La oleada de arrestos étnicos en capital de Etiopía infringe derechos humanos
Adís Abeba, 17 nov (EFE).- La Comisión Etíope de Derechos Humanos (CEDH) -un organismo que opera de manera autónoma pero es designado por el Parlamento etíope- denunció hoy que la reciente oleada de arrestos en la capital, Adís Abeba, sobre todo contra la etnia tigriña, vulnera los derechos humanos.
«Las fuerzas de seguridad no estaban aplicando los principios básicos de derechos humanos de ‘estricta necesidad, justicia e imparcialidad’ cuando arrestaron a estas personas en Adís Abeba», dijo la CEDH en un informe publicado hoy.
«El número de detenidos solo en Adís Abeba superaría definitivamente a estas alturas los 8.000, ya que siguen los arrestos en la capital», confirmó a Efe un trabajador del organismo que pidió el anonimato.
Ciudadanos de la capital etíope y organizaciones pro derechos humanos como Amnistía Internacional (AI) vienen denunciando en las últimas semanas detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas de seguridad dirigidas sobre todo contra el grupo étnico tigriño.
Los tigriños proceden de la norteña región de Tigray, contra la que el Gobierno central está en guerra desde hace más de un año.
Los arrestos se producen en medio de un escenario volátil en Etiopía, con los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (FPLT), partido que gobernaba la región antes del inicio de la contienda, y otros grupos armados anunciando su intención de marchar sobre Adís Abeba.
En este contexto, el pasado día 2, poco después de que los rebeldes tomasen varias ciudades a menos de 400 kilómetros de la capital, el Gobierno federal declaró el estado de emergencia, que permite a las Fuerzas de Seguridad arrestar, sin órdenes judiciales, a cualquier persona sospechosa de colaborar con grupos terroristas.
Según el informe publicado hoy por la CEDH, sin embargo, las detenciones no se hicieron de acuerdo con el estado de emergencia y quebrantaron los principios básicos internacionales de derechos humanos.
En este sentido, el organismo asegura que muchos arrestos se produjeron sin una investigación adecuada y en base a informaciones que provenían de la comunidad.
CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
Aunque las Fuerzas de Seguridad etíopes niegan la motivación étnica de las detenciones, según la investigación de la CEDH, un gran número de los detenidos son de esa etnia.
Además, el organismo «ha observado la liberación de arrestados de algunos campos de detención por no ser tigriños», según dijo la fuente anónima consultada por Efe.
En vez de mandar a estos detenidos a cárceles, el Gobierno ha confinado a unos 8.000 tigriños en «campos de concentración» sin acceso a abogados ni a un juicio justo, dijo a Efe esa misma fuente.
Entre los detenidos, muchos de los cuales estaban sufriendo problemas de salud mental, la CEDH indicó que algunos tienen más de 80 años y hay numerosas madres lactantes.
Sin embargo, el Gobierno etíope niega estas acusaciones.
La guerra de Tigray estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el Gobierno federal ordenó una ofensiva contra el FPLT en represalia por un ataque contra una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.
Desde entonces, miles de personas han muerto, unos dos millones se han visto desplazadas internamente en Tigray y al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán, según datos oficiales. EFE
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