1° año del acuerdo AELC-México

El ex presidente mexicano, Ernesto Zedillo y el ministro suizo de Economía, Pascal Couchepin, durante la firma del acuerdo, el 27 de noviembre del 2000. Keystone Archive

A un año de la entrada en vigor del acuerdo comercial con México, Suiza quiere concretizar el acercamiento económico.

El 1° de julio del 2001 entró en vigor el acuerdo de libre intercambio signado por México y los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC), es decir, Islandia, Noruega, Liechtenstein y Suiza, el más activo en inversiones de estos 4 en Latinoamérica.

Doce meses después de que este tratado regula las operaciones comerciales entre Suiza y México -y que contempla la supresión progresiva de las imposiciones arancelarias hasta el 2007- la necesidad de concretizar en la práctica el acercamiento entre estos dos países salta a la vista.

Gobierno e iniciativa privada helvéticas buscan abrir caminos y presentarlos a aquellos empresarios interesados en mirar hacia ese socio comercial, el segundo latinoamericano más importante para la Confederación, luego de Brasil.

Diversos actores del comercio suizo como la Secretaría de Estado de Economía (Seco) y la Oficina Suiza para el Fomento del Comercio (OSEC) se han unido al esfuerzo de la Cámara de Comercio Latinoamericana en Suiza para realizar una campaña que despierte el interés de la pequeña y mediana industria hacia México.

Una guía de cómo hacer negocios en México y diversos folletos explicativos sobre los sectores más interesantes para invertir en ese país forman parte del proyecto ‘Perspectivas México’, a cargo de Thomas A. Zimmermann, colaborador del Instituto suizo de investigaciones económicas de la Universidad de San Gall.

Recomendaciones concretas

En este documento se muestran las oportunidades y desafíos que presenta México ante la plataforma que significa el primer acuerdo trasatlántico signado por la AELC.
«México es un país en gran transformación en este momento, política y económicamente, y mientras que esta transformación ofrece muy buenas oportunidades, está claro también que tiene algunos desafíos», aclara Zimmermann.

Y para librar estos riesgos, la publicación ‘Doing Business in Mexico’ presenta las experiencias de empresas suizas ya instaladas en ese país y opciones para evitar el fracaso en el intento por ingresar al mercado mexicano.

Idiosincrasia, carencias del mercado de capitales mexicano y forma de encontrar socios locales son algunos de los detalles explicados en la primera guía suiza dedicada a un país con una red de 32 acuerdos de libre comercio y situado en una posición geográfica estratégica.

El desarrollo actual de la economía mexicana y su apertura al exterior, además del enorme mercado interno, son condiciones que deben ser aprovechadas, explica Christoph Etter, presidente de la Cámara de Comercio Latinoamericana en Suiza y principal precursor de ‘Perspectivas México’.

El embajador mexicano en Suiza, José Luis Bernal, coincide en los beneficios de estas circunstancias: «El atractivo fundamental del mercado mexicano es el tamaño de la economía, es la posibilidad de crecimiento a mediano plazo, es su vinculación con los mercados internacionales. México es un país de grandes atractivos para la inversión. Para Suiza ya es un país importante en el comercio. Queremos que sea más importante en la inversión».

Estímulo necesario

Para el embajador Bernal está claro que la importancia de la participación helvética en el mercado mexicano no se sustenta en simples cifras estadísticas que sitúan al comercio helvético en menos del 1% del total de la inversión extranjera directa en ese país.

«La trascendencia radica en el estímulo que las más de 350 empresas suizas provocan en México. Sus actividades generan miles de millones de dólares que permiten plazas de empleo, desarrollo industrial, capacitación, aportan una fuente impositiva y promueven exportaciones a otros países» explica el diplomático mexicano en Berna.

Con un discreto 0,5% del total de importaciones mexicanas, las ventas helvéticas en ese país han mostrado una evolución en la última década.

En el 2000, las exportaciones de productos suizos hacia México alcanzaron los mil millones de francos suizos, cifra que corresponde al 0,73% de las exportaciones suizas, contra un 0,52% en 1990.

El impulso que Suiza quiere dar a las relaciones económicas con ese país lo recibe México con entusiasmo, ya que la llegada de capitales extranjeros es una condición para asegurar su desarrollo.

Patricia Islas Züttel