieros adecuados a nivel de la UE, incluyendo un posible paquete a corto plazo, que facilite una transición justa que no mine la competitividad europea», señalan en el documento.
Italia y la República Checa se habían sumado en las últimas semanas a la petición de Francia de evitar las multas previstas para los fabricantes que incumplan el objetivo marcado para 2025 de reducir en un 15 % las emisiones de su flota de vehículos de pasajeros con respecto a 2021.
Preguntado a este respecto, el secretario de Estado español insistió en que España «está firmemente comprometida con los objetivos marcados», puesto que es «una cuestión de ambición en la transición verde» por la que ha apostado colectivamente la UE y también España «con el impulso» de la vicepresidenta tercera y futura vicepresidenta de la Comisión, Teresa Ribera.
«El objetivo es no reabrir los objetivos. La ambición climática impera y debe ser nuestro objetivo, pero sí que hay que hacer todo lo posible para apoyar a la industria y a la demanda para poder alcanzar estos objetivos», dijo Sampedro.
Incidió asimismo en que los mecanismos de apoyo redundarían también en beneficio de los ciudadanos para que haya vehículos más asequibles y estimular el crecimiento de la industria.
Los siete países liderados por Italia y República Checa piden también en su propuesta una evaluación «urgente» de los estándares de emisiones de CO2 para nuevos vehículos de pasajeros y vehículos ligeros comerciales y que Bruselas los revise en 2025, al tiempo que abogan por contemplar el uso de tecnologías alternativas a la electricidad y el hidrógeno para lograr la descarbonización del sector.
Por su parte, el ministro francés de Industria, Marc Ferracci, indicó al término del encuentro que su país quiere que las multas previstas para 2025 «sean aplazadas, no abandonadas» puesto que no desean «reabrir» el reglamento.
Añadió que el aplazamiento de las sanciones permitiría tener en cuenta los esfuerzos e inversiones hechos por los fabricantes para electrificar sus gamas de vehículos, así como a la UE debatir en los próximos meses sobre la política de apoyo a la industria que, consideró, debería incluir elementos de apoyo a la demanda y la oferta así como «de política comercial».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo ayer ante la Eurocámara que en el marco de la nueva estrategia industrial de la UE organizará una mesa de diálogo con el sector europeo del automóvil para «diseñar soluciones» en un momento en que esta industria «atraviesa una transición profunda y disruptiva». EFE
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