Génesis de una locura
Infomed resulta de la sinergia entre necesidad y talento durante el ‘periodo especial’.
Su director, Pedro Urra, habla a swissinfo de la red telemática cubana, nacida en tiempos de crisis y convertida en prioridad nacional.
“Infomed surge en el período en que se produce todo el derrumbe del campo socialista, toda la ruptura de relaciones comerciales entre Cuba y los países del Este y, lógicamente…”
Comenzaba la década de los 90, el naufragio de la Unión Soviética había estremecido a la isla y la economía cubana hacía agua. Uno de los baluartes de la Revolución, el sector médico, sufría los embates de un cataclismo que sumió al país en el abismo de “los años negros”.
“… uno de los momentos más difíciles que Cuba ha vivido”, enfatiza Pedro Urra.
Los isleños, curtidos al sol de muchas batallas, habrían de sortear los retos que les imponía el desplome de la Cortina de Hierro con el concurso de sus armas: una voluntad de acero ‘niquelado’ y un ingenio, no sólo de azúcar.
“Con todo ese cambio que hubo, Cuba tiene que sobrevivir y en esa situación se apuesta a un modelo que usara lo digital y que usara las redes, cosa que parecía casi una locura en ese momento”.
Infomed es sin duda una de las más contundentes estrategias de salvamento que vieron la luz en esos tiempos de sombras.
Un modelo muy oneroso
“Infomed surge en el momento de crisis de un modelo asociado predominantemente a lo impreso, con uso de muchas suscripciones de literatura internacional que costaban más de un millón de dólares anuales, que se distribuían por todo el país, que necesitaba muchos recursos para la transportación”.
La “locura” cobró forma no sólo en un contexto adverso, sino en momentos en que Internet distaba de convertirse en la moneda de uso corriente que es hoy para millones de personas. Era la respuesta específica a un apremio inmediato, pero con vistas a un horizonte mayor que el de la mera urgencia.
“Desde el punto de vista estratégico, ya había comprensión de que había un cambio en el paradigma de la forma en que se organizaban los sistemas de información y que lo digital iba a tener un peso fundamental. Que Internet iba a ser una vía fundamental de acceso a la información, (pero) que no era suficiente Internet, que Internet era una tecnología, una forma de interconexión, pero hacía falta el desarrollo de contenidos, de personal”.
En 1991 empieza su concepción e Infomed nace un año más tarde en el Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas de Cuba, arropado con todo el entusiasmo de sus creadores que no vacilan en entregar sus computadoras personales y hasta los sistemas de ventilación de sus oficinas.
El talento, un filón de oro
“Y eso fue como un núcleo que fue creciendo y rápidamente se empezó a trabajar en la movilización de recursos. Como la situación económica del país no permitía asignar presupuestos a esos objetivos, se trató de movilizar recursos internacionales”.
Obtuvieron un premio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que, además de la gloria, les reportó 365 mil dólares con los que sembraron los nodos de la red en cada una de las más de 20 Facultades de Medicina que cubrían toda la geografía de la ínsula, en apego a un sistema para el que la salud de la población es prioridad inapelable.
“Entonces se hizo un proyecto en el que quedaba conectado todo el país y digamos que fue como una semilla. Lo interesante es que desde el principio se trató de desarrollar servicios de información y alinear los servicios tradicionales, que existían en otro formato, a formato digital y así tempranamente, por ejemplo para 1994, se empezaron a poner todas las revistas médicas cubanas a texto completo en la Red”.
Después de la tempestad…
Con el paso de los años y la porfía de sus creadores, Infomed se fue fortaleciendo bajo un concepto descentralizado. Pasada la borrasca del principio de la década y conforme la economía comenzó a navegar en aguas menos turbulentas, el país fue apostando a las nuevas tecnologías.
“Y ya en los últimos años hay una clara declaración política y estratégica de darle una prioridad absoluta, es decir, una prioridad fundamental al uso de las tecnologías de la información para fomentar todo lo que es la gestión de la información y el conocimiento”.
Una prioridad que impide que a los millares de cubanos involucrados en la portentosa trama asistencial del país, escapen los nuevos hallazgos, y que la niñez quede ajena a las tecnologías modernas. Una prioridad, en suma, acorde con un proyecto nacional, que defiende la salud y la educación del pueblo contra viento y marea.
swissinfo, Marcela Águila Rubín, de vuelta de La Habana
En 1989, tras la caída del Muro de Berlín, Fidel Castro declaraba que Cuba se enfrentaría con ejemplar dignidad a “un mar de capitalismo” y que así fuese sola, defendería hasta la muerte el sistema socialista.
En 1990 inicia el “periodo especial en tiempos de paz”.
En 1991 se produce la desintegración de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Cuba exportaba a la URSS el 63% de su producción de azúcar, el 73% de su níquel, el 95% de los cítricos y el 100% de las piezas y componentes electrónicos.
Importaba el 63% de los alimentos, el 86% de las materias primas, el 80% de la maquinaria y equipo y el 74% de las manufacturas.
En 1993 los indicadores de la economía cubana están en rojo.
La producción se desploma en 35% con respecto a 1989.
El déficit presupuestal alcanza su nivel más alto: 4 mil 200 millones de pesos, es decir, más de 30% del PIB.
Entre las medidas tendientes a la recuperación económica se inscribe la legalización del dólar en julio de 1993.
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.