El banco central pone freno a la apreciación del franco
El Banco Nacional Suizo (BNS) intentó detener la “sobrevaluación masiva” del franco imponiendo una tasa mínima de intercambio de 1,20 francos por euro.
La decisión, anunciada la mañana de este martes, sacudió a los mercados de divisas y surtió de inmediato el efecto deseado. El euro, que se cotizaba en alrededor de 1,10 francos en la víspera, se disparó poco después hasta los 1,20 francos deseados.
La intervención del banco central fue respaldada de forma unánime por el grueso de los partidos políticos y la comunidad de negocios. El ministro de Economía, Johann Schneider-Ammann, quien un día antes había exhortado al BNS a actuar, aseguró que el Gobierno helvético avala íntegramente las medidas anunciadas.
“Estoy muy contento con la decisión que se anunció. Creo que era el momento correcto para realizarla”, dijo Schneider-Ammann. Y añadió que este anuncio ayudará a aligerar los problemas que enfrentan muchas empresas, además del impacto psicológico que entraña, ya que “devuelve la confianza y un poco de optimismo (a la economía)”.
El banco central dijo que su decisión busca un “sustancial y sostenido debilitamiento” del franco, que ha ganado más del 25% de valor frente al euro y al dólar durante los últimos cuatro años.
Adoptando un tono más severo que en intervenciones recientes, el BNS expresó que “no tolerará más” una tasa de cambio inferior al umbral de los 1,20 francos, por lo que se comprometió a tomar nuevas medidas si la perspectiva económica y eventuales riesgos deflacionarios así lo exigen.
“La reciente sobrevaluación del franco imprime grandes riesgos sobre la economía suiza y genera riesgos de deflación”, citó el BNS en un comunicado.
Para sellar sus palabras, el BNS se dijo dispuesto a comprar divisas en cantidades ilimitadas si se requiere, y añadió que un tipo de cambio de 1,20 francos por euro aún es elevado, aunque confía en que irá debilitándose paulatinamente.
Contra los especuladores
La divisa suiza se disparó como lo hizo porque inversores y especuladores la han utilizado como refugio para protegerse contra los riesgos derivados de la crisis de deuda de la zona euro y las turbulencias de los mercados bursátiles. El tipo de cambio franco-euro prácticamente rozó la paridad el pasado 9 de agosto.
Sometido a presión, y en un intento por hacer algo frente a un franco fuerte que castiga abiertamente a las exportaciones y al turismo suizo, el BNS llevó su tasa de interés de referencia a cerca de cero el pasado 3 de agosto. Una decisión que aumentó la liquidez del sistema bancario.
Las medidas tomadas ayudaron temporalmente a debilitar el franco, que se depreció alrededor del 18% para ubicarse en su nivel más bajo en siete semanas. Pero la paridad volvió a dar un salto la semana pasada al intensificarse los temores sobre la salud de la economía mundial, lo que acrecentó nuevamente la presión sobre el BNS para actuar de nuevo.
Thomas Flury, experto cambiario del UBS, afirma que la más reciente jugada del BNS seguramente resultará más eficaz que el simple hecho de inundar el mercado con francos.
“Trazar una línea clara en la arena es una posición más simple de defender que hacer comentarios vagos sin punto concreto de referencia”, explica a swissinfo.ch.
Y con respecto a las pérdidas masivas que registró el BNS en su contabilidad en 2009 y 2010 por comprar euros de forma masiva, Flury sostiene que, efectivamente, sería de esperar que el banco central deba hurgar en sus bolsillos en un futuro cercano.
“Es muy probable que el BNS deba respaldar sus palabras con dinero para demostrar que cuando el euro se debilite por razones políticas, el franco también puede hacerlo”, agrega.
“Además, China y Japón han demostrado que estas pérdidas contables no son en realidad un gran problema para los bancos centrales”.
Riesgos inflacionarios
La ultima vez que el valor del franco suizo fue ceñido a un límite se remonta a 1978, cuando el banco central decidió ajustar la paridad ante el marco alemán.
El historiador económico Tobias Straumann señala a swissinfo.ch que existen fuertes similitudes entre aquella etapa y la presente. Y agrega que las señales que el BNS emitió este martes pueden generar el mismo efecto que en 1978, cuando el franco se depreció un 20% frente al marco en cuestión de tres semanas.
“Creo que las probabilidades de que esta medida tenga éxito son altas, ya que los mercados han recibido una declaración de intención contundente”, declara a swissinfo.ch. “A partir de esta decisión, los mercados de divisas, exportadores e importadores se encuentran ahora en una mejor situación para realizar sus cálculos”.
Cabe recordar que las medidas instrumentadas en 1978 provocaron una inflación del 7% a principios de los años 80. Si se repite o no ese escenario dependerá de cuánto dinero debe imprimir el BNS para respaldar sus palabras. Y a su vez, esto último estará sujeto al grado de credibilidad del que goza actualmente el banco central en los mercados.
“Si los mercados creen que el BNS está realmente preparado para arriesgar la estabilidad de precios, entonces no actuarán contra su meta”, indica Straumann. “El BNS solo estará obligado a imprimir dinero si el límite cambiario que impuso es desafiado”.
David Kohl, experto en divisas del banco Julius Bär, afirma a swissinfoc.ch que él ha aconsejado a clientes no intentar un juego de póquer con las tasas de cambio del BNS. “Está claro que el BNS puede defenderse exitosamente contra la apreciación porque está en condiciones de imprimir tanto dinero como necesite”, dice.
Apoyo político unánime
El Partido Socialista considera la decisión una señal inequívoca enviada a quienes especulan con el tipo de cambio. Sin embargo, este partido estima que es solo un primer paso y la meta real debe ser fijar un tipo de cambio cercano a 1,45 francos suizos por euro.
El Partido Liberal Radical (derecha), que tradicionalmente se mantiene cerca de la comunidad de negocios suiza, expresa su confianza en el BNS y considera que la decisión dará más certidumbre a los mercados financieros.
Por su parte, la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha conservadora), que inicialmente criticó con virulencia al BNS, también respalda la decisión.
Finalmente, la patronal empresarial, economiesuisse, y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Suiza también saludan la iniciativa del banco central.
Es la moneda oficial de la zona euro, que comprende a países como Austria, Bélgica, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia y España.
También se utiliza en Andorra, Mónaco, Montenegro, San Marino y la Ciudad del Vaticano.
Es la segunda divisa más comerciada en los mercados internacionales después del dólar estadounidense.
El franco suizo también es conocido como ‘valor refugio’ debido a que los inversores y los especuladores compran esta divisa cuando otras monedas, incluidos el euro y el dólar, están bajo presión.
El creciente valor del franco es fuente de frustración entre los exportadores helvéticos cuyos productos se encarecen en el extranjero, y especialmente en la zona euro.
El pasado 11 de agosto, el tipo de cambio alcanzó 1,04 francos por euro. Un año atrás la relación era de 1,38 francos por divisa europea.
Cuando el euro entró en circulación el 1 de enero de 2002, el tipo de cambio inicial fue de 1,47 francos por euro; en octubre de 2007 alcanzó un nivel de 1,67 francos por euro.
El Banco Nacional Suizo ha enfatizado con frecuencia que no cuenta con ninguna meta de tipo de cambio, por lo que fundamenta el manejo de su política cambiaria en su mandato legal, que estipula que “debe asegurar la estabilidad de precios, pero tomando en cuenta los acontecimientos económicos”.
(Traducción: Andrea Ornelas)
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