Ermotti, un banquero prodigio con tipo de actor
Banquero en Londres y Milán antes de regresar a casa, la carrera del tesinés ha ascendido de forma meteórica durante los últimos años. Pese a ello, aún es poco conocido fuera de la banca. Perfil.
La estampa de Sergio Ermotti recuerda a la de los actores cinematográficos maduros: elegancia innata, tez bronceada, sienes plateadas, 51 años de edad y trajes impecablemente cortados.
Pero no es en la gran pantalla que este suizo ha materializado una carrera que bien podría inspirar un guión cinematográfico. Su universo es, de hecho, mucho más rígido y austero: la banca.
Un cuento de hadas
La ascensión profesional de este padre de familia ha sido vertiginosa.
Estudiante mediocre y poco interesado en las aulas, Sergio Ermotti decidió abandonar los estudios tradicionales a los 15 años para lanzarse al aprendizaje del oficio de la banca. Con ello seguía las huellas trazadas antes por su padre.
Fue a través de este ejercicio y al dar sus primeros pasos como aprendiz del Comer Bank de Lugano, que descubrió la pasión que despertaba en él el universo bancario.
Tras su paso por esta institución obtuvo un diploma federal como experto bancario y más tarde se lanzó a una especialización (Advanced Management Program) en la Universidad de Oxford.
Lo escrito después en la carrera de este hombre, poco conocido aún por la opinión pública, se parece sobre todo a un cuento de hadas.
Un desconocido
“¿Sergio qué?”, tituló el diario Tages Anzeiger, de Zúrich, la columna que dedicó a la llegada de este banquero a la cabeza del UBS, una buena síntesis de todas las reacciones que se leyeron en una prensa helvética que intentaba, ante todo, descubrir quién era este hombre discreto.
De hecho, más allá del ámbito financiero, este tesinés es casi desconocido incluso en su propio cantón, el Tesino.
Lugano-Zúrich-Londres-Milán
Ermotti se sumó a las filas del gigante estadounidense Merril Lynch en 1987. En aquella etapa fue contratado por Marcel Ospel y por Thomas Matter, este último presidente del consejo de administración del grupo financiero Swissfirst.
Pero algún tiempo después abandonó la ciudad del río Limmat para mudarse a la ribera del Támesis. Ya establecido en Londres, Sergio Ermotti accedió al puesto número dos del sector de Banca de Inversión de Merril Lynch, institución para la que trabajó hasta 2005.
En este año surgió para él una oportunidad en Milán: UniCredit le proponía asumir la dirección de la división de Banca de Inversión y Gestión de Fortunas, ya que este banco era dirigido entonces por su ex colega de Merril Lynch, Alessandro Profumo. Ermotti asumió el reto.
Pero Profumo fue empujado a la puerta de salida de UniCredit en circunstancias ambiguas, lo que condujo a Ermotti a tomar la decisión personal de abandonar también el banco italiano.
A finales de 2010, el implacable banquero alemán Oswald Grübel le hizo llegar una oferta con vigencia a partir de abril de 2011: Hacerse cargo de la operación del UBS en Europa, Oriente Próximo y África.
Aceptó. Y apenas un semestre después, las circunstancias del UBS lo han catapultado hasta la cima del banco.
Honor y orgullo
Sobre el nombramiento como consejero delegado del UBS, Sergio Ermotti se ha dicho simplemente “honrado y orgulloso, al tratarse del banco más importante de Suiza”.
Cuando se le ha preguntado si supone para él alguna incomodidad que su nombramiento sea en calidad de director interino su respuesta ha sido contundente: “Ningún problema”.
Según sus palabras, la temporalidad del cargo que hoy ejerce no está vinculada a las características del banquero, sino a los procedimientos de nominación del banco.
Partidario de la continuidad
En el medio financiero, la confirmación de la nominación Ermotti para mantenerse en el cargo de consejero delegado es casi dada por hecho.
Una buena noticia para los admiradores del tesinés, pero una mala nueva para aquellos que aguardan que el UBS realice grandes cambios estratégicos en el interior de su estructura.
Existe una corriente en el sector financiero que estima que el UBS requiere en este momento un especialista en Banca de Inversión a la cabeza del grupo. Y por el momento, las declaraciones del principal candidato potencial a confirmarse en el cargo se dirigen hacia la continuidad.
No obstante, Sergio Ermotti ha dejado claro también que es prioridad para el UBS que hoy dirige revisar y corregir a fondo los instrumentos de control que operan en el grupo.
Una alusión discreta, pero directa, a las abismales pérdidas por 2.300 millones de francos suizos que provocó un corredor londinense del UBS y que precipitaron la renuncia de Oswald Grübel.
Los mercados celebran
La decisión del relevo de Grübel por parte de Ermotti tuvo lugar el fin de semana pasado y ha sido celebrada por los mercados desde el lunes por la mañana.
Una continuidad con nuevas con reglas renovadas de control de riesgos es una estrategia que la bolsa mira con buenos ojos.
Concretamente, el lunes por la mañana, durante los primeros 45 minutos de operación del mercado de valores suizo (SIX), la acción del UBS ganaba 1,12%. Al cierre de la jornada la acción había recuperado un 5,04% del valor perdido en las semanas previas, para cotizarse a razón de 10,63 por título.
Como dato de referencia, ese mismo lunes el Índice del Mercado Suizo (SMI) ganó exclusivamente un 1,93%.
El martes, la acción del UBS volvió a ganar terreno producto del proceso de transición que vive el banco. Ganó un 5,93% durante la jornada bursátil, con lo que volvió a atravesar el umbral de los 11 francos por acción, un nivel que no veía desde hace cuatro semanas.
Sergio Ermotti, nacido en 1960, está casado y es padre de dos adolescentes.
Pese los numerosos desplazamientos que ha tenido al extranjero a lo largo de su carrera profesional, el tesinés se ha mantenido enlazado a su cantón natal, donde viven su esposa e hijos.
Ermotti preside, por ejemplo, un modesto club de fútbol en Colina de Oro, comuna ubicada en el distrito de Lugano.
Tras su entrada en el UBS, el banquero abandonó el cargo en el consejo de administración del grupo Finida, propiedad del millonario Tito Tettamanti.
Por el momento conserva aún la presidencia del consejo de administración de la aerolínea Darwinairline, empresa que tiene a cargo desde 2005 y que actualmente atraviesa serios problemas financieros.
Dicha línea aérea fue fundada en 2003 para asegurar un enlace aéreo entre Lugano y Ginebra, ruta que dejó de cubrir Swiss.
Los recientes problemas financieros y políticos del UBS comenzaron en 2008, cuando el banco admitió que había promovido una red de evasión en Estados Unidos. Washington le impuso una multa de 780 millones de dólares, pero le obligó, sobre todo, a entregar el nombre de 4.450 clientes americanos sospechosos de defraudar al fisco de su país.
Dicha acción supuso la violación del secreto bancario suizo y un conflicto político de envergadura entre Berna y Washington.
Las acciones del UBS de 70 francos por título en 2007, un año excepcionalmente bueno para el banco, pasaron a menos de 10 francos en 2009, tras conocerse el escándalo fiscal con EEUU.
Consejero delegado del Credit Suisse hasta 2007, el banquero alemán Oswald Grübel fue llamado a tomar las riendas del UBS en 2009 en plena crisis financiera y de credibilidad, fruto de las secuelas del colapso de los subprime y el problema político con EEUU.
La reputación del UBS se reconstruía paso a paso cuando se conoció en septiembre de 2011 que, por falta de controles suficientes, un solo corredor del banco en Londres hizo perder al grupo 2.300 millones de dólares.
(Adaptación: Andrea Ornelas)
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