Berna cambia y se reinventa
El Zentrum Paul Klee, el Estadio de Suiza, la remodelación de la estación de ferrocarriles y una nueva política de promoción de la Oficina de Turismo de Berna conforman el nuevo rostro de Berna.
‘Berna, capital de las impresiones’, es el eslogan que sustituye al de ‘Berna, Patrimonio de la UNESCO’ para invitar al público a visitar la capital suiza.
El ‘Stade de Suisse’ – en Wankdorf, zona periférica de la ciudad- se prepara para ser una de las sedes de la fiesta del balompié europeo en 2008 mientras que el ‘Zentrum Paul Klee’ se convierte en uno de los atractivos de la oferta cultural de la ciudad que cosecha éxitos aún este año junto con la exposición sobre Einstein, en el Museo de Historia.
Más de 200 mil visitantes han acudido a ver la muestra. El gran interés que ha despertado la mayor de las exposiciones en el mundo sobre el científico que vivió en Suiza a principios del siglo pasado ha llevado a postergar su cierre.
Puerta internacional
Berna, junto con sus 127 mil habitantes, pareciera que extiende sus dominios con la construcción de un gran almacén en su periferia y con el impulso de su pequeño, pero internacional Aeropuerto de Berna-Belp.
En invierno, este aeródromo vio crecer en 50% el número de aviones que allí descendieron, en comparación con las cifras del mismo periodo del año precedente.
Los vuelos charter llegados de territorio británico, que trajeron consigo a un turismo ávido de nieve y que se dirigió hacia los Alpes berneses para esquiar (Interlaken, Lauterbrunnen y Grindelwald), fueron el factor principal de este crecimiento.
A final de cuentas, este aeropuerto es la única puerta internacional del cantón de Berna y, por supuesto, una buena carta de visita para la ciudad y sus alrededores.
En marzo pasado el gobierno cantonal aceptó apoyar con tres millones de francos el proyecto para hacer una segunda prolongación de la pista del aeródromo (de 1.510 a 1.730 metros), y así poder cumplir con las normas actuales de la aviación internacional.
Sólo para enmarcar su impacto en el turismo local cabe mencionar que este invierno generó 95.000 pernoctaciones en las montañas bernesas.
145.000 usuarios de la estación de tren
La otra nueva cara de Berna se observa en su remodelada estación de tren que es utilizada diariamente por un promedio 145 mil viajeros, según indicó Lauira Zurbriggen de Ferrocarriles Federales Suizos (FFS) a swissinfo.
Capital del cantón con el mismo nombre, Berna también es la capital federal. Un hecho que le permite acoger a los representantes diplomáticos del mundo acreditados ante el gobierno suizo en una de las zonas residenciales más bonitas de la ciudad, la del barrio de Kirchenfeld, rodeada de verdes arboladas y casonas patricias que tuvieron origen a finales del siglo XVIII y principios del XIX.
En las tiendas y comercios de la capital se escucha el bernés, un dialecto de origen germánico de cadencia un poco lenta y que concede cierta personalidad a los berneses, distinguidos por sus compatriotas ante su aparente lentitud al hablar y al actuar.
No obstante esta fama podría tener que ver más con su actitud discreta. A los berneses les interesa poco acaparar reflectores y eso pareciera también repercutir en la posición de su ciudad que no lucha por colocarse entre las grandes urbes europeas ni cuenta con la popularidad de sus hermanas, Ginebra, Zúrich o Lucerna.
Oferta diversa
¿Qué mayor reconocimiento pueden querer si saben que viven en la ciudad cuyo nombre ha quedado inscrito en la lista del patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO en 1983?
Justamente este sello había sido hasta el año pasado el distintivo en la propaganda turística de la ciudad, pero con esta nueva brisa por el cambio que ha llegado a Berna, se ha adoptado el nuevo lema ‘capital de las impresiones’, una forma de marcar que si bien es importante el valor y cuidado al casco viejo de la ciudad, Berna tiene otros motivos para ser visitada, además de ser, por supuesto, la capital de Suiza.
swissinfo, Patricia Islas Züttel
Población en la ciudad: 127.000
27.340 extranjeros (21,4% del total)
La ciudad de Berna no se ha convertido en una gran urbe europea, pese a ser la capital suiza.
Un tercio de su territorio son áreas verdes.
Además, cada vez son más las personas que prefieren vivir fuera de la ciudad, pero acudir a ella para su oferta laboral, educativa, cultural o de entretenimiento.
Cada mañana 86 mil viajeros acuden a sus empleos en la ciudad, ocupando el 64% de los 135 mil puestos de trabajo que ofrece la capital federal.
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