Hechos concretos en lo político y lo comercial

El folleto sobre la petición. swissinfo.ch

Pan para Todos y Acción Cuaresma han sido propulsores de la política de desendeudamiento creativo emprendida por Suiza en países como Ecuador y Bolivia.

Ahora, en la campaña 2004 ejercen nueva presión contra las injusticias del comercio internacional.

En 1989, de cara al 700 aniversario de Suiza, ambas organizaciones, junto con otras ONG, impulsaron una petición para condonar 700 millones de dólares adeudados por países del Sur, a cambio de los llamados fondos de contravalor.

La petición dio resultados: el Parlamento suizo aprobó el canje de una parte de la deuda de varios países.

“No se trataba de borrar las deudas sino, por ejemplo, se acordaba con el gobierno de un país, como Bolivia, la cancelación de una cantidad del adeudo a cambio de crear proyectos decididos por la población civil con el mismo monto, en moneda nacional”, explica a swissinfo Beat Dietschy, de Pan para Todos.

En Latinoamérica, Bolivia, Honduras, Perú y Ecuador canjearon sus deudas con Suiza creando un fondo de contravalor, en moneda nacional, consagrado al financiamiento de proyectos destinados a las capas sociales menos favorecidas, bajo la gestión de las partes implicadas.

En otros continentes, países como Jordania, Tanzania, Zambia, Costa de Marfil, Senegal, Egipto, Guinea y Filipinas hicieron lo propio.

“Bangladesh funcionó muy bien y en América Latina, Ecuador y Bolivia”, recuerda Dietschy al indicar que esa labor sentó las bases de la campaña mundial Jubileo 2000 para la cancelación de la deuda, “cuyo primer paso se dio en Suiza”.

Nueva etapa

“Nuestra tarea es una forma de preparar el terreno”, indica Dietschy aludiendo a la petición de 1989 bajo el lema: El desarrollo pasa por la reducción de la deuda.

“Ahora estamos en una nueva etapa: en la lucha contra las injusticias del comercio internacional”, aclara.

La petición actual, integrada en la campaña ecuménica 2004, exige que el gobierno suizo se comprometa a establecer un derecho equitativo y humano en el sector de la alimentación.

Esta labor forma parte de la campaña internacional ‘El comercio al servicio de las personas’ (‘Trade for People’) inscrita en el marco de la Declaración del Milenio de la ONU, que exige reducir, por lo menos a la mitad, la pobreza mundial.

“En la empresa estamos a medio camino” subraya Dietschy al destacar la presencia de Jean Ziegler, relator especial en Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, en el simposio de Pan para Todos y Acción Cuaresma, realizado el 2 de marzo pasado.

Esfuerzos y contactos fuera y dentro de Suiza

Cada año, las dos organizaciones de origen religioso invitan también a reconocidas personalidades del Sur para hablar en Suiza sobre la lucha por una distribución más justa de la riqueza. Esta vez tocó el turno al dominico brasileño Frei Betto.

También asistió la ministra de Exteriores suiza, Micheline Calmy-Rey, ya que tanto Pan para Todos como Acción Cuaresma son socios apreciados por la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE), el brazo de ayuda al desarrollo. El Ministerio de Exteriores aporta cada año cerca del 20% de los ingresos totales de ambas ONG.

La credibilidad de ambas organizaciones se observa igualmente en los esfuerzos locales de promoción del comercio equitativo en favor de los más vulnerables. Uno de los logros alcanzados hasta ahora en ese sentido es el sello Max Havelaar, creado en 1992.

Entre sus productos más vendidos: las bananas llegadas de República Dominicana, Costa Rica y Colombia, frutas que – según el compromiso esencial -, deben ser cultivadas en condiciones sociales y ecológicas sostenibles.

Es un esfuerzo emprendido junto con la Ayuda Protestante Suiza -organización hermana de Pan para Todos, a cual dirige 50% de sus fondos-, además de las instituciones Caritas, Helvetas y Swissaid, aliadas también en el terreno de las peticiones.

La extensión de la campaña de Cuaresma 2004 es pues grande y no cesan sus esfuerzos para promover el cambio de las condiciones marco en el comercio, en vez de limitarse sólo a ejercer una política caritativa que repare los errores de un sistema que, hasta ahora, poco mira el bienestar del ser humano en colectivo.

(Balance 2003 de Max Havelaar, cobertura del simposio y reportaje sobre el desendeudamiento creativo en MÁS SOBRE EL TEMA)

swissinfo, Patricia Islas Züttel