Filip Custic lleva a Tokio su crítica al capitalismo y al humano-producto
Tokio, 6 abr (EFE).- El artista multidisciplinar hispano-croata Filip Custic inauguró hoy en Tokio ‘Human Product’, su primera exposición individual en Japón, una crítica a la sociedad capitalista que obliga a los seres humanos a convertirse en máquinas de producción.
«Siento que observo mucho el sistema capitalista y cuál es nuestra función como humanos dentro de este sistema en el que nos ha tocado vivir, y veo que consiste en convertirnos en un producto rentable», explica Custic (Tenerife, 1993) en una entrevista con EFE hoy con motivo de la inauguración de su exposición en el Museo Parco de la capital japonesa.
Nacido en Tenerife, el artista tiene sangre croata: su padre era un jugador de balonmano que terminó fichando por un equipo de la isla y se trajo a su mujer consigo para apartarla del conflicto bélico que siguió a la disgregación de Yugoslavia.
Para este creador, que combina la fotografía, performance, vídeo y escultura creando una atmósfera de su paisaje mental, la sociedad capitalista convierte a los seres humanos en un muñeco y él expresa esta idea a través del cuerpo humano en diferentes formas.
«Se trata de una obra muy existencialista, donde cuestiono quiénes somos y cómo somos en diferentes momentos de nuestra vida», y añade que su arte implica cierta rendición. «No busco luchar contra el sistema, sino jugar con él y llevarlo a mi terreno», puntualiza.
EL ARTE Y LAS REDES SOCIALES
El artista utiliza la plataforma de Instagram como medio para exponer de una forma «más personal» algunas de sus obras, una aplicación con la que también ha experimentado creando varios filtros faciales como el «Fibonacci», que superpone a la imagen el símbolo conocido como «espiral de Fibonacci».
«Hay épocas más agradables y otras menos», explica con respecto a su relación con las redes sociales y a la obligación de estar creando y compartiendo constantemente. «A veces es mejor parar un segundo para seguir elevando el resultado y no convertirse en un mercenario de las redes», afirma.
Custic, que se declara «víctima» de las redes sociales, ha creado además el concepto «objetismo», un movimiento artístico en el que los objetos y el cuerpo son esenciales dentro de un imaginario en el que pierden su sentido original para adquirir otro distinto.
El tinerfeño logró gran reconocimiento por generar el ecosistema visual del álbum «El mal querer» (2018) de la cantante española Rosalía, incluida la portada del mismo, y se ve trabajando en un futuro con grupos de K-Pop, a los que define como «muy idealizados».
«El artista convirtiéndose en producto es el juego que nos ha tocado jugar y yo juego a él porque me genera mucho input creativo», añade y explica que en un futuro se ve explorando también las posibilidades de la inteligencia artificial (IA) no sólo parar aprender técnicas sino como parte de su obra.
La exposición, que podrá verse en el céntrico barrio tokiota de Shibuya hasta el próximo 24 de abril, irá acompañada en su jornada de clausura de una performance por parte del propio Filip Custic basada en la obra que da nombre a la muestra ‘Human Product’. EFE
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