Darfur: bancos suizos en el banquillo de los acusados
Cuatro organizaciones no gubernamentales (ONG) acusan a diversos bancos suizos de financiar indirectamente las atrocidades cometidas en la provincia sudanesa de Darfur invirtiendo en el petróleo.
La cotización de PetroChina en la Bolsa de Shanghai – preparada por el UBS – es particularmente criticada. Los institutos financieros rechazan las acusaciones.
Las ONG afirman que el gobierno sudanés utiliza más de 70% de los ingresos petroleros con fines militares. Por ello, lanzaron un llamado a los bancos para que cesen de invertir en sociedades que operen en ese sector.
Este martes, las ONG Declaración de Berna, Sociedad para los Pueblos Amenazados, ‘Genocide Intervention Network’ y ‘Bank Track’ señalan a diversos bancos suizos que habrían invertido cerca de seis mil millones de francos.
«Estas instituciones forman parte de los principales proveedores de fondos de las compañías que abastecen una gran parte de los ingresos de dinero del régimen de Jartum», declara Andreas Missbach, de la Declaración de Berna.
«En el campo ecologista, los bancos comienzan a advertir que son corresponsables de lo que hacen sus clientes. Pero no es el caso en cuanto a los derechos humanos; tratan incluso de evitar la discusión», denuncia.
El caso PetroChina
Las ONG critican, en particular, la implicación del UBS en la próxima entrada en Bolsa de la compañía PetroChina – una operación estimada en 5.900 millones de dólares. Esta sociedad pertenece a ‘Chinese National Petroleum Corporation’ (CNPC), una de las principales compañías de negocios del gobierno sudanés.
El llamado de atención es diferente del lado de UBS. Según el mayor banco suizo, PetroChina es una sociedad aparte que no tiene lazos directos con Sudán.
«Nuestra institución no tiene relaciones comerciales con sociedades sudanesas o con sociedades que realizan buena parte de su volumen de negocios en ese país», indica el portavoz del UBS, Serge Steiner. PetroChina es una compañía independiente y los fondos que serán creados para el ingreso en Bolsa de Shanghai serán utilizados únicamente en China».
El portavoz de Credit Suisse, Alex Biscaro, subraya igualmente que esa institución de crédito no tiene ninguna relación comercial directa con sociedades sudanesas y que se comprometió a respetar las sanciones internacionales decididas contra Sudán.
«Las compañías incriminadas forman parte de sociedades más grandes que cotizan en la bolsa y que pueden formar parte de fondos de inversión de Credit Suisse», admite, sin embargo, el portavoz.
Para Scott Wiedmer, de ‘Genocide Intervention Network’, los bancos eluden el problema de manera deliberada. «Con este ingreso en Bolsa, envían señales muy claras a PetroChina /CNPC, de que esas sociedades pueden mantener el acceso a las instituciones financieras occidentales, sin haber logrado un estándar mínimo con relación al respeto de los derechos humanos, el medio ambiente o las condiciones de trabajo», denuncia.
Millares de muertos
Los combates entre las milicias sostenidas por el gobierno sudanés y los rebeldes del Darfur han causado millares de muertos (200.000 según algunas estimaciones) y el éxodo de millones de personas.
El conflicto de Darfur es el último de una larga serie de crisis que ha devastado Sudán desde su independencia. El director del Centro de Ayuda y de Documentación sobre Darfur califica ese país de ‘infierno en la Tierra’.
«El gobierno utiliza el dinero del petróleo no para financiar el desarrollo de su pueblo, sino en provecho de la máquina de guerra», acusa Abdelbagi Jibril. «Si no tuviera ingresos financieros estables, estaría obligado a reflexionar sobre la manera de manejar la situación y a encontrar una solución pacífica».
swissinfo, Matthew Allen
(Traducción: Marcela Águila Rubín)
Sudán es el país más grande de África. Esta diversificada nación obtuvo su independencia de Gran Bretaña en 1956.
La región de Darfur es tan grande como Francia.
El gobierno de Jartum está dominado por el Frente Islámico Nacional que llegó al poder tras un golpe de Estado en 1989.
Desde su independencia, el país no ha dejado de tener conflictos. El más largo, que oponía el norte musulmán al sur cristiano y animista, duró 21 años.
Concluyó en 2005 con el establecimiento de un gobierno autónomo en el sur. Se considera que cerca de 1,5 millones de personas murieron entonces.
El conflicto de Darfour comenzó en 2003.
Bancos acusados por las ONG:
Credit Suisse (2.800 millones de dólares)
UBS (2.700 millones)
Pictet y Cie (221 millones)
Lombard Odier Darier Hentsch (98 millones)
Swisscanto Holding (22 millones)
Banque Cantonale Vaudoise (15 millones)
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