EMPA-Suiza sigue la ruta del ‘e-waste’ en Sudamérica
La Confederación Helvética tiene una estricta normativa para el manejo de basura electrónica, pero el panorama es muy distinto en los países en vías de desarrollo.
El estudiante de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) Berhnard Steubing ha indagado en Chile lo que se hace con los ordenares cuando éstos dejan de servir y son dados de baja.
Empeñado en su tesis de la carrera de Ingeniería Ambiental de la EPFL se instaló durante tres meses en Santiago de Chile y durante ese tiempo preparó un ‘case study’ en el que incorporó a empresas privadas, organismos públicos y usuarios particulares.
El Instituto Federal Suizo de Investigación y Prueba de Materiales y Tecnologías, (EMPA) apoya esta iniciativa que podría dar paso a programas de cooperación sobre manejo de desechos electrónicos (e-waste) en América Latina, tal como ya lo está haciendo en Sudáfrica, India y China.
Al final del proyecto, Steubing, al igual que otros jóvenes que investigaron la realidad de Colombia y Perú, expondrán sus conclusiones. En base a esto, la Secretaria de Estado de Economía suiza ( Seco) decidirá a través de EMPA en qué países de Latinoamérica desarrollará y financiará proyectos.
Steubing no cree que sea el caso de Chile «porque es un país que económicamente está bastante mejor que sus pares latinoamericanos», aunque reconoce que está bastante atrasado en materia de manejo de e-waste.
A dónde va la chatarra electrónica
Uno de los objetivos del estudio era conocer el ciclo de vida completo de los computadores personales (PC), desde su producción hasta su obsolescencia.
«Queríamos saber qué pasa con los recicladores de estos equipos, el nivel técnico con el que trabajan la basura que no puede reciclarse, a dónde van las partes que sí pueden hacerlo, además de conocer cómo y dónde la gente compra sus PC’s, pues con esos datos es más fácil diseñar un sistema de reciclaje» explica Steubing.
A diferencia de la Confederación, donde al momento de adquirir un computador, el comprador debe pagar un precio extra por su posterior reciclaje (unos US$ 6), en Chile aún no existe regulación alguna en la materia. Es más; no hay impedimento para que los usuarios desechen los equipos antiguos -al igual que pilas, celulares y otros contaminantes electrónicos- a la basura común y corriente.
«En Suiza eso es ilegal. El vendedor o productor del PC debe hacerse responsable por el equipo, una vez que es desechado por el usuario. Las personas tienen varias alternativas; pueden llamar a la compañía para que ésta se haga cargo o llevar el PC a un centro de recolección para basura electrónica», señala.
Un cementerio de ordenadores
Una de las conclusiones de Steubing es que en Chile ‘quien compra no es quien desecha’. Y es que, por lo general, cuando los equipos son dados de baja son re-utilizados por otros usuarios, lo que alarga su vida, pero al mismo tiempo dificulta un registro de estos flujos y, por ende, obstaculiza un buen manejo de los desechos cuando son eliminados por los segundos (o terceros) usuarios.
Si la vida útil promedio de un PC en Suiza es menor a 3 años, en Chile ésta se extiende a 7 al menos, no siempre en las manos del mismo dueño. Miles de pantallas, teclados, ratones (mous) son revendidos en ‘mercados-persa’ o en cementerios de computadores. Bernhard visitó el más grande de ellos en Santiago.
«Es realmente impresionante la cantidad de computadores viejos que se pueden encontrar. Sin embargo, dadas las circunstancias, no lo considero algo negativo, porque muchas personas que no pueden acceder a un PC nuevo adquieren ahí lo que necesitan a precios muy bajos».
«Además -prosigue- en Santiago (con casi 6 millones de habitantes), no hay lugares implementados para que un usuario común y corriente lleve estos desechos. Existen pocas empresas de reciclaje y ninguna recibe residuos electrónicos de los hogares, a excepción de «Punto Limpio», en Vitacura, por cierto, una de las comunas más ricas del país».
Contrastando experiencias
Uca Silva, directora del proyecto de investigación sobre reciclaje de computadores de Sur Corporación, organismo a través del cual Steubing realizó su ‘study case’ en Chile, señala que hasta hace un par de años prácticamente no existían datos ni conocimientos sobre e-waste Latinoamérica.
Por ello fue que entraron en contacto con países y organismos con más experiencia en el tema, como el EMPA en Suiza. «Ellos tienen uno de los mejores sistemas de reciclaje, con leyes, acuerdos y compromisos que les han hecho manejar este asunto de una manera óptima, como el sistema de Responsabilidad Extendida del Productor», señala.
En cambio, en Latinoamérica -agrega- hay mucho camino por recorrer. «En Chile los datos son muy volubles, se manejan en el comercio en forma muy privada y están cambiando constantemente. Por otro lado, existe un mercado secundario, alternativo, al que es muy difícil seguirle la pista, porque -a diferencia de lo que ocurre en Europa- sólo un 20% de los computadores que se venden aquí son de marca, los demás son clonados (armados)».
Steubing concluye que a nivel de gobierno es fundamental iniciar campañas de educación y recolección y legislar al respecto. «Los productores también debieran dar marcha a iniciativas y crear alternativas de reciclaje que respondan a la realidad del país», enfatiza.
swissinfo, Mariel Jara, Santiago de Chile
El e-waste se usa como término genérico para denominar los aparatos eléctricos antiguos o que han sido desechados: computadores, artefactos electrónicos de uso doméstico, refrigeradores y otros muy tóxicos para el medio ambiente si se eliminan en forma inadecuada.
Su toxicidad se debe en parte al plomo, el mercurio, el cadmio y otras sustancias metálicas.
El reciclaje permite separar los componentes que pueden reutilizarse, como plata, oro y cobre. En Suiza, las tarjetas-madre de muchos PC’s se envían a fundiciones en Bélgica con este fin.
EMPA es una institución líder en la aplicación de tecnologías ambientales debido a su amplio know-how en el tema y a su cercana relación con la industria suiza.
Con años de experiencia en países en vías de desarrollo, se ha convertido en un importante centro de información para la cooperación internacional en tecnologías ambientales.
En Suiza se reciclan alrededor de 10 kg. de ‘e-waste’ por persona (más del 80%), una de las tasas más altas del mundo. La Unión Europea recicla 4 kilos por persona.
En Chile, la tasa de recambio de equipos se incrementó exponencialmente en los últimos 10 años y se recicla sólo un 1,4 % de los residuos electrónicos, (119 tons. versus 8.690 tons. que no son reciclados).
Principales obstáculos para un adecuado reciclaje de PC’s en Chile (datos de Steubing): 73% de los entrevistados señala falta de conciencia y educación medioambiental; para un 41% son los costos de esta operación; otro 41% argumenta falta de infraestructura o de posibilidades; un 14% aún cree que puede reutilizar el equipo; y un 5% señala otras razones.
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