Disputa fiscal con EEUU: lo peor está superado
El embajador de Estados Unidos en Berna opina que la investigación penal que emprendió su país contra evasores de impuestos con cuentas ocultas en Suiza alcanzó ya un “punto bajo”.
Tras la acusación penal contra el banco Wegelin y la decisión de éste de vender la mayor parte de su negocio, el único camino posible es hacia arriba, declara Donald Beyer a swissinfo.ch.
Beyer considera que la disputa fiscal bilateral ha sido, por mucho, el mayor reto al que se ha enfrentado durante los dos años y medio que lleva en su cargo, y añade que seguirá siendo su “prioridad número uno”.
“Como un canario en las minas de carbón”, Suiza fue el primer país en experimentar los efectos de la llamada Ley de Cumplimiento de Obligaciones Fiscales en Cuentas Extranjeras (FATCA por sus siglas en inglés), anota.
Una situación que sumada a la decisión de algunos bancos suizos de rechazar a ciudadanos estadounidenses como clientes, vio como alrededor de 100 estadounidenses basados en Suiza renunciaban a su ciudadanía durante el último año, mientras unos 11.000 suizos probaban suerte en la Lotería de Permisos de Residencia Permanente en EEUU durante el mismo lapso.
swissinfo.ch: La investigación fiscal que sigue Estados Unidos ha dominado la relación bilateral durante los últimos tiempos. ¿No tenderá a volverse aún más delicada conforme avancen las investigaciones sobre los bancos suizos?
Donald Beyer: Tengo la sensación de que con la acusación que se hizo al banco Wegelin, y la decisión de éste de transferir la mayor parte de sus activos a Raiffeisen, pudimos alcanzar un punto bajo. Los otros bancos lucen deseosos de participar y cooperar.
Recientemente vimos en la prensa al Credit Suisse y a Julius Bär ansiosos por expresar ‘queremos ir adelante y ayudar en todo lo que podamos’. Y me parece que algunos bancos involucrados habrían entregado información si les estuviera permitido por la legislación helvética. Pero como hasta ahora sienten que no lo tienen autorizado, aguardan una resolución entre los dos gobiernos.
swissinfo.ch: ¿Entienden los suizos la perspectiva de EEUU con respecto a la investigación fiscal que conduce? ¿Qué oportunidades ha tenido usted de explicar la posición de Washington ante las autoridades suizas?
D.B. No estoy seguro de que el ciudadano suizo medio entienda a cabalidad lo que pasa porque se trata de asuntos complejos. Pero ciertamente pienso que el Gobierno, o los ministros, entienden muy, muy bien lo que pasa. Y han sido especialmente constructivos en la búsqueda de una solución positiva.
Hay tensión. Pero hemos tratado de enfatizar todo el tiempo que éste no es un ataque contra los bancos suizos sino un intento por atrapar a miles de estadounidenses que engañaron al fisco y fallaron a su responsabilidad de cumplir con sus obligaciones tributarias.
Hablamos de forma regular con el Secretario de Estado (suizo) Michel Ambühl y también mantengo una comunicación constante con el Internal Revenue Service (IRS, autoridad fiscal estadounidense) y el Departamento de Justicia. Todos estos procesos se mueven con mayor lentitud de la que gustaría, pero en todos los casos parecen avanzar.
swissinfo.ch: ¿Qué le dice a todos esos contribuyentes estadounidenses honestos que mantienen estrechos lazos con Suiza y que ahora están bajo sospecha de tener cuentas bancarias helvéticas, o que están siendo rechazados por los bancos suizos debido exclusivamente a su nacionalidad? Algunos de ellos han decidido incluso renunciar a sus pasaportes como resultado de lo que sucede y de la FATCA…
D.B. Necesitamos diferenciar las cosas. Por un lado, hay algunos americanos expatriados que han tenido problemas para conseguir una cuenta bancaria en Suiza. Pero de la misma forma que hay suizos en EEUU que han tenido problemas para conservar sus cuentas en los bancos suizos.
Nuestro consejo ha sido ser pacientes y persistentes. Pacientes porque no existe una ley en Suiza, o en EEUU, que obligue a los bancos a tomar decisiones al respecto. Cada institución de forma individual toma sus propias decisiones, como ‘No quiero hacer negocios con clientes norteamericanos’. Y hacen esto porque experimentan temor e incertidumbre. Y no saben si las investigaciones del IRS podrían ponerlos de alguna forma en riesgo.
Inicialmente existieron enormes preocupaciones en todo el mundo (con respecto a la FATCA). Y los suizos fueron los primeros -el canario que entró a la mina de carbón a comprobar si había gases peligrosos- en poner atención a posibles consecuencias indeseables. En múltiples ocasiones debo comunicar al Departamento de Estado las preocupaciones específicas que plantean los banqueros y miembros del Gobierno suizo sobre la FATCA. Y la buena noticia es que el Gobierno estadounidense lo está tomando con una gran seriedad.
Si bien no puedo afirmar que no existe conexión alguna entre la FATCA y las renuncias a la ciudadanía estadounidense, creo que hay otra forma de mirar el tema.
El año pasado se registraron 1.708 renuncias a la ciudadanía estadounidense en el mundo. Cien de ellas tuvieron lugar en Suiza. La mayoría son personas que nacieron en EEUU pero que han residido en Suiza toda su vida y tienen la intención de quedarse aquí hasta el final de sus días. No quieren enfrentarse a la FATCA o a la responsabilidad de presentar declaraciones de impuestos, o realizar otros trámites.
