El turismo, un damnificado del ‘súper franco’
Suiza se convierte en un destino cada vez más caro para los viajeros europeos, responsables de generar el 70% de las divisas que ingresa anualmente la industria ‘sin chimenea’ helvética.
Atraer turistas de las potencias emergentes y reforzar la calidad del servicio ayudará a contrarrestar el efecto de un franco caro, afirma la asociación hotelera suiza ‘hotelleriesuisse’, pero anticipa que el sector volverá a crecer en el verano de 2011.
En 2010, Suiza se enfrenta a los bemoles de un ‘súper franco’. Su divisa gana valor constantemente tras haberse convertido en el ‘puerto seguro’ al que quieren llegar todos los capitales que temen que la zona euro se desplome.
Esta situación afecta no sólo a los exportadores, sino también a un sector más discreto, pero igualmente relevante para la economía del país: el turismo.
Según el instituto BAK Basel Economics, cada vez que el franco suizo se aprecia un 10% frente a la divisa europea, la actividad turística helvética factura un 5% menos al día.
Puesto en cifras de lo cotidiano, un tipo de cambio cercano a los 1,40 francos suizos por euro en 2010, le costará al país perder reservaciones por 600.000 noches e ingresos cercanos a los 1.000 millones de francos suizos.
Una mala noticia para un sector que había conseguido despegar tras la crisis.
Entre enero y marzo de 2010, la llegada de turistas extranjeros a Suiza creció un 3%, según la Oficina Federal de Estadística; una promesa de recuperación para un sector que enfrenta actualmente dos veces más desempleo que la media nacional, con una tasa del 9,2% de paro, según el grupo de recursos humanos Manpower Suiza.
Nadar contracorriente
Suiza es uno de los 25 países más visitados del mundo y uno de los 10 destinos más demandados de Europa, con 8,4 millones de viajeros anuales, según cifras avaladas por la Organización Mundial del Turismo (OMT).
Pero su industria turística enfrenta un problema estructural de competitividad ligado a los precios, reconoce Eric Scheidegger, director de Promoción Económica de la Secretaría de Estado de Economía (Seco). Y precisa que Suiza es un destino 15% más costoso que el promedio de los vecinos europeos.
La apreciación de Scheidegger forma parte del documento ‘El turismo suizo en una comparación internacional’ (edición 2010), publicado por BAK Basel Economics a solicitud de Seco y los cantones de Berna, Valais, Grisones y Vaud.
El citado trabajo apunta que es el valor de la mano de obra lo que explica la diferencia de precios. Los empleados de la hotelería y la restauración son hasta un 25% más costosos en Suiza que en otras economías europeas.
La clase media, las más afectada
Entrevistado por swissinfo.ch sobre el impacto que la apreciación del franco imprimirá al sector turístico suizo en 2010, Guglielmo L. Brentel, presidente de ‘hotelleriesuisse’ afirma:
“La crisis ha puesto de manifiesto que el turismo es un sector que resiste mejor que otras actividades, lo que se debe a que descansa sobre bases sólidas, pero el fortalecimiento del franco entrañará una nueva oleada de problemas”.
“Después de la lenta recuperación del turismo que observamos durante la temporada de invierno 2009-2010, el nivel actual del tipo de cambio impone nuevos obstáculos al turismo suizo. Y será la industria hotelera vacacional al servicio de la clase media la que se vea más afectada, ya que se trata de un segmento de mercado mucho más sensible a los precios que la clase alta, o los viajeros que se desplazan por negocios”.
Y, tomando como base los pronósticos de BAK Basel Economics, Brentel precisa “que el sector prevé que la actividad turística caiga un 0,7% este verano y alrededor de un 0,3% durante 2010” .
