Baño en los históricos termales de Baden
A través de los tiempos los baños termales en Suiza se convirtieron en centros de vida social, política y económica.
Las fuentes termales abundan en el país y, como en otras regiones de Europa, fueron los romanos los primeros en utilizarlas.
Fue hace mucho tiempo cuando un político suizo se despojó de sus ropas antes de firmar un tratado con un país extranjero. Hoy, aquel procedimiento sería motivo de burla, pero, en la Edad Media, fue corriente, cuando Baden, con sus 16 fuentes naturales era un lugar ideal para la práctica de la diplomacia suiza.
Fuentes de Baden
Durantes los siglos XIV y XV, los baños termales de la ciudad estimularon a los dirigentes de la joven Confederación Suiza a realizar reuniones en esos locales.
»Aquellos encuentros se popularizaron porque podían combinar negocios y placer», recuerda Trudi Adank, de la agencia de turismo de Baden, cuando muestra las ruinas de los balnearios medievales.»Aquí discutían política, precisaban sus proyectos y firmaban tratados con países vecinos».
Idea romana
»Aqua Helvetica» es uno de los baños termales creados por los romanos fuera del centro de Baden durante el año cinco.
Como hay muy pocos documentos de la época, poco se sabe sobre cómo los romanos utilizaron estos baños durante los más de cuatro siglos de dominación de estos territorios. Sin embargo, pusieron las bases para la fundación de una industria burbujeante. La fama de las fuentes termales de Baden se extendió por Europa y se mantuvo hasta el siglo XX.
Diariamente, cerca de un millón de litros de agua fluyen a la superficie de las fuentes de Baden. Estas aguas termales son consideradas como las más ricas en minerales de toda Suiza.
Aguas famosas
Baden se enorgullece de la lista de celebridades que se sumergieron en sus aguas medicinales. Michel de Montaigne, pensador francés del Renacimiento, visitó los baños termales de Baden durante sus viajes por Suiza. Paracelso, médico y alquimista suizo, también frecuentó estos baños durante el siglo XVI.
Trudi Adank recuerda que uno de los primeros huéspedes que en cartas enviadas a su país elogió las fuentes de Baden fue Signore Boccio, servidor de diez diferentes Papas en los primeros años del siglo XV.
»Fue durante su viaje a Constanza, en 1412, cuando Boccio descubrió Baden. De regreso a Italia gustó tanto del lugar que permaneció allí durante varios meses. Boccio aseguraba que las chicas de Baden eran las más bonitas que había visto en su vida»
La atracción por las fuentes termales de Baden disminuyó durante los siglos XVIII y XIX. El tercer tratado de paz que puso fin a la guerra de sucesión en España fue concluido en Baden en 1714.
Después, muchos europeos de diferentes condiciones sociales visitaron la ciudad. Llegaban con sus cocineros, criados, comitivas, familiares o amantes.
Aguas para todos
También llegaron los pobres. Pinturas de la época muestran que las clases menos favorecidas tenían sus propios baños. Podían pedir a las autoridades locales el financiamiento de una cura anual y aquellos que tenían muy pocos recursos podían mendigar dinero entre los ricos que se bañaban separadamente
Negocio serio
Muchas personas visitaban las fuentes termales de Baden con la esperanza de curarse de enfermedades como el reumatismo, la artritis o la gota. Permanecían 8 y más horas en los baños. Pasaban el tiempo bebiendo, comiendo, haciendo negocios y estableciendo relaciones con otras personas.
En realidad, seguir una cura en estos baños era una actividad social importante durante la cual, envueltos en finas toallas, jóvenes de ambos sexos podían encontrarse.
»Los hombres, sobre todo, gustaban de observar a las chicas que se bañaban, porque las fluctuaciones de las toallas daban la posibilidad de contemplar la intimidad de los cuerpos femeninos», explica Trudi Adank con cierta picardía.
Superstición
Se creía que las aguas medicinales de las fuentes »abrían los úteros de las mujeres estériles». También se pensaba que si las mujeres sumergían sus pies en las aguas de la mayor fuente de Baden, en tiempos de luna llena, podían quedar embarazadas
»Los historiadores consideran que si las mujeres quedaban encinta se debía más bien… a los guardianes de las fuentes», precisa Adank.
Evolución
Baden es actualmente una modesta ciudad, más parecida a un suburbio de la vecina y dinámica Zúrich. Ya no puede competir con baños termales alpinos como el de Bad Ragaz, en el cantón de San Galo, al nordeste de Suiza, o con Leukerbad, cantón del Valais, al sudoeste, ambos en la vanguardia de las transformaciones que vive la industria de ese sector en Suiza.
Más que aliviar dolores y sufrimientos, los balnearios termales se han convertido en establecimientos destinados a mejorar la apariencia física y el bienestar emocional.
Actualmente los baños de Baden forman parte de una industria rebautizada con el nombre de »wellness» (bienestar), pero que siempre depende de las fuentes de agua caliente descubiertas por los romanos hace dos mil años.
swissinfo, Samantha Tonkin
(Traducción: Jaime Ortega)
Hace dos mil años los romanos descubrieron muchas fuentes termales en Europa, incluso en Suiza.
Construyeron baños termales. Entre ellos ‘Aqua Helvetica’, en Baden, cerca de Zúrich, en el año cinco.
Sólo hasta la Edad Media se supo cómo eran utilizados estos balnearios, cuando las fuentes se convirtieron en puntos de encuentro de diplomáticos y aldeanos. Ricos y pobres iban a las fuentes termales para curar sus dolencias.
La burbujeante industria de los baños termales perdió sus atractivos a finales del siglo XX.
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