Pero lo realmente interesante es que, para el año fiscal 2012, tuvimos 11.539 suizos que participaron en la Lotería de Permisos de Residencia Permanente en EEUU, frente a 100 que decidieron renunciar a su ciudadanía. La relación es 110 a uno.
swissinfo.ch: ¿Cuánto daño están haciendo el franco fuerte y la disputa fiscal a los negocios y el comercio bilaterales? De acuerdo con las agencias de promoción de Zúrich, Ginebra y Berna, las compañías estadounidenses están poniendo en espera sus planes de inversión hasta que el conflicto fiscal se resuelva…
D.B. No había escuchado esto, pero tampoco había oído lo contrario. El franco suizo siempre tendrá un impacto. Pese a ello, tenemos una gran cantidad de turistas americanos aquí. Y como contraparte, tuvimos 470.000 turistas suizos en EEUU en 2011, un 23% más que el año previo.
En 2010, Suiza fue el país que más inversión directa canalizó a EEUU. Los negocios helvéticos y los inversores llevaron más recursos a la economía estadounidense que ningún otro país. Y las cifras del cierre de 2011 serán aún más positivas. En el presente tenemos más de 600 compañías estadounidenses que tienen sus oficinas matrices u operan en Suiza, una comunidad muy dinámica, y hay muchos interesados en venir a realizar misiones comerciales a Suiza en 2012, porque le ven como un gran mercado.
swissinfo.ch: ¿Qué necesita lograr antes de concluir su misión en Berna?
D.B. La prioridad numero uno: resolver los temas bancarios. Pienso que todo mundo reconoce que se trata de asuntos heredados del pasado, derivados de antiguas decisiones, cuando no se tenían tratados o leyes, y un conocimiento establecido que, esperamos, evitará que dichos problemas vuelvan nuevamente a la palestra. Necesitamos superar estos problemas heredados.
Y mi segunda prioridad es desarrollar acuerdos de intercambio de información que permitan mantener la exención de visados. Hay un número importante de países europeos que ya han negociado este tipo de acuerdos, incluida Austria que tiene leyes de privacidad tan estrictas como las de Suiza. El Gobierno federal ya otorgó un mandato a la Oficina Federal de Policía hace dos o tres semanas para trabajar en el tema y negociar al respecto. Así que espero que lo logremos.
UBS fue el primer banco suizo que cayó en manos de la justicia de EEUU en 2009. Recibió una multa de 780 millones de dólares por haber promovido la evasión entre sus clientes estadounidenses.
El problema escaló de tono y en 2010, el Gobierno suizo tuvo que negociar directamente un acuerdo con EEUU que comprometió al UBS a transferir información confidencial de 4.500 cuentas de clientes estadounidenses. Un pacto que exigió posteriormente el aval parlamentario.
La puesta en marcha de dos amnistías fiscales en EEUU –una tercera inició en enero pasado- evidenció a 30.000 evasores que aclararon sus cuentas con el fisco de su país, demostrando la complicidad de diversos bancos extranjeros.
Diversos bancos y banqueros suizos han sido acusados y arrestados en EEUU como parte de este proceso. Algunos de ellos, ejecutivos del banco Wegelin.
Producto de las presiones recibidas, el 27 de enero de 2012 Wegelin anunció la venta de una parte de importante de sus negocios al grupo suizo Raiffeisen.
El 3 de febrero, EEUU acusó a Wegelin de promover la evasión fiscal entre sus clientes.
Ley de Cumplimiento de Obligaciones Fiscales en Cuentas Extranjeras (FATCA por sus siglas en inglés) fue aprobada en EEUU en 2010. Fue diseñada para eliminar toda laguna jurídica en la regulación fiscal.
La ley obliga a firmas extranjeras a declarar sus cuentas en el extranjero y transacciones de valores para clientes estadounidenses cuando rebasen los 50.000 dólares. Si no lo hacen, serán penalizados con un impuesto del 30% del monto en cuestión.
Con la nueva legislación, el Gobierno de EEUU espera recaudar alrededor de 10.000 millones de dólares adicionales (9.200 millones de francos suizos) en 10 años.
Se estima que el costo anual en que cada banco extranjero debe incurrir para instrumentar esta ley ronda los 100 millones de dólares. Onerosos costos administrativos que han provocado protestas de muchos gobiernos, entre ellos los de Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y España.
EEUU elaboró un documento de 388 páginas sobre la forma en la que FATCA debe ser puesta en marcha y ha decretado un periodo de consultas hasta el próximo 1 de mayo. La intención de este gobierno es poner en operación la FACTA por etapas, iniciando en 2013.
Donald Beyer fue nombrado embajador de EEUU en Suiza por el presidente Barack Obama en junio de 2009 y asumió el cargo el 15 de agosto de ese año.
Beyer nació en Italia y era propietario de una exitosa concesionaria de coches cerca de Washington D.C. Entre 1990 y 1998, ejerció como teniente gobernador de Virginia.
El actual embajador de EEUU en Berna encabezó en el Atlántico Medio los esfuerzos de financiación para la campaña presidencial de Barack Obama y obtuvo fondos para este objetivo por al menos 500.000 dólares (460.000 francos suizos).
(Traducción: Andrea Ornelas)
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