No hay tipo de cambio mágico
Aunque la paridad ideal para los exportadores es de 1,50 francos por euro, la industria de la maquinaria, los metales y la electricidad, a través de su patronal Swissmem, ha expresado reiteradamente que el tipo de cambio ‘límite’ que puede resistir sin sufrir daños irreversibles es de 1,43 francos suizos por euro.
¿Cuál es el tope cambiario que podría resistir el turismo sin sumirse en los números rojos de forma prolongada?
“Si la tasa de cambio cae por debajo de 1,40 francos suizos por euro, se frenaría toda expectativa de recuperación para nuestro sector”, afirma Guglielmo L. Brentel contundente.
Aunque debemos reconocer, continúa, que cada vez son más los factores que influyen la evolución de la actividad turística.
Esto es, además de que los ajustes del tipo de cambio generan un impacto sobre el turismo que se manifiesta con cierto desfase, también es verdad que cada vez más viajeros están dispuestos a realizar reservaciones de último minuto, y que el factor meteorológico influye mucho en sus decisiones.
Dependemos de una suma de factores, refiere.
Calidad, la mejor herramienta
Pero de cara a un entorno cambiario adverso, los protagonistas del sector estiman que la calidad será la mejor aliada de Suiza.
“Jamás seremos un país de vacaciones baratas, no tenemos esa imagen. Pero sí debemos distinguirnos por ofrecer una relación precio-calidad justa”, cita Guglielmo Brentel.
Otro punto importante, para atravesar la tormenta es, según el jefe de los hoteleros, redoblar esfuerzos para atraer turistas de otras latitudes, concretamente, de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
Y para ello deben utilizarse nuevas estrategias de marketing, cita.
Lo cierto es que todos los protagonistas del sector saben que, con empeño o sin él, el tipo de cambio ha modificado sus expectativas y la industria ‘sin chimenea’ no volverá a crecer antes del verano de 2011.
Este mes de mayo y por primera vez en lo que va de año, Philipp Hildebrand, presidente del Banco Nacional Suizo (BNS), manifestó su preocupación con respecto a la apreciación del franco frente al euro.
Desde Zúrich afirmó que la caída de la moneda europea se traduce en una presión alcista sobre el franco que arriesga la recuperación económica de Suiza.
Sólo durante el mes de abril, el BNS destinó al menos 30.000 millones de francos (1.000 millones por día) para estabilizar su moneda y para evitar que el tipo de cambio se ubique por debajo de 1,43 francos suizos por euro.
Durante los periodos de mayor volatilidad internacional, el tipo de cambio se situó en 1,40 francos por euro, un nivel que garantiza una erosión irreversible de los sectores exportador y turístico de Suiza.
Por esta razón el banco central seguirá interviniendo para conseguir que su moneda pierda brío.
La Asociación Suiza de Hoteleros (hotelleriesuisse), basada en Berna y con sucursales en Lausana y Bellinzona, integra a 3.085 empresas del sector, la mayoría hoteles de tres o más estrellas, que representan en total el 75% de la actividad turística del país.
Las principales fortalezas de la industria turística suiza son, según BAK Basel Economics: los hoteles ofrecen servicio de alta calidad, garantizan una buena acogida a los turistas, y los pueblos pequeños conservan una identidad auténtica.
Suiza recibió 1,8 millones de arribos de turistas extranjeros en 2009, y 1,7 millones de llegadas de turistas nacionales. Alemania, Gran Bretaña, Francia e Italia son los países que más turistas envían a Suiza.
El turismo genera el 6,4% del PIB y uno de cada 10 empleos a escala nacional.
En términos de divisas, la actividad turística genera a Suiza 15.000 millones de francos anuales, casi lo mismo que la industria relojera nacional.
En 2010, Suiza cuenta con una oferta de 5.533 hoteles en los 26 cantones del país.
En 2009, los turistas (nacionales y extranjeros) reservaron 36 millones de noches, y la estancia promedio fue de 3 noches.
El 58% de los turistas que recorren Suiza son extranjeros y el 42% son nacionales.
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