El oro negro es fuente de conflictos y pobreza
Los yacimientos petrolíferos determinan la evolución de la coyuntura mundial, pero también la paz y la guerra en los países productores.
swisspeace, la fundación suiza para la paz, dedicó su conferencia anual a analizar esa problemática.
“¿Cómo se puede romper el círculo vicioso que consiste en que gobiernos y grupos guerrilleros inviertan los ingresos obtenidos de las exportaciones del petróleo y de otros recursos naturales en armamento, y terminen desestabilizando así a países enteros?”.
Fue la pregunta clave con la que el director de swisspeace, Heinz Krummenacher, inauguró este jueves (30.10.) la conferencia anual de la organización, fundada en 1998 y dedicada a analizar los conflictos bélicos y sus causas.
El petróleo tiene un papel determinante en la evolución de la coyuntura mundial. Pero, además, es imprescindible para el funcionamiento de las sociedades de los países industrializados, que han alcanzado un alto nivel de bienestar gracias a ese recurso tan vital y del que tanto dependen.
Para los países en desarrollo que lo exportan, en cambio, el oro negro “es hoy una maldición”, según Krummenacher. La historia demuestra que la riqueza en uno de los recursos naturales más codiciados no ha contribuido a aliviar la penuria de los pobres.
Al contrario. El petróleo genera guerras de poder entre las élites corruptas, más empeñadas en el enriquecimiento propio que en mejorar las condiciones de vida de la población que está sumida en la pobreza.
Conflictos en aumento
En el momento de descubrirse un nuevo yacimiento petrolífero, los dirigentes políticos y las multinacionales comienzan a negociar en secreto. Y es que ambas partes sacan grandes beneficios de unas prácticas comerciales que, según el profesor de la Universidad de Oxford, Paul Collier, hoy son impensables en los países industrializados.
Además, los países en desarrollo carecen de instituciones democráticas fuertes y consolidadas. Por esa razón suelen ser a menudo escenario de golpes de Estado y de guerras civiles.
El profesor Collier pronostica que, dentro de veinte años, cerca de mil millones de las personas más pobres del planeta se verán involucradas en el 90% de los conflictos armados.
Para ilustrar que la explotación de los yacimientos petrolíferos contribuye a prolongar las guerras civiles, Collier citó el ejemplo de Sudán, donde en los últimos siete años se han multiplicado no sólo los ingresos de las exportaciones de petróleo, sino también los gastos en armamento.
A diferencia de Sudán, las autoridades del vecino Chad, con el respaldo del Banco Mundial, han destinado las ganancias a proyectos de educación y salud que benefician a la población.
Soluciones
Para romper ese círculo vicioso es imprescindible imponer un sistema de “transparencia y control absoluto” que permita esclarecer hacia dónde fluyen los ingresos del negocio del petróleo.
Esto servirá, según el profesor Collier, para concienciar a las multinacionales de que la presión que ejercen la sociedad civil y las ONG pueden dañar su reputación.
Otra de las soluciones propuestas en la conferencia anual de swisspeace consiste en establecer una lista de directivas de conducta.
Ivo Kaufmann, de la Secretaría de Estado de Economía (Seco), señaló que esas ‘soft laws’ (leyes suaves), propuestas por la ONU y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son más eficaces que las prescripciones estrictas.
Pero también se trata de “reducir nuestra dependencia del petróleo” y de apostar más por “las energías renovables”. Es el llamamiento que lanzó a los países importadores el diputado socialista suizo, Rudolf Rechsteiner.
Y, finalmente, la conferencia anual de swisspeace propuso establecer una Declaración de Deberes que garantice “prácticas comerciales pacíficas”.
No obstante, los representantes del sector petrolero consideran que es un objetivo difícil de lograr. Y es que, en la era de la globalización, es prácticamente imposible determinar de dónde proviene la materia prima de la gasolina que consumimos hoy en Suiza.
swissinfo, Belén Couceiro
El petróleo es elixir de vida para los países ricos y fuente de conflictos para los países pobres.
Se necesitan mecanismos para esclarecer hacia donde fluyen los ingresos del negocio de tan codiciado recurso.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.