El franco roza el cielo, los exportadores el precipicio
La divisa helvética alcanzó esta semana una paridad de 1,42 francos suizos por euro. Jamás había sido tan fuerte frente a la moneda única europea. Las empresas exportadoras manifiestan sus temores, ya que sus productos se encarecen súbitamente en el extranjero y pierden competitividad.
El Banco Nacional reitera que está listo para intervenir, pero por ahora sólo observa.
En 2010, paradojas, el franco suizo ha sido víctima del éxito de su propia economía.
Mientras en la Unión Europea (UE), Grecia hace aguas y debilita a los vecinos, en Suiza, la economía reinició el crecimiento; los cimientos macro son sólidos; las finanzas públicas y la deuda manejables, y la inflación moderada.
Un perfil que los capitales foráneos han decidido premiar desde enero pasado comprando francos suizos, al considerarlo una ‘moneda refugio’ y un buen blanco de inversión.
La consecuencia es tan simple como devastadora: cada vez que el franco suizo se revalúa, los bienes suizos de exportación se encarecen y las ventas caen.
Hoy, la paridad franco suizo-euro se dirige peligrosamente hacia la ‘barrera psicológica’ del 1,40; y rebasarla tendría sin duda consecuencias riesgosas.
Los temores
Veinticuatro horas antes de que el franco suizo alcanzara un nivel récord frente al euro, Johann N. Schneider-Amman, vicepresidente de la patronal economiesuisse, puso las cartas sobre la mesa durante la conferencia anual de la asociación.
“En 2009, la economía suiza se defendió mucho mejor que otras. Sin embargo, hay ramas industriales que vieron caer la demanda de sus productos hasta un 50 o 60% el año pasado y que no han logrado recuperarse”, se quejó.
Y como si la gestión de la recesión mundial no fuera suficiente, recientemente el franco suizo se ha apreciado frente al euro; el tipo de cambio pasó de 1,51 francos por euro en enero, a menos de 1,44 francos actualmente.
“Una apreciación que nos llega en muy mal momento, porque afecta nuestra competitividad y nos pone en riesgo en un mercado internacional cada vez más reñido”, advirtió.
El sector empresarial sabe bien que la política cambiara helvética ha sido diseñada para que sean la libre oferta y demanda de divisas las que fijen la paridad del franco frente a otras monedas.
Pero tienen igualmente claro que el banco central es el único actor económico capaz de modificar la trayectoria del franco si su apreciación se torna riesgosa.
¿Apreciación “excesiva”?
La posición de las empresas suizas es clara. Por el momento, no solicitan favores.
“No pedimos la intervención del Banco Nacional Suizo (BNS). Entendemos que su decisión de aceptar la apreciación del franco ayuda a luchar contra la inflación. Y una inflación superior al 2% anual también complicaría nuestra actividad industrial”, señaló Schneider-Amman en un puntilloso discurso.
“Sólo nos queda pues engullir esta píldora amarga por el bien de la evolución de la economía durante los próximos dos años. Pero es importante decir que estamos cerca del límite de nuestra resistencia al dolor, y consciente de ello, el banco central nos ofreció no admitir una apreciación excesiva”, recordó.
Ahora nos resta saber, lanzó como irónica reflexión, qué debe entenderse por “excesiva”.
Y disipó toda duda con respecto a la posición de la iniciativa privada suiza. Nuestras empresas pueden aceptar bien un tipo de cambio de 1,50 francos por euro, pero un franco más fuerte compromete nuestro desempeño, refirió.
La promesa del BNS
Consultado al respecto por swissinfo.ch, el banco central se limitó a referir que su posición fue expresada ya esta semana por el vicepresidente Thomas Jordan y que sigue siendo la misma.
El pasado miércoles (25.03), Jordan fue invitado a dar una conferencia magistral en la Universidad de Berna. En su discurso reiteró que el BNS está comprometido a evitar todo “exceso de apreciación del franco suizo frente al euro”.
Cuestionado por la prensa, Jordan declinó definir el nivel concreto de tipo de cambio que obligará al banco central a intervenir, pero dejó claro que “el BNS no dudará en actuar y tiene los medios para ello”.
Lo cierto es que el mercado cambiario desafía las palabras del banco central.
Las jornadas del miércoles y jueves mantuvieron paridades constantes de 1,42, señal evidente de que las palabras de Jordan no se tradujeron en un mensaje de tranquilidad. La jornada del viernes inicia con la misma paridad.
Caminos viables
¿Qué esperan las empresas del banco central? ¿Cómo suele intervenir?
“Frente a las preocupaciones de una mayor apreciación del franco suizo, el BNS ha practicado medidas no convencionales desde marzo del 2009”, señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su evaluación anual sobre la economía suiza, presentada 24 horas antes de que el franco rozara el cielo.
Concretamente, el banco central ha echado mano de la llamada “intervención no esterilizada” o venta de documentos denominados en francos suizos que son intercambiados por sus equivalentes en moneda extranjera.
Sin entrar en tecnicismos, este mecanismo ‘inyecta’ francos a la economía y el efecto es inmediato. Al circular más francos en la economía, hay menos presiones de demanda y pierde valor (se deprecia).
El FMI confirma que se trata de una estrategia que ha funcionado bien en el caso suizo, pero advierte que es un tipo de intervención que sólo puede utilizarse para resistir intensas presiones cambiarias de corto plazo.
La debilidad del euro, producto de la crisis de Grecia, ha sido otro de los grandes acicates para la apreciación de la moneda suiza. Pero finalmente, Bruselas llegó el jueves (25.03) a un acuerdo para rescatar a Atenas con la ayuda del FMI.
Si el programa, cuyos detalles se desconocen aún, funciona, el franco respirará… y las exportaciones suizas también.
El Banco Nacional Suizo (BNS) tiene dos herramientas a su disposición para influir el tipo de cambio.
1) Las tasas de interés
Al bajarlas, incentiva a las empresas y familias a gastar (en lugar de ahorrar). Esto aumenta la oferta de francos suizos en circulación e induce –lentamente- una depreciación del euro frente a otras divisas. El BNS tiene poco margen de maniobra en este ámbito porque sus tasas de interés se encuentran ya en niveles históricamente bajos.
2) Operaciones a mercado abierto
A través de sofisticadas operaciones, el BNS interviene directamente en el mercado ‘inyectando’ o retirando francos suizos. El efecto sobre la paridad es inmediato. Pero el banco central debe reservarla para situaciones extraordinarias, es decir, una apreciación o depreciación abrupta de su moneda.
El Banco Nacional Suizo(BNS) es la institución responsable del manejo de las políticas monetaria y cambiaria. Su misión fundamental es promover y asegurar una inflación baja para Suiza, porque esto ‘blinda’ el poder adquisitivo y la estabilidad de la población.
economiesuisse es una organización que representa los intereses de unos 30.000 empresarios, empleadores a su vez de 1,5 millones de personas. Su objetivo es coadyuvar a promover un entorno óptimo (político, social, impositivo, medioambiental) para el desarrollo de la iniciativa privada.
El programa de rescate económico para Grecia incluye el apoyo de los 16 países de la zona euro y del FMI vía préstamos bilaterales ‘última ratio’, esto es, que se aplican sólo si Grecia no consigue financiarse en el mercado para cumplir con sus deudas.
El franco suizo ha registrado varios episodios de apreciación abrupta durante la última década:
En 2001, tras el atentado del 11 de septiembre, el tipo de cambio se cotizó a 1,44 francos suizos por euro.
En 2008, en octubre, tras el anuncio de la quiebra de Lehman Brothers en EEUU, el tipo de cambio bajó a 1,43, pero en 2009 regresó a una media de 1,50.
Durante los últimos 12 meses, el BNS ha realizado dos intervenciones importantes en el mercado cambiario para evitar una apreciación excesiva del franco. En marzo de 2009 y en enero de 2010.
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