Filósofo germano-israelí no podrá hablar en el acto de Buchenwald tras presiones de Israel
Berlín, 4 abr (EFE).- El filósofo y profesor universitario germano-israelí Omri Boehm, que fue invitado para hablar este domingo en el acto conmemorativo del 80º aniversario de la liberación por el Ejército estadounidense del campo de concentración nazi de Buchenwald, no participará finalmente en la efeméride por presiones del Gobierno de Israel.
El director del Centro Conmemorativo de Buchenwald, Jens-Christian Wagner, señaló en un comunicado que se ha cancelado con «gran pesar» la invitación a Boehm, nieto de una superviviente del Holocausto, porque su presencia «provocó un conflicto con representantes del Gobierno israelí, en el que desgraciadamente también se vieron involucrados los supervivientes del campo».
«Esto amenazó con poner en peligro el 80º aniversario de la liberación. Peor aún, los supervivientes, muchos de los cuales resultaron heridos emocionalmente, corrían el peligro de ser explotados y arrastrados aún más a este conflicto», señaló.
De esta manera se decidió, después de hablar con Boehm, posponer su discurso, del que se podía esperar «a un alto nivel de reflexión, pensamientos éticamente fundados sobre la relación entre la historia y la memoria, en particular sobre el valor de los derechos humanos universales y su relevancia a la luz de los crímenes nazis».
De acuerdo con el semanario ‘Der Spiegel’, Boehm, que vive en Nueva York, ha escrito libros y difunde tesis que tienen repercusión mundial, pero que «sin duda son polarizantes».
La actitud del filósofo hacia el Gobierno israelí y también hacia la cultura del recuerdo que allí se desarrolla es crítica.
La embajada de Israel reaccionó en declaraciones a ‘Der Spiegel’ con duras críticas a la invitación original del filósofo, al afirmar que la decisión de invitar a Boehm, «un hombre que ha descrito a Yad Vashem (el Centro Mundial de Conmemoración de la Shoá), como un instrumento de manipulación política, relativizado el Holocausto e incluso comparado con la Nakba (catástrofe en árabe), no solo es indignante, sino un insulto flagrante a la memoria de las víctimas».
Un portavoz de la legación también confirmó las conversaciones con el Centro Conmemorativo de Buchenwald sobre la invitación.
«Si se desfigura y profana la memoria de los asesinados, no miraremos hacia otro lado», indicó. EFE
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