«Esta es una crisis del siglo»
Bancarrotas, ventas de emergencia, intervenciones estatales: el sector financiero está atravesando la crisis más grande desde décadas. La situación también es crítica para el centro financiero suizo, afirma el experto bancario Manuel Ammann.
El profesor y director del Instituto Suizo de Bancos y Finanzas en la Universidad de San Gall no ve un peligro inminente para el banco UBS. Entrevista.
swissinfo: Ha sido una semana negra para el mercado financiero. ¿Se encuentra el sector en una crisis secular?
Manuel Ammann: Sí. Desde hace décadas no han desaparecido institutos financieros tan grandes en tan poco tiempo por bancarrotas o ventas de emergencia a otras instituciones o al gobierno de Estados Unidos.
swissinfo: ¿Hemos salido ya de lo peor o hay que contar con más catástrofes?
M. A.: Aún no se sabe con certeza. Nos encontramos en la encrucijada, donde se decide si se recupera el mercado gracias a nuevos compradores o si nos encontramos en una vorágine que nos tira hacia abajo.
Habremos superado por lo peor cuando los actores del mercado vuelvan a atreverse a asumir riesgos. Una condición para la recuperación duradera es la estabilización del mercado inmobiliario.
swissinfo: El Gobierno de EE UU ha gastado hasta ahora 900.000 millones de dólares para salvar los institutos financieros afectados por la crisis. ¿Fue una decisión acertada?
M.A.: Las acciones estatales de rescate son malas de por sí. La empresa privada tiene que salvarse a sí misma. Se deberían dejar caer a los agentes del mercado para que se den cuenta de los riesgos. Si el Estado los rescata a todos, nos aventuramos a un juego de alto riesgo.
Después de Bear Stearns, Fanny Mae y Freddy Mac, el mercado empezó a acostumbrar a los rescates estatales. El hecho de que no haya ocurrido en el caso de Lehman ha provocado un choque.
Sin embargo, los órganos estatales se percataron luego de que los riesgos de una escalada hubieran sido demasiado grandes, si hubieran dejado que se hundiera el prácticamente insolvente consorcio de seguros AIG. En el caso de Lehman Brotehrs quisieron instituir un ejemplo, pero ante la gravedad de las repercusiones luego tuvieron miedo.
swissinfo: ¿Tendrán que pagar los contribuyentes por las bancarrotas de las multinacionales?
M. A.: En cierto modo sí. Si el Estado interviene, asume los riesgos. Por eso se han introducido condiciones muy duras en el caso de AIG, ya que han tomado los activos como seguros. El Gobierno de Estados Unidos rescató la empresa con créditos. Si la empresa no los reembolsa, entonces será la población quien tendrá que cargar con las pérdidas.
En la mayoría de las bancarrotas, sin embargo, fueron los dueños de las empresas que perdieron mucho dinero. Los propietarios no arruinaron sus empresas intencionalmente, como se ha sugerido aludiendo al problema del riesgo moral.
Hubo indudablemente problemas de incentivos, sobre todo en los sistemas salariales. Pero más importantes fueron las estimaciones totalmente falsas de los riesgos.
swissinfo: El banco UBS quiere deshacerse de la banca de inversiones. ¿Es éste el momento indicado?
M.A.: De momento se trata de una opción absolutamente irrealista. Más tarde, sin embargo, podría ser una opción viable.
swissinfo: El emplazamiento financiero suizo depende en gran medida de los mercados internacionales. ¿No supone esto un gran peligro?
M.A.: La situación es crítica a pesar de que los focos de crisis no se encuentren en Suiza. El emplazamiento financiero suizo no puede descolgarse de los acontecimientos internacionales. Las primas de riesgo aumentan en caso de bancarrotas, de bajas en las cotizaciones bursátiles o si los inversores escatiman riesgos. La refinanciación resulta más difícil y más cara.
swissinfo: ¿Qué ventajas podría sacar Suiza de un mejor sistema de alerta temprana?
M. A.: Los bancos tienen que disponer de una base de capital sólida para poder amortiguar las pérdidas. Los dos grandes bancos suizos podrían justificar tranquilamente un aumento del 50% si dispusiesen sólo de una base mínima de fondos propios.
Si las perdidas son grandes, los bancos tienen que inyectar a tiempo más capital. Además, tienen que mejorar la gestión de riesgos. Se suelen subestimar los riesgos en el mercado inmobiliario, sobre todo tras un largo período de alza continua de precios.
swissinfo: El UBS no se hundirá, y no hay que temer consecuencias mayores para las rentas tras la crisis financiera en EE UU, dijeron algunos políticos. ¿Se trata de un optimismo calculado?
M.A.: No veo un peligro inmediato para el UBS, la capitalización descansa sobre sólidos fundamentos. Pero en el caso de que se tuviera que recurrir nuevamente a una corrección de valor, tendría que inyectar capital nuevo para impedir una situación crítica.
Por ahora no se puede descartar una repercusión de la crisis sobre las rentas. Sobre todo el segundo pilar (cajas de pensiones) se ve afectado por los mercados financieros. Si los mercados bursátiles siguen hundiéndose, entonces se tendrían que sanear las cajas de pensiones. Tales saneamientos son financiados por los asegurados y los empleadores. En principio, nuestro régimen de pensiones no está en peligro.
Entrevista swissinfo: Renat Künzi y Gaby Ochsenbein
(Traducción del alemán: Antonio Suárez Varela)
Este viernes el Gobierno de EE UU anunció la institución de una estructura de acotamiento para efectos y créditos morosos.
El jueves el Halifax Bank of Scotland (HBOS) —el banco de crédito hipotecario más grande de Gran Bretaña— se convirtió en primera víctima de la crisis en Europa, tras anunciarse la fusión por absorción por parte su rival Lloyds TSB.
El miércoles Estados Unidos se adueñó del gigante de seguros AIG por un valor de 85.000 millones de dólares. Con esta adquisición, el valor total de las compras del gobierno estadounidense ascendió a 900.000 millones de dólares.
El lunes declaró la quiebra el banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers que no pudo con la deuda de 600.000 millones de dólares. El mismo día, el Bank of America compró a su rival Merill Lynch.
A principios de mes, el gobierno de EE UU salvó los bancos hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac.
En marzo, J.P. Morgan Chase adquirió Bear Stearns con el apoyo de las autoridades estadounidenses.
El resultado cumulado de todos los bancos suizos en el segundo semestre de 2007 disminuyó en virtud de la crisis financiera por un 3,1% con respecto al año anterior.
No obstante, a lo largo de este período han conseguido una ganancia superior a los 70.000 millones de francos suizos.
El sector no descarta un desarrollo negativo para los resultados de 2008 (fuente: Barómetro bancario de la Asociación Bancaria Suiza).
En el primer semestre de 2008, se hundieron por un 10% los bienes suministrados a razón del bajón en la bolsa. A finales de junio se elevaron a menos de 5 billones de francos.
A finales de 2007 aún eran 5,4 billones de francos (fuente: Instituto BAK de Basilea)
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