Expertos ven una «buena señal» en la amplia representación el Diálogo Nacional en Siria
Madrid, 26 feb (EFE).- Los expertos sirios Rim Turkmani, Azzam al Kassir y Dima Moussa vieron como una «buena señal» que la conferencia del ‘Diálogo Nacional’ de Siria, celebrada este martes para sentar las bases del futuro político del país tras el derrocamiento de Bachar al Asad, buscase incluir a toda la población siria.
Durante la mesa redonda ‘Siria después de Al Assad: ¿hacia dónde? Transición y desafíos de la posguerra’, que se celebró este miércoles en la Casa en Árabe Madrid, Turkmani, investigadora de la London School of Economics; Kassir, experto en seguridad e islam político; y Moussa, miembro de la oposición siria, reflexionaron sobre los retos tras la caída del régimen de Asad.
Kassir explicó que el nuevo Gobierno, comandado por el ahora presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, ha enviado «muchos mensajes» a las minorías étnico-religiosas por todo el país y, aunque hay voces que critican que sólo son palabras que no prueban ningún compromiso, se mostró convencido de que es un logro.
Una visión compartida por Moussa, que pidió que la comunidad internacional deje de poner el foco en la protección de las minorías, que en este momento ve asegurada con la búsqueda de consensos del Gobierno, y se preocupe por el bienestar general de todos los sirios.
Injerencias externas y la economía, principales desafíos
La inclusión de las minorías en la política siria no va a ser un desafío tan grande, según Kassir, que se mostró más preocupado por la situación económica del país, que es «mucho más seria», o amenazas externas de otros actores regionales.
En este sentido, los tres ponentes criticaron las operaciones de Israel en la zona de amortiguación en los Altos del Golán ocupados y subrayaron la necesidad de que la comunidad internacional ponga freno a las recientes incursiones israelíes.
Todos se mostraron expectantes ante los planes del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hacia Siria, ya que todavía no se ha pronunciado al respecto.
Sobre la reconstrucción de la economía siria se pronunció Turkmani, que enfatizó que debe ser «para la gente y no para establecer nuevas élites».
Entre el optimismo y la cautela, aseguró que el levantamiento de las sanciones económicas al país debe servir como un mecanismo de vigilancia internacional que impida que vuelva a haber corrupción y violaciones contra los derechos humanos.
Aun así, los tres se mostraron convencidos de que la situación de la población siria es mejor que meses atrás, cuando se mantenía el régimen de Asad, como prueba el hecho de que ellos mismos ahora puedan regresar al país sin ser detenidos.
Moussa lo ejemplificó en que ahora hay conversaciones abiertas en la calle sobre la labor del Gobierno, «algo que los sirios no habían podido debatir en 50 años». EFE